DEFINICIONES BÁSICAS PARA EL ESTUDIO DE LA PSICOLOGIA DE LA SALUD EN ESTUDIANTES
Eberto PoloTarea28 de Marzo de 2019
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DEFINICIONES BÁSICAS PARA EL ESTUDIO DE LA PSICOLOGIA DE LA
SALUD EN ESTUDIANTES
Working Paper
Elaborado por: Mónica Reyes Rojas.
Todo profesional de la salud que vaya a iniciarse en el estudio de este campo se ve enfrentado a conocer un sinnúmero de definiciones que parecen estar desarticuladas, y que además en cada documento sea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de la Organización Panamericana de salud (OPS), aparecen categorías y definiciones diferentes. La intención de este texto es proponer algunas definiciones básicas, unas discusiones fundamentales y proponer unos enlaces entre los mismos para poder orientar la acción de los que hoy inician este camino de formación. Para esto voy a comenzar el desarrollo del texto con las definiciones de salud, luego se desarrollarán las definiciones de bienestar y por último se propone una relación entre los conceptos.
¿Qué es salud?
La mayoría de los textos reseñan la salud con la definición clásica de la OMS en 1948, en el documento de constitución de este organismo que reza:
“La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de la enfermedad” (p.1).
Esta definición tiene el inconveniente del consenso que deben tener todos los profesionales sobre los diferentes términos (Navarro, 1998), empezando por el termino bienestar, que se desarrollará más adelante, al considerar salud y bienestar como sinónimos y no percatarse de las implicaciones históricas y políticas que permiten que sean una realidad en cualquier sociedad. Por otra parte, la concepción de salud y enfermedad tiene fuertes raíces históricas y culturales. Así lo que se considera saludable en una cultura no lo es para otra.
A esta definición se le hicieron otros agregados con la presentación de la Carta de Otawa en 1986 quedando de la siguiente manera:
La salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social y no meramente la ausencia de la enfermedad. La salud es un recurso para la vida cotidiana, no es el objeto de la vida. Es un concepto positivo que señala recursos sociales y personales, así como capacidades físicas
En el año de 1978 la Declaración de Alma Ata, ya había señalado un rumbo para este concepto al mencionar que:
“La salud es un derecho humano fundamental y que el logro del grado más alto posible de salud es un objetivo social sumamente importante en todo el mundo, cuya realización exige la intervención de muchos otros sectores sociales y económicos, además del de la salud” (p.1)
Es decir, que para que se piense en la salud, es fundamental la co-responsabilidad de los diferentes actores sociales y de las instituciones y que lograr la salud no solo depende de los esfuerzos individuales sino del esfuerzo de todos los países.
En la agenda de los países, se ha incorporado la anterior definición con los agregados de la carta de Otawa, pero aun hoy se siguen presentados problemas para hacer realidad la salud para todos, es por esto, que en el año 2016
se firma la declaración de Shangai que considera la salud :
“un derecho universal, un recurso esencial para la vida diaria, un objetivo social compartido y una prioridad política para todos los países. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) establecen el deber de invertir en la salud, de garantizar la cobertura sanitaria universal y de reducir las desigualdades sanitarias entre las personas de todas las edades. Estamos determinados a no dejar a nadie atrás.
Hoy en día, la salud es una prioridad, pero no solo como meta sino también los países están llamados a realizar las inversiones que sean necesarias para garantizar que todas las personas tengan los servicios básicos y que haya mayor equidad en el acceso a los servicios de salud.
En resumen, la salud es un derecho fundamental, depende del concurso de los gobiernos y no solo del bienestar de los individuos, es un concepto positivo, que implica capacidades para desarrollar las acciones cotidianas y la acción decidida en términos de inversión para lograr los objetivos de desarrollo sostenible que se resumen en la Figura 1.
[pic 1]
Figura 1. Objetivos de Desarrollo Sostenible de la OMS.
Este concepto de salud se vincula también con el concepto de salud mental y el de enfermedad. Los profesionales en psicología, se espera que se enfoquen en este tipo de salud que para la OMS (2015) entiende la salud mental como:
«un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad».
En Colombia, la Ley 1616 de 2013 define salud mental como
«un estado dinámico que se expresa en la vida cotidiana a través del comportamiento y la interacción de manera tal que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad»
Por otra parte, la Asociación de Psicología Americana (APA) define «trastorno mental» como:
«un estado de salud caracterizado por disfunción significativa en cognición, las emociones o el comportamiento que reflejan una alteración en los procesos psicológicos y biológicos o en el desarrollo subyacente al funcionamiento mental. Algunos trastornos solo se diagnostican una vez generan malestar clínicamente importante o causan deterioro en el funcionamiento. Un trastorno mental no es simplemente una respuesta esperada o culturalmente aceptada para un evento vital específico, como la muerte de un ser querido, ni un comportamiento culturalmente desviado (político, religioso o sexual), tampoco un conflicto entre el individuo y la sociedad, a menos que la desviación o el conflicto generen una disfunción en el individuo»
Hasta acá queda planteado que la salud mental tiene que ver con el buen funcionamiento de las personas para sus actividades cotidianas y con su capacidad para participar en la sociedad, mientras que la enfermedad, en el otro lado del continuo se relaciona con la incapacidad para estas actividades y para funcionar adecuadamente en la sociedad.
Es oportuno mencionar, que la relación salud / enfermedad es un continuo y que al menos se reconocen tres aproximaciones al concepto de enfermedad que según Campo- Arias y Herazo (2018) se resumen en: 1) aproximación naturalista 2) aproximación normativista y 3) aproximación mixta.
En una primera concepción de enfermedad, se le da el nombre de «naturalista» y se entiende que la «enfermedad» posee bases biológicas en las que existen «clases funcionales de referencia» uniformes según el sexo o la edad de las especies (Hamilton, 2010). Entonces, se valida el concepto de una función normal, con una distribución estadística típica, que hace posible la supervivencia y la reproducción de las especies. De tal suerte, «enfermedad» es un funcionamiento anormal del organismo y «salud», la ausencia de enfermedad (Ereshefsky, 2009).
A una segunda perspectiva se la conoce como «normativista». Esta concibe la «enfermedad» como un distanciamiento del funcionamiento que se considera deseable, lo que implica una brecha entre los comportamientos y las normas sociales establecidas.
Por último, una tercera perspectiva, mixta, incorpora los aspectos favorables y las limitaciones de las visiones naturalista y normativista para entender el fenómeno salud-enfermedad, puesto que en conjunto explican mejor un mayor número de casos considerados
La concepción del Bienestar.
Sentirse bien, o tener la percepción de estar bien se ha vinculado con la felicidad, pero este término ha sido difícil de encontrar una medición objetiva. Tradicionalmente el bienestar se ha trabajado desde dos posturas: la hedonista y la eudomonica.
En la primera postura liderada por Kahneman, Diener & Schwarz (1999), bienestar desde una perspectiva hedonistas como la presencia de afecto positivo y la ausencia de afecto negativo. En la segunda postura abanderada por Ryff & Keyes (1995), el bienestar está basada en el desarrollo de las capacidades humanas para ella el bienestar es el desarrollo de las potencialidades humanas y a una forma de vida plena.
La perspectiva eudamonica del bienestar se concreta personas con las siguientes características:
- Se sienten bien consigo mismas incluso siendo conscientes de sus propias limitaciones (auto aceptación)
- Han desarrollado y mantenido relaciones cálidas con los demás (relaciones positivas con los otros)
- Han desarrollado un medio para satisfacer sus necesidades y deseos (control ambiental)
- Han desarrollado un sentido de la individualidad y la libertad personal (autonomía)
- Mantienen una dinámica de aprendizaje y desarrollo continuo (crecimiento personal)
Si atendemos a lo dicho anteriormente, si la salud se traslapa con el bienestar, entonces, para poder evaluar la salud como un estado de bienestar debería tenerse presente las emociones positivas como la alegría, el amor, y otras y también la valoración de los aspectos eudamónicos.
Sin embargo, cuando se realizan mediciones de bienestar, se atiende a que este debe darse por la ausencia de malestar, más que a evaluar los aspectos mencionados por Ryff, sino que se acude a indicadores económicos de bienestar como son el índice de necesidades básicas insatisfechas, la línea de pobreza extrema, el número de viviendas con servicios públicos y agua potable, por ejemplo.
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