Comportamientos y actitudes

Comportamiento y Actitudes

Las actitudes de por medio no logran determinar el comportamiento cuando la influencia externa sobrepasa las convicciones internas.

Claramente podemos analizar el experimento de Milgram, este consistía de un maestro, un aprendiz y un ejercicio de memorización. El aprendiz era atado a una máquina de voltaje, si este respondía incorrectamente el maestro le suministraba una descarga que se hacía mayor con el transcurso de las preguntas, pero el maestro era aislado de la víctima (el aprendiz) puesto en otra habitación, esto pretendía un desapego del maestro con el aprendiz, cegarlo del dolor ajeno, y que este crea estar en lo correcto obedeciendo las órdenes del  experimentador.

Otro ejemplo similar fue el de entrenamiento de torturadores en el ejercito de las SS de la Alemania Nazi, seleccionaban candidatos basándose en el respeto y sumisión a la autoridad, asi pues primeramente asignaban al individuo en entrenamiento primeramente al cuidado de prisioneros, luego en escuadrones de arresto, después le ordenaban golpear a los prisioneros, luego que observe la tortura para al final aplicarla. Y así paso a paso una persona obediente, decente es convertida en un agente de crueldad.

Esto nos lleva al siguiente punto “El poder de la situación” para cualquier persona la cultura constituye un gran moldeador de vida pero las fuerzas situacionales inmediatas son igual de poderosas, revelando su fortaleza en el contexto social. Estas fuerzas situacionales constituyen una autoridad de aspecto político, religioso, ideológico, etc.

Estos experimentos de Milgram también nos brindan una lección acerca de la maldad. Tenemos la mentalidad que la maldad es el resultado de unas pocas manzanas podridas (asesinos, violadores, maniacos, entre otro). Pero la maldad también puede ser el resultado de fuerzas sociales: del calor, humedad, enfermedad que hacen que todas las manzanas se descompongan- La maldad más terrible se genera a partir de maldades más pequeñas. John Darley.

Al ser fragmentada, la maldad se hace más fácil de cometer. Milgram sabía esto a través de sus experimentos. La procrastinarían implica una progresión no intencionada hacia el daño auto infringido.

El error de la atribución fundamental, para las personas les es difícil pensar que una persona común sea capaz de realizar tales actos, suponemos que la crueldad es infringida por los crueles que solo las personas buenas hacen el bien que las malas hacen el mal.

Para plantear este punto toman de ejemplo a Eichmann un comandante del campo de concentración de Auschwitz que eran monstruos incivilizados pero luego de un largo dia de trabajo se ponían a escuchar a Beethoven. El comandante era indiferenciable de las personas comunes, ahora consideremos a un batallón de policías alemanes responsables de masacrar judíos muchos de ellos niños mujeres y ancianos, autores como Goldhagen y Browning hacen aclaraciones como esta: No eran miembros de las SS, ni fanáticos raciales. Eran trabajadores, vendedores, oficinistas, artesanos, hombres de familia que se les ordenó directamente que mataran sin ser capaces a rehusarse.

Milgram hace otra aclaración “La lección más importante de nuestro estudio es que las personas corrientes, que simplemente realizan su trabajo sin ninguna hostilidad particular de su parte, pueden convertirse en agentes de un terrible proceso destructivo”. Las personas buenas a veces hacen cosas malas. Al estar bajo influencia de fuerzas malignas, a veces se corrompen.

Esto nos centra en el punto principal “La Conformidad”, el cambio de comportamiento y de las creencias como resultado de la presión del grupo, se presentan de dos maneras.

La transigencia que consiste en estar de acuerdo con el grupo externamente, mientras que internamente se está en desacuerdo. La aceptación que consiste en creer y actuar de acuerdo con la presión social.

Y una vez más podemos compararlas con el experimento de Milgram que motivan una forma extrema de transigencia. Que bajo condiciones óptimas una autoridad legítima y cercana, una víctima remota y ninguna otra persona que diera ejemplo de desobediencia.

Ponen de manifiesto el poder de las fuerzas sociales y la facilidad con que la transigencia genera aceptación. La maldad no solo es producto de personas malas en un mundo bueno, sino de también de poderosas situaciones que inducen a la persona a avenirse con valores falsos o a capitular ante la crueldad.

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