Como Mejorar Habitos De Estudio
iagoo28 de Agosto de 2012
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Cómo Mejorar Hábitos de Estudio
Introducción
Los seres humanos exhibimos un sin número de comportamientos que ponemos en práctica en forma rutinaria. Son comportamientos que realizamos casi automáticamente sin que requieran de mucho esfuerzo consciente de nuestra parte. Esto es lo que comúnmente llamamos hábito o costumbre y puede ser una actividad que nos rinda resultados positivos, saludables, que generen una sensación de bienestar; o negativos, no-saludables que generan malestar, dolor.
Los comportamientos poco saludables que desarrollamos alrededor de las actividades de estudio, y a los que a través de la repetición, invertimos una cantidad de tiempo considerable, pueden ser modificados favorablemente si activamente buscamos información adecuada y mediante esfuerzo consciente ponemos en práctica esa información. A esos efectos, la información aquí provista, presenta herramientas que pueden ayudarle a desarrollar y mejorar hábitos de estudio. Se debe estar claro que la información como tal, sólo apunta en una dirección, el trabajo real lo tiene que hacer cada uno y hacerlo en forma consistente. Se busca sustituir un hábito o hábitos que no rinden los resultados deseados por otros que generen resultados más saludables y efectivos. En específico, los objetivos son que: aumente el entendimiento y retentiva del material leído, logre mejorar sus calificaciones, haga el proceso de lectura y estudio uno más efectivo y agradable, se sienta mejor consigo mismo, sea más exitoso en llevar a cabo una tarea y tenga más tiempo para otras actividades igualmente importantes que aportan a desarrollar un ser humano feliz, saludable y funcional en la sociedad.
Estrategias conceptuales
Se debe hacer un esfuerzo consciente para percatarnos y aceptar que si algo no está saliendo satisfactoriamente, lo más probable es que estemos haciendo algo partiendo de premisas equivocadas y ejecutándolo en una manera inconsistente con el resultado deseado. Tome tiempo para meditar y revisar las actividades que ha llevado a cabo con relación a ese comportamiento. Evalúe sinceramente, las imágenes y sensaciones que le vengan a la mente, y no la que más le convenga. Obsérvese con ánimo de buscar y encontrar la verdadera razón sobre qué a hecho y cómo se ha sentido utilizando el presente método de estudio, y los resultados que ha obtenido utilizando ese método (o no-método). Una vez visto esto, debemos aceptar que eso es así, sentirnos bien y cómodos de haberlo visto y proceder a delinear un curso de acción para modificar ese comportamiento que no genera el resultado saludable, en uno productivo y positivo. Eso nos pone en el camino de convertirlo, de trasmutarlo, en uno positivo, saludable, uno que nos haga sentir a gusto con nosotros mismos y con los resultados. Para eso debemos:
1. Ver la situación por lo que realmente es,
2. desarrollar un deseo real de enmienda y cambio,
3. poner en práctica estrategias de acción que lleven a ese cambio e,
4. implementar esas estrategias en forma consistente.
1. Con frecuencia nos engañamos pensando que lo que no nos sale bien, es el resultado de algo que está fuera de nosotros, que no somos responsables de eso! Aprenda a ver y a aceptar las cosas por lo que realmente son. No pretenda salir bien en sus estudios si continúa pensando y haciendo las mismas cosas que han aportado a que no salga exitosamente. Hacer el cambio positivo, usualmente conlleva cambiar de actitud, de invertir más tiempo en los estudios y de hacerlo en una forma más efectiva, y sobre todo, en una forma consistente. Todo esto requiere de esfuerzo y de cambio, y con frecuencia nos resistimos a ese cambio y a hacer ese esfuerzo. Tenga claro que esto es normal, pero haga algo al respecto. Dígase; “Me siento resistiéndome a hacer lo que tengo que hacer, pero se que para poder cambiar el comportamiento o hábito negativo en uno positivo, tengo que mirar más allá de esta sensación de incomodidad y concentrarme en el resultado positivo que obtendré, de hacerlo como debe ser”. Eso poco a poco y en ocasiones en forma sorprendente disuelve el falso andamiaje del paradigma no saludable. Aprenda a tener confianza en su palabra positiva, a tener confianza en usted mismo.
2. El cambio requiere y se beneficia grandemente de que usted haga un alto, una pausa y con calma desarrolle y vea en su propia mente el genuino deseo de cambio, que experimente la sensación de sentir lo que significa para usted lograr el objetivo buscado. Mientras más energía invierta en generar esta imagen positiva, más fuerte será su empeño y más fácil se le hará realizar el cambio a uno más positivo. Imagine la o las sensaciones de experimentar cómo logra el objetivo. Concéntrese en lo que siente en usted mismo cuando las cosas salen en una forma exitosa y fluida.
3. Ponga en práctica las estrategias correctas. Esto conlleva delinear un curso de acción, utilizando herramientas que se sabe generan los resultados positivos que buscamos. Más adelante se abundará en éstas. Lo importante es que las entienda y se sienta cómodo con el cómo y el por qué de hacerlas.
4. Para que todo este andamiaje funcione tiene que estar consciente de que debe llevarlo a cabo en una forma consistente. Esto quiere decir que no es, unas veces si y otras no, hay que hacer el propósito de no salirse del camino trazado, pase lo que pase. Si se sale del camino, o sea, si en un momento dado falla en la implementación del método, obsérvese y reconozca que se salió del objetivo, pero regrese lo antes posible al camino y a seguir su objetivo. Su mejor motivación es usted mismo! ¡Experimente y sobre todo sienta el resultado de salir exitosamente! ¡Que esa sea la sensación, su motivación, su norte en todo momento!
Estrategias conceptuales de apoyo
Para “trabajar” con la mente, se trabaja más efectivamente si se hace desde dos direcciones; por un lado, (1) eliminando las cosas que nos distraen de hacer lo que hay que hacer, incluyendo todo aquello que propicia o prepara el camino para que surjan las cosas que nos detraen; y por el otro lado, (2) implementar estrategias que sean realmente efectivas, incluyendo aquellas que propician el que surjan las cosas que apoyan que el objetivo saludable materialice. O sea, hay que eliminar, tanto la acción contraproducente, como los elementos que nos llevan a facilitar que esa acción contraproducente se dé. Y por otro lado, conscientemente, se debe hacer un esfuerzo real que lleve a poner en práctica acciones saludables, así como propiciar las cosas, el ambiente, la compañía de personas, que promuevan el que surjan las acciones saludables. Aquí también es importante que estas actividades sean llevadas a cabo en una forma consistente. Mantenga en un plano mental primario; (a) el objetivo, (b) por qué llegar a él, y (c) cómo llegar a él. Por último, tenga claro que el cambio, como cualquier modificación de conducta, toma tiempo. Sea compasivo y paciente con usted mismo, pero sea firme, no se desvíe de su propósito. ¡Lo más importante es empezar ahora mismo y no desviarse del propósito! ¡Manténgase atento a cómo hace las cosas y qué siente en cada momento!
Método para aumentar la efectividad del estudio
I. Pasos a seguir para estudiar en una forma más efectiva
1. Una rápida hojeada: Al iniciar cada evento de estudio, es importante familiarizarse con el tema del material. Hojee el material de estudio para determinar de qué va a tratar la lectura. Si es un libro, lea los encabezados de cada capítulo. Examine el índice del mismo para que tenga una idea aproximada del contenido. Aplique este concepto de examinar el material, tanto a un libro, como a un capítulo de un libro, como a un manuscrito o a apuntes de una libreta.
2. Preguntas: Una vez examinado el material tema y relativamente familiarizado con el tema, debe hacer un alto y preguntarse: ¿Cuál es o debe ser el tema principal de este material? ¿Qué espero leer según se desarrolle este tema? ¿Cuáles son las ideas importantes en esta lectura? ¿Cuáles son los objetivos principales y secundarios contenidos en esta lectura? - El formularse estas preguntas o preguntas parecidas, favorece que la mente esté más atenta al tema, ya que le indica a la mente qué tiene buscar y enfatizar a lo largo de la lectura.
3. Leer detenidamente: Esto significa leer con calma, sin prisa, buscando ideas y no palabras. Es estar atento a la lectura, es conscientemente hacer el esfuerzo de fijar la atención de la mente en las ideas y conceptos, durante todo el tiempo que esté leyendo. Atienda con esmero lo que dice cada oración, en cada párrafo, de forma que capte y entienda la idea o concepto que tiene ante sí. No pase a la próxima oración o al próximo párrafo hasta que no tenga claro lo que se quiere decir en el que está leyendo. Relacione lo que dice esa oración, ese párrafo con la idea central. Si lee de esta manera aprovechará su tiempo y captará la idea más fácilmente. También retendrá el material en una forma más efectiva y por más tiempo. Atienda sólo la lectura, deje pasar cualquier otro pensamiento. Si le llega un pensamiento que le distrae, reconozca que llegó y sencillamente déjelo pasar, regrese a la metodología del estudio, vuelva al mismo punto en que le surgió el pensamiento que le distrajo y continúe con su encomienda. Tenga paciencia, dominar esta técnica toma tiempo, práctica y estar bien atento a lo que uno hace.
4. Expresar en sus propias palabras lo leído: Una vez leído el material, es importante hacer un alto y repetir en voz alta y en sus propias palabras lo que haya entendido. Haga esto luego de cada párrafo. Esto contribuye a que forme en su mente una imagen clara y más completa
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