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Del Sexo a la SuperConsciencia

Arturo151Ensayo27 de Noviembre de 2013

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Del Sexo a la SuperConsciencia

Osho

LIBERACION

(Extracto del libro)

Una mañana temprano, antes de la salida del sol, un pescador fue al río.

Cerca de la orilla sintió algo debajo de sus pies, y descubrió que era una

pequeña bolsa de piedras. Recogió la bolsa y echando la red a un lado, se

acuclilló a la orilla del agua, esperando la salida del sol. Estaba esperando

la luz del día para iniciar su trabajo diario. Perezosamente cogió una piedra

de la bolsa y la lanzó al agua. "Plop", se oyó en el agua. Entretenido con el

sonido lanzó otra piedra. A1 no tener otra cosa que hacer, siguió lanzando

las piedras, una por una... Poco a poco el sol se levantó. Llegó la luz. Ya

para entonces había lanzado todas las piedras, excepto una. La última

piedra estaba en su palma. Su corazón casi le falló cuando, a la luz del día,

vio lo que tenía en la mano. ¡Era una piedra preciosa! En la oscuridad,

había arrojado muchas de ellas. ¡Cuánto había perdido sin darse cuenta!

Lleno de remordimientos, se maldijo a sí mismo, sollozó, lloró y casi

enloqueció de pesar. Por accidente, se había encontrado con una gran

riqueza que podría haberle proporcionado un extraordinario bienestar en su

vida. Pero sin darse cuenta, la había perdido en medio de la oscuridad. Y

sin embargo, era afortunado, pues aún le quedaba una gema : la luz había

llegado antes que arrojara la última "piedra".

En general, la mayoría no es ni siquiera tan afortunada. La oscuridad te

rodea por todos lados, eI tiempo se va consumiendo, el sol no se levanta y

ya hemos desperdiciado todas las gemas de la vida. La vida es un

gigantesco tesoro, y el hombre no hace otra cosa que desperdiciarla.

Cuando llegamos a damos cuenta de la importancia de la vida, ya se nos ha

escurrido entre los dedos. Los secretos, los misterios, la felicidad, la

liberación, el paraíso: todo lo hemos perdido. Hemos malgastado la vida.

En los próximos tres días, tengo la intención de hablar acerca de los

Tesoros de la Vida. Es difícil instruir a la gente que trata la vida como a

una bolsa de piedras. Esta gente se irritará si les señalas el hecho de que lo

que están arrojando no son piedras, sino joyas. Se enfurecerán. No debido a

que lo que se les dice sea falso, sino porque se les demuestra su insensatez.

Se les recuerda lo que han perdido. El ego hace su aparición. Sin embargo,

sin importar lo que se haya perdido hasta ahora, si aún queda un poco de

vida, si sólo queda una "piedra", aún puede ser salvada. Nunca es

demasiado tarde para aprender. Incluso uno podría beneficiarse. Y

especialmente en la búsqueda de la Verdad de la Vida, nunca es tarde; no

hay motivo para apocarse.

Sin embargo, debido a nuestra ignorancia, en medio de la oscuridad ,

hemos dado por sentado que la bolsa de la vida no es otra cosa que una

colección de piedras. Los caprichosos han aceptado la derrota antes de

hacer un esfuerzo en la búsqueda de la verdad. Para empezar, deseo

advertirles en contra de la trampa del fatalismo, la ilusión de este falso

fracaso. La vida no es un montón de arena y piedras. Si tienes la actitud

correcta para verlo, encontrarás muchas cosas buenas en la vida.

Encontrarás en ella una escalera para llegar a Dios. En nuestro cuerpo

hecho de sangre, carne y huesos, existe algo, alguien que se halla separado

de estas cosas. No guarda ninguna relación con la sangre, la carne y los

huesos. Está allí, aun en el cuerpo físico, que nace hoy y muere mañana. Es

inmortal. No tiene ni principio ni fin. Esto, lo que no tiene forma, se

encuentra aun en la misma muerte. Desde la oscuridad de la ignorancia

anhela y busca esta llama imperecedera. La llama inmortal se halla oculta

tras el humo mortal. No podemos ver la luz. Vemos el humo y

retrocedemos. Algunos, los valerosos, buscan sólo en medio del humo, y es

así que no pueden llegar a la llama, a la fuente de la iluminación.

¿Cómo realizar el viaje hacia esta llama oculta detrás del humo? ¿Al yo

dentro del cuerpo? ¿Cómo podemos comprender cabalmente al Supremo,

lo Universal, que se halla camuflado - oculto - en la naturaleza? Hablaré

acerca de ello en tres etapas.

En primer lugar, nos hemos cubierto con tales prejuicios, ideas infiltradas y

pseudo-filosofías, que nos hemos impedido ver la verdad desnuda. Ya

tenemos hipótesis de lo que la vida es, sin saber, sin buscar, sin sentir

curiosidad. Se nos ha enseñado durante miles de años que la vida no tiene

sentido, que la vida es inútil, que la vida es sufrimiento. Se nos ha

hipnotizado para que creamos que nuestra existencia es inútil, carente de

propósito, pesarosa. La vida debiera ser despreciada, debiera ser pasada por

alto. Se nos ha recitado esto una y otra vez, y es así que ahora sentimos que

la vida es un gran caos: sólo es fuente de sufrimiento.

Es a causa de este menosprecio por lo que el hombre ha perdido todo

encanto, alegría y amor. El hombre se ha transformado en un bulto informe.

El hombre se ha convertido en un turbulento mar de pesadumbre. No es de

asombrarse que, debido a estas ideas erróneas, el hombre haya dejado de

intentar reflexionar sobre sí mismo. ¿Por qué deberíamos buscar la belleza

en un bulto? Y cuando creemos firmemente que la vida es sólo para

arrojarla - es sólo una aflicción - ¿qué sentido tiene aceptarla, purificarla y

hacerla más hermosa? Creemos que el esfuerzo es inútil.

Nuestra actitud hacia la vida es similar a la del hombre que se instala en la

sala de espera de una estación de ferrocarril, como la de un viajero que

utiliza la sala de espera. Este hombre sabe que se ha detenido aquí sólo por

un rato. Deberá irse pronto. Por tanto, ¿qué importancia tiene esta sala de

espera? Ninguna en absoluto. No tiene significado. Tira diversos objetos al

suelo, escupe, la ensucia. Es descuidado. No se halla interesado en ningún

acto de decencia, después de todo, debe irse en un rato, al oír el TAÑIDO

DE LA CAMPANA.

Del mismo modo consideramos la vida como una residencia temporal. La

tendencia es: ¿por qué sería necesario buscar la verdad y la belleza en ella?

Quisiera enfatizar que esta vida llegará a su fin en su momento, pero que no

hay forma de huir de la "verdadera" vida. Podemos cambiar esta casa, este

lugar; pero la esencia de la vida permanecerá con nosotros. Y éste es

nuestro Yo, con una Y mayúscula. No existe forma alguna de deshacerse

de él.

Somos moldeados por lo que hacemos. En último término, nuestros actos

nos moldean, para bien o para mal. Modifican y dan forma a la vida y

moldean el alma. Lo que hagamos con nuestra vida y cómo lo hagamos

indicará nuestro desarrollo futuro. Nuestra actitud hacia la vida guiará el

camino de nuestra alma: cómo evolucionará, qué misterios hasta ahora

inexplorados - descifrará. Si somos conscientes de que nuestra actitud hacia

la vida nos moldeará en el futuro, podremos descartar de inmediato el

pesimista punto de vista según el cual la vida es discordante, inútil, carente

de significado. Entonces, puede que nos demos cuenta de la falsedad de la

creencia de que la vida es pesarosa. Entonces no hay un esquema para las

cosas. Entonces, puede que descubramos que todo lo que se opone a la vida

es irreligioso.

Sin embargo, en nombre de la religión se nos ha enseñado la negación de la

vida. La filosofía de la religión ha estado orientada hacia la muerte, no

hacia la vida. Predica que aquello que se halla después de la vida es

importante, mientras que aquello que se halla antes de la muerte no tiene

significado. Hasta ahora, la religión ha adorado a la muerte, pero no ha

mostrado respeto alguno por la vida. En ninguna parte de ella

encontraremos la aceptación jubilosa de las flores y frutos de la vida, pero

sí la hallaremos impregnada de una fe regida en las flores muertas. ¡Eso es

cantar loas en la tumba de flores muertas! La especulación religiosa

siempre se ha concentrado al otro lado de la muerte: en el paraíso, en la

liberación (cielo-moksha-nirvana), como si no le interesara lo que ocurre

antes de la muerte. Les quiero decir que si son incapaces de probar lo que

hay antes de la muerte, ¿cómo podríamos arreglárnoslas con lo que hay

después de la vida? ¡Casi imposible! Si no podemos beneficiamos con lo

que hay antes de la muerte, no podremos preparamos o capacitamos para lo

que vendrá después de ella. La preparación para la muerte también debe

hacerse, en torno a la vida y durante ella. Si existe otro mundo después de

la muerte, también allí nos veremos enfrentados a aquello que hemos

experimentado en esta vida.

No existe forma de sustraerse a estos efectos, a pesar de lo que se proclama

para descalificar esta existencia y renunciar a esta vida.

Yo afirmo que no hay ni podrá haber ningún Supremo ni Dios ajeno a esta

vida. También afirmo

...

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