Demian de Hermann Hesse y los arquetipos de Jung
Cristalroy19Documentos de Investigación1 de Mayo de 2020
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Demian bajo los arquetipos
Instituto Superior del Profesorado “Jorge Luis Borges”.
Carrera: Lengua y Literatura.
Curso: 1° año.
Unidad Curricular: Lectura y escritura académica.
Profesor/a: Yardin Sonia.
Alumno/a: Ayala Marlene Daniela.
Año: 2019.
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Tema: ¿En que se basó hermann hesse para crear a los personajes en “Demian: la historia de la juventud de Emil Sinclare”?
Hipotesis:
- Demian más que un personaje es un sueño.
- Toda la novela se basa en símbolos de la teoría analítica de Jung.
- Emil es un reflejo de nosotros mismos a medida que crecemos y como nos enfrentamos a los conflictos de la vida.
- Abraxas aparece como un camino hacia la aceptación completa de uno mismo.
¿Por qué elegí este libro?
Este libro lo había leído por primera vez a la edad de 16 años cuando me enteré que una canción que me gustaba estaba inspirada en esta obra y decidí elegirlo al investigar más y enterarme que el escritor se basó en la psicología analítica de Carl Jung.
Introducción:
Hermann Hesse estuvo fuertemente inspirado por la psicología analítica de Carl Jung, esta psicología analítica es una escuela de psicoterapia moderna, y algo que caracteriza a la psicoterapia es el análisis de los sueños. Lo más importante para en tender los sueños según la psicoterapia son los símbolos, así que es muy importante entender los símbolos que aparecen en la obra Demian y para entenderlos Hesse utiliza algunos de los arquetipos de Carl Jung para crear esta obra literaria. En esta monografía se demostrarán algunos de los arquetipos que están ligados a la creación de la novela.
Desarrollo:
Antes de comenzar a analizar la obra veamos de que trata la misma con un pequeño resumen:
Demian: Historia de la juventud de Emil Sinclair
Es una novela que narra (como indica el título) la historia de la juventud de Emil Sinclair. Su tránsito de la infancia a la adolescencia y como a partir de ese punto su vida se abre paso hacia la madurez.
"Demian" es la historia de la búsqueda personal y el camino hacia la madurez de Emil Sinclair, quien conoceremos desde la niñez hasta la adolescencia. Se trata de un personaje que ha vivido siempre conforme a la moral correcta y que cree que ser bueno es su único cometido, no conoce todavía la maldad del mundo. En su camino, aparecerá Max Demian, un personaje muy importante que da título a la novela y que obligará a Emil a cuestionarse todas las cosas que ocurren en su vida de forma filosófica y crítica. Es, digamos, una especie de guía que le llevará a interrogarse constantemente, a descubrir la cara oculta del mundo y a romper con todos aquellos paradigmas que le fueron inculcados.
Los arquetipos de Carl Jung:
Carl Gustav Jung fue un importante psiquiatra y psicoanalista que desarrolló una teoría psicoanalítica en la que introdujo dos ideas principales: el inconsciente colectivo y los arquetipos.
El inconsciente colectivo
Para Carl Jung, el inconsciente puede dividirse en personal y en colectivo. En ambos casos, Jung lo define como "todos los contenidos o procesos psíquicos inconscientes, es decir, no relacionados con el ego en forma perceptible"
Sin embargo, para el psicoanalista suizo era importante separar los procesos individuales (inconsciente personal) de aquellas ideas, instintos e impulsos naturales compartidos por una gran parte de la sociedad (inconsciente colectivo)
Definimos el inconsciente colectivo como el conjunto de elementos interpersonales - normalmente subliminales - que comparten un conjunto de individuos, como la cultura, la idea de arte, las relaciones con otras personas...
Los arquetipos de Carl Jung: definición
Unida a la teoría del inconsciente colectivo, Jung define los elementos que lo conforman como los arquetipos. Es decir: los arquetipos son el primer el modelo o idea compartida de un elemento, acto o emoción.
Para poder comprender mejor esta definición de arquetipo, vamos a poner un ejemplo:
Según Jung, existe un arquetipo de maternidad el cual define de manera inconsciente cómo funciona una madre y qué rol debe adoptar. Curiosamente, muchas culturas comparten la misma idea sin haberse puesto en contacto nunca.
Además, según este psicoanalista, un individuo tiende a adoptar conductas e incluso maneras de pensar propias de ciertos arquetipos, podemos decir que estos influyen en nuestra personalidad.
Arquetipos de Jung en la obra “Demian” de Hermann Hesse
El self: es un arquetipo que representa la trascendencia de todos los opuestos, de manera que cada aspecto de nuestra personalidad se expresa de forma equitativa. Por tanto, no somos ni masculinos ni femeninos; somos ambos, pero también va más allá de ambos.
Demian y el arquetipo del self (el yo)
Demian se nos presenta con las características del arquetipo del self, también llamado de la totalidad, es decir, aquel arquetipo que vela por la integración de la personalidad. Desde su primera aparición para cuestionar la historia de Caín y Abel, Demian encarna a dicho arquetipo, y lo hace enseñando a Sinclair a lo que podríamos llamar salirse del marco o del cuadro. Le enseña a ir más allá de las explicaciones tradicionales y a atreverse a pensar por él mismo. La transformación de la historia que convierte a Abel en un cobarde y a Caín en un elegido deja una viva impresión en Sinclair.
La persona: representa nuestra imagen pública. La palabra, obviamente, está relacionada con el término persona y personalidad y proviene del latín que significa máscara. Aunque se inicia siendo un arquetipo, con el tiempo vamos asumiéndola, llegando a ser la parte de nosotros más distantes del inconsciente colectivo. En su mejor presentación, constituye la “buena impresión” que todos queremos brindar al satisfacer los roles que la sociedad nos exige
Sinclare y el arquetipo persona
Sinclare en los dos primeros capítulos se nos presenta con características del arquetipo persona, comienza siendo un niño bueno, obediente, pero luego del encuentro con Kromer cuando comienza ser manipulado para hacerle favores a cambio de que no diga del robo que cometió, vemos a Sinclare aparentando frente a su familia ser un niño bueno cuando en verdad no lo era en ese momento, se sentía culpable y no podía decir nada. En pocas palabras quería dar una buena impresión usando una máscara delante de el para ocultar los pecados que había cometido.
Arquetipo sombra
Al contrario de lo que pasa con la Persona, la Sombra representa todo aquello de nosotros mismos que queremos que permanezca en secreto, porque es moralmente reprobable o porque es demasiado íntimo.
Kromer y el arquetipo sombra
Es la aparición de Kromer, un niño que pertenece al otro mundo, la que marca el comienzo del proceso de crecimiento en el protagonista. Este personaje, a partir de una mentira de Sinclair, le induce a una serie de tareas que debe realizar a condición de no ser delatado. Estas tareas le introducen pues, a descubrir la parte suya que pertenece a ese mundo oscuro, que hasta entonces conocía tan solo superficialmente y le parecía ajena.
“Con el corazón helado tuve que presenciar cómo se convertía en pasado y se desligaba de mí todo mi universo, toda mi vida dichosa y buena, mientras me sentía sujeto ya al mundo tenebroso y desconocido (...). Por vez primera saboreé la muerte; la muerte que sabe amarga porque es nacimiento, porque es angustia y temor ante una terrible renovación”(p.34)
Kromer, encarna pues, este arquetipo sombra, en su aspecto negativo, y a través de tareas, en las que Sinclair debe trabajar para él, hace que el niño empiece a dejar ir, dejar morir su mundo luminoso, porque es necesario para esta terrible renovación, de la que nuestro personaje, hasta el momento, poco conoce y de allí su carácter de terrible e incierta.
Arquetipo anima y animus
El anima es el aspecto femenino presente en el inconsciente colectivo de los hombres y el animus es el aspecto masculino presente en el inconsciente colectivo de la mujer.
Beatrice y el arquetipo anima
El paso de la infancia a la adolescencia se caracteriza por una primera fase de desorientación y de aislamiento de Sinclair que desemboca finalmente en un movimiento polar inverso, y como cuando niño, como adolescente vuelve de nuevo al mundo sombrío. Del candor infantil en el que se había refugiado tras le incursión en el mundo sombrío en el que le introdujo Kromer al refugio en el propio mundo sombrío de la bebida, la fanfarronería, la desgana y la rebeldía contra un mundo que detesta...Sin embargo, y a diferencia de cuando niño Sinclair ahora, como adolescente, se entrega a ese mundo plenamente - con la única excepción de la sexualidad -. Sin embargo, se encuentra finalmente con una presión, pues como dice en un pasaje: "Era todo como una obligación. Yo hacía lo que creía que debía hacer; de otra forma, no hubiera sabido qué hacer conmigo mismo".
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