Condicionamiento Operante

Condicionamiento Operante

Existen otros procesos por los que se aprenden las conductas.

El condicionamiento operante es un procedimiento mediante el cual se aprende nuevas conductas. Se puede decir que las conductas que manifestamos han sido aprendidas por medio de algunos de dichos procedimientos.

El procedimiento del condicionamiento operante es un tipo de aprendizaje en el cual las consecuencias de la conducta influyen para que la persona o animal manifieste la misma reacción en el futuro.

En el condicionamiento operante, los sucesos después de la conducta –las consecuencias- pueden servir para incrementar o decrementar esa conducta. Cuando un niño colabora en las actividades domésticas, se le da un premio y se le elogia por la tarea realizada; así, es probable que en el futuro el niño siga colaborando en tales labores. De ahí a cualquier estímulo que incremente la probabilidad de ocurrencia de una conducta se le llame reforzador, y a cualquier estimulo que decremente la probabilidad de ocurrencia de una conducta se le llame castigo.

B. Skinner (un psicólogo, filósofo social y autor norteamericano) desarrolló su teoría de la conducta con base en sus experimentos de laboratorio con ratas y pichones, y justificó su trabajo con estos animales porque se muestran repertorios conductuales más reducidos que los seres humanos. La caja de Skinner, donde realizaba sus investigaciones, es metálica y está acondicionada en una de sus paredes con una palanca cuando se trabaja con ratas o teclas para el picoteo de los pichones, además de luces y pequeñas bocinas para emitir sonidos.

Skinner señala que para el establecimiento de las conductas debe seguirse un procedimiento gradual, donde cada conducta parecida o cercana a la conducta meta o deseada se debe recompensar, de tal forma que el último paso de este procedimiento se cumple cuando el animal o el individuo manifiestan la conducta requerida.

A este proceso se le denominó moldeamiento y fue desarrollado en el laboratorio. Skinner colocaba ratas hambrientas en sus cajas y para que establecieran la conducta de oprimir la palanca recibían comida, pero las ratas no oprimen la palanca de manera automática, sino que aprenden esta conducta simple mediante el proceso de moldeamiento.

Para iniciar el entrenamiento de oprimir la palanca, se premiaba con comida toda conducta que se acercara o pareciera a la conducta final (oprimir la palanca); es decir, cualquier acercamiento a la palanca era recompensado y el premio se daba de forma gradual según la conducta se acercara cada vez más a la palanca; el objetivo final era que el animal la oprimiera para recibir comida. Un requisito importante para el éxito de este procedimiento consiste en que el estímulo reforzador, que en este caso es la comida, se proporcione de inmediato.

Estímulos reforzadores

Positivo

Es aquel que al ser presentado a continuación de determinada respuesta aumenta la probabilidad de que ésta se produzca (la comida, el elogio, la atención, un regalo, etcétera).

Negativo

Es difícil de comprender, pero también cumple el propósito de incrementa la probabilidad de ocurrencia de la conducta. Cuando a una persona le duele la cabeza, toma un analgésico y el dolor desaparece, la probabilidad de que tome nuevamente el analgésico es alta porque suprimió el dolor de cabeza. En este caso la remoción del dolor de cabeza es negativo. Otro ejemplo se da cuando los zapatos nos aprietan: el hecho de aflojar los cordones hará que desaparezca el dolor, en cuyo caso el reforzador negativo será poner más sueltos los cordones del calzado.

También hay estímulos reforzadores que se clasifican en primarios y secundarios.

• Los reforzadores primarios satisfacen las necesidades básicas de las personas y los animales, como la comida, el agua, el descanso y el sexo.

• Los

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