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Dialogo Con Ana Maria Fernandez


Enviado por   •  28 de Mayo de 2012  •  10.380 Palabras (42 Páginas)  •  666 Visitas

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Diálogo con Ana María Fernández

"Mi preocupación es como transformar la historia sin olvidarnos del deseo"

Hace una década escandalizó a la ortodoxia del grupalismo con un texto compartido con Ana María Cueto, que ahora, a la distancia, califica de "borrador elemental". Sin embargo, aquel "dispositivo grupal" resultó una suerte de petición de principios para Ana María Fernández, el trazo grueso de un pensamiento provocador, expansivo y vigoroso.

En su búnker de Palermo Viejo, la autora de "El campo grupal" y titular de la Cátedra de Teoría y Técnica de Grupos de la carrera de Psicología de la UBA, habló de haceres grupales y sobre esa base sugirió la necesidad de "una revuelta" que le pase el plumero a certezas tan cómodas como enfermas de naftalina.

La subjetividad, la izquierda, los tics del mundo psi y una invitación a que cada quién piense con su propia cabeza fueron algunas de sus jugosas formulaciones.

Entrevista de Walter Vargas y Daniel Seghezzo

WV- ¿Cómo fue que llegaste a la noción de dispositivo grupal?

AF- Esa idea la expuse en sus lineamientos básicos a lo largo de una serie de artículos publicados a mediados de los ochenta. Al volver a trabajar en la enseñanza de lo grupal nos dimos cuenta que los textos con los que habíamos enseñado en los sesenta y en los setenta en algo habían caducado.

WV- Al principio me enojé mucho cuando leí esos artículos, dado que yo venía de siete años de estudiar Psicología Social con todo el fervor pichoniano. Y luego, al pasar por la escuela de Tato me encuentro con alguien que se atreve a interpelar sin más la noción de tarea, vista apenas como convocante y ya no de manera estructurante.

AF- Sí, admito que a los pichonianos ortodoxos eso los irritaba.

WV- ¿Podrías desarrollar entonces tu noción sobre la idea de tarea?

AF- Partamos de que ya en Pichón mismo, para ser fiel a la letra, hay una distinción entre tarea implícita y otra explícita. La implícita es lo estructurante en Pichon. Lo que me parece es que si algún mérito tuvo ese artículo escrito muy a la ligera es que no daba por verdad lo que estaba ya dicho. Encontré un modo de no aceptar verdades consagradas dichas por consagrados. Lo mismo que en el libro, El Campo Grupal se permite interrogar ese pequeño núcleo de mojones teóricos mínimos del tema. No podés comparar lo teorizado en grupos con, por ejemplo, lo teorizado en el interior del psicoanálisis, que es una obra inmensa, riquísima. Lo grupal es muy pobre en su producción teórica y también es muy nuevo. Y también porque los grupalistas, más que teorizar, hacemos. Es muy difícil teorizar sobre lo que acontece en un grupo; la pregunta por el cómo y el por qué de eso que está ocurriendo ahí no tiene fácil respuesta.

DS- ¿Te parece que el pensamiento pichoniano ha sido demasiado institucionalizado o petrificado?

AF- Totalmente. Yo lo conocí un poquito a Pichon, y te aseguro que él ha sido una de esas personas menos aferradas a las teorías que conocí. No le interesaba el bronce ni nada por el estilo.

DS- El se hubiera sentido bastante incómodo con todo eso.

AF- Acaso tampoco hubiera entendido bien los intentos por encontrarle filiaciones marxistas que él en realidad no tenía o que, en todo caso, no fueron determinantes. Es lo mismo que se hace a veces con Lacan. Lo que ocurre es que Lacan -lo mismo que Pichon-, buscaba referentes conceptuales de distintos autores, distinta procedencia y distintas disciplinas. Si congelamos la dimensión de lo inconciente en Lacan en la noción estructuralista de inconciente, es hacerle pagar a un autor de tanta riqueza, un efecto de época del cual él no fue responsable. Tomar al pie de la letra estas cuestiones es como dejar congelado un pensamiento que es devenir, que es proceso.

DS- Un buen ejemplo que abona lo que decís es el de Nietzsche, no?

AF- Fíjense que de los tres grandes hermeneutas de la sospecha, Marx, Nietzsche y Freud, el que mantiene más juventud de pensamiento es Nietzsche. Y esto no pasa porque él sea más importante que los otros dos, sino debido a que los otros dos padecieron el peso mortífero de las instituciones de bronce. Entonces, han habido legiones de marxistas que creían que era verdad lo que decían porque Marx ya lo dijo, y legiones de psicoanalistas que creen que es verdad lo que dicen porque ya lo dijeron Freud o Lacan. La institucionalización escolar de los grande pensadores resulta siempre mortífera.

WV- ¿Querés decir que Nietzsche careció de seguidores?

AF- Quiero decir, algo burlonamente, que Nietzsche se mantiene joven por que no aparecieron escuelas de nietzcheanos que lo colocaran como el Maestro. En caso contrario hubiera pasado lo mismo. Ningún autor resiste la Escuela y la enseñanza como verdad religiosa; tanto Freud como Lacan en determinado momento de su pensamiento cambiaron su rumbo. Sus textos, por eso mismo, no pueden ser tomados como una verdad revelada.

WV- O sea que para vos el legado de un pensador es más que nada una herramienta, y no un bronce o una acumulación de ideas cristalizadas.

AF- Yo desconfío de toda obediencia a las ideas. En El Campo Grupal intento precisamente eso, analizar las ideas con un criterio de elucidación crítica.

WV- ¿Cómo valorizás la situación del marxismo en este fin de siglo?

AF- Bueno, hay cuestiones de la política que no se saldaron en su época, y que tampoco se saldan ahora. Por ejemplo el problema de la tensión entre democracia y revolución; es decir, como realizar transformaciones de extrema radicalidad en el marco de los consensos democráticos. Esta es una de las cuestiones que hoy una izquierda que quisiera tener vigencia tendría que repensar. En tal sentido el marxismo ha caído de hecho, pero no de derecho. Me parece que con el marxismo habría que hacer lo mismo que con el psicoanálisis, una oportuna deconstrucción.

WV- Jacques Derrida parece haberla intentado.

AF- Sí, Derrida abre una perspectiva muy interesante, pero hay que tener el recaudo de no instituir rápidamente nuevos padres. Creo que mas que buscar nuevos padres lo importante es tomar herramientas de distintos autores para producir nuevos

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