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Como Mejorar Los Defectos


Enviado por   •  19 de Octubre de 2013  •  1.144 Palabras (5 Páginas)  •  343 Visitas

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COMO MEJORAR LOS DEFECTOS

Problemas de personalidad que pueden acabar con su vida social.

Por

Manuela Bernal González

Como dicen por ahí, nadie es perfecto y todos tenemos defectos o aspectos

que debemos mejorar de nuestra personalidad para lograr una mejor calidad de

vida y cercanía con los demás.

Por lo general, se nos dificulta reconocerlos o a veces ni siquiera nos

damos cuenta de que los tenemos. Siempre es más fácil ver los de los demás.

Entre todas esas fallas podríamos escoger siete de ellas que nos complican

la vida más que otras, llamadas los siete pecados capitales del carácter.

El psicólogo Juan Carlos Posada explica que "cuando una sola persona lleva a

cuestas varios de estos pecados, ve muy afectada su vida social.

Las relaciones sentimentales no funcionan bien, ya que todo el tiempo están

atacando a su pareja. En el trabajo, casi nunca están de acuerdo con sus

superiores y están compitiendo con los compañeros.

Hacen el ambiente laboral más pesado".

Para evitar estas situaciones, la psicóloga María Elena Restrepo opina que

es importante revisar nuestro comportamiento e identificar cuáles son

nuestros principales defectos, para así empezar a mejorar cada uno de ellos

poco a poco.

Juan Carlos dice, también, que lo mejor, luego de reconocerlos y tener la

decisión de cambiar, es pedir la ayuda de un profesional para empezar a

trabajar y a fortalecer los aspectos de nuestra personalidad que cuando

están débiles se convierten en grandes defectos.

Estos son el autoestima, que es cómo me veo; la autoimagen, que se refiere a

cómo creo que me ven los otros; la autoeficacia, que significa lo que yo

creo que soy capaz de hacer; y el autoconcepto, que es lo que yo creo de mí.

Analice estos siete pecados capitales del carácter y considere de cuál o

cuáles se arrepiente.

Los pecados

1 Querer tener siempre la razón

Las personas que poseen esta característica siempre tienen miedo a perder en

las discusiones con los demás y aveces en medio de su desesperación por

ganar y convencer, hasta llegan a argumentar sus puntos de vista con el

llanto para así hacerlos más contundentes.

Por lo general ni siquiera escuchan las razones de las otras personas y las

califican de mentiras.

Se sienten solos e incomprendidos por el resto de la gente y sus frases más

comunes son, “nadie me cree y nadie me entiende”.

En la mayoría de los casos, son así porque desde que estaban pequeños les

siguieron todos los caprichos.

La única forma de convencerlo de que no siempre tienen la razón es mediante

la evidencia, y muchas veces a pesar de tenerla enfrente siguen alegando que

sí la tienen.

2 Echarle la culpa a otro

Aquellos que optan por echarle la culpa a los demás de todo lo que pasa, se

creen perfectos y piensan que nunca se equivocan con nada.

Por lo general, no son sujetos buenos para realizar trabajos en equipo, pues

desconfían de la eficiencia de sus compañeros y piensan que en cualquier

momento cometerán errores que lo perjudicarán a ellos también.

Llevan una vida sin compromisos y no son capaces de asumir las

responsabilidades que se les delegan. Todo para no correr riesgos.

Por otra parte, siempre creen que se les está acusando de algo, aunque no

sea así o aunque ellos sepan que no lo hicieron, ya que por su condición de

culpar a los demás sufren de cierto delirio de persecución, y cuando saben

que si son responsables de lo sucedido nunca lo aceptan ante los demás.

3 Hacerse siempre el mártir

Son aquellas personas que buscan que los demás siempre piensen que están mal

y que les tengan lástima y sientan compasión por su situación.

Les gusta sufrir y son masoquistas, para que en realidad les crean y les

manifiesten algún tipo de afecto.

Estos seres manipulan a la gente a través del llanto y del pesar y siempre

están pensando que el resto del mundo es cruel y que se ensañó contra ellos.

Además de que se proyectan como mártires ante la sociedad, inconscientemente

también lo hacen con ellos mismos y por eso la mayoría son hipocondríacos,

pues necesitan sentir compasión por ellos todo el tiempo.

Por otra parte, creen que son inferiores al resto y como supuestamente

siempre les pasa algo malo, buscan que los demás les ayuden en todo y a

veces llegan al punto de pedirlo por caridad.

4 Poner una excusa para todo

Existen personas que siempre buscan agradarles a los demás y se comprometen

con todo, pero como luego no están en capacidad de cumplir, se ven obligados

a inventar razones para justificarse y no quedar mal.

Siempre responden que lo intentaron por todos los medios, pero que les fue

imposible y buscan la excusa perfecta para quedar como reyes.

Estas personas, se acostumbraron a que desde niños tenían una buena

explicación para no que no los reprendieran.

Además son pésimos para aceptar sus errores, pues siempre le encuentran

razones para justificarlos.

5 Siempre en tono negativo

La gente que es pesimista por naturaleza, constantemente piensa que todo le

va a salir mal... Y así sucede.

No tienen esperanza y no hacen planes para el futuro, ya que no creen que

puedan llegar a realizarlos de forma satisfactoria.

Normalmente exageran el realismo y son crueles y castigadores con ellos

mismos y con quienes los rodean.

Nunca se ponen metas porque no las ven viables y todo lo que les pasa o lo

que tienen es malo por donde lo miren. Pocas veces le reconocen el lado

bueno a algo o a alguien. Son seres llamados tóxicos.

Lo que compran o lo que les dan siempre les parece inadecuado o

insuficiente.

Llegan a tal punto de criticar que aunque no les parezca malo, se les

convierte en un terrible vicio y no son capaces de reconocer cuando algo es

bueno o cuando alguien hace las cosas bien.

6 Ser intolerantes

Las personas con poca tolerancia se enojan con facilidad y comienzan a

sentir que todo el mundo los ofende aunque no sea verdad.

Son muy susceptibles a los comentarios o a las molestias de los demás,

aunque se trate de asuntos insignificantes. Son impacientes.

No soportan el fracaso, las equivocaciones o las fallas naturales de los

demás.

Son normativos y todo tiene que salir como ellos quieren, porque de lo

contrario de enfadan.

Son muy exigentes y esperan que el resto del mundo gire a su alrededor.

Cuando se molestan pueden ser rebeldes y se niegan a colaborar con los

demás.

Tienden a guardar rencores por mucho tiempo y no perdonan fácilmente.

Cuando están muy enfadados pueden decir cosas hirientes, aunque

verdaderamente no lo sientan.

7 La desconfianza anda por ahí

Estas personas son paranoicas y sienten que cualquier otro puede ser su

enemigo, aunque no lo conozcan.

Por lo general, consideran que todo el mundo tiene malas intenciones y que

les hará daño en algún momento.

Desconfían de lo que comen, de lo que compran y cualquier asunto o persona

es susceptible de despertar su sospecha.

Tampoco creen en ellos mismos, demuestran inseguridad ante los demás y falta

de confianza en lo que pueden hacer.

Les cuesta mucho trabajo enamorarse o mantener por largo tiempo una relación

estable. Son celosos y siempre están pensando que su compañero (a) los va a

dejar de un momento a otro.

A todo lo que ven le buscan la falla para demostrar que en efecto es malo.

Utilizan frases como “de eso tan bueno no dan tanto”, “la gente nunca es tan

buena”, “ya verá lo que pasa” o “yo se los advertí”.

http://www.energiacraneosacral.com/web1_varios/defectos.html

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