Cuento Una Amistad Literal.

Una Amistad Literal.

Cuento

Gina García ID: 00017981

TUTORA: Andrea Gonzales

Psicóloga

Fundación Universitaria Minuto de Dios

Bogotá

Proyecto de vida

Marzo 2016

Érase una vez un reino encantado donde los campos de trigo florecían al borde de los ríos de agua clara, en ese reino llamado Vista Rica los animales vivían en comunión con los seres humanos, en estas hermosas tierras vivía un joven llamado Leo un joven alto menudo de piel color canela quizás producida por los rayos de sol cada mañana Leo durante toda su vida debía cumplir con los que hacerles de su finca labores como recoger leña y ayudar a las labores de la cocina inicialmente, su espíritu de aventura lo llevó a alejarse desde temprana edad del seno de su hogar a los 10 años este hacia su vida y tomaba las responsabilidades propias de un adulto, una buen día dentro de los mucho de arduas labores decidió sentarse a la vera del camino y allí sintiendo la brisa en su cara y recostado en una sombra noto entre unos arbustos secos un recipiente con forma de botella de color dorado y con piedrecillas que al parecer eran preciosa incrustadas en la mitad formado un cinturón a su alrededor, sorprendido Luis no podía creer que era eso con mucha cautela se acercó a tomarla, de pronto el aire era más caliente el viento dejó de soplar y el silencio fue irrumpido por el cantar de un Arauco, al tomar la botella en su mano se da cuenta de su peso e intenta destaparla, con un movimiento rápido pero temeroso destapa la botella. Pancracio es otro personaje sin pudor que le gustaba hacerle la vida imposible a nuestro protagonista de esta historia, le dejaba sus labores, de manera desconsiderada le dejaba los trabajos más pesados al joven Leo y así durante mucho tiempo, este un viejo gordo de barba sin afeitar de cara enfermiza ojos saltones y de olor particular quien habitaba Vista Rica y que también hacia parte de los peones de la finca donde labora luis, este se encontraba afilando su machete y pensando en que las labores que iba a realizar en ese momento eran arduas y quería alguien que lo pudiera ayudar, -ojala estuviera aquí Leo para me ayudara- refunfuño- su estilo atestado de deslustre hacía que todas la damas y caballeros de la zona no quisieran ni acercarse a Su amistad; tomo su caballo y enredo un par de lazos y se adentró en el bosque llano y profundo al ingresar al bosque sintió un canto que llamaba la atención este canto lo lleno de mucha curiosidad y de

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