EL CASTIGO CORPORAL ES PERJUDICIAL PARA LA INFANCIA

EL CASTIGO CORPORAL ES PERJUDICIAL PARA LA INFANCIA.

 Toda forma de violencia física o psicológica contra un niño genera humillación, miedo y desconfianza. Y en vez de educar para el “recto proceder”, enseña a actuar sin miramientos contra la dignidad de las personas. La autoridad en la familia es necesaria, pero los padres deben actuar con serenidad para ejercerla de modo legítimo, las sanciones violentas deberían ser prohibidas, y la Corte Constitucional se ha ido regulando frente a la disciplina en familias y colegios. El ICBF ha probado que quienes han perpetrado crímenes violentos, incluidos los integrantes de grupos armados ilegales, han sido siempre víctimas de este tipo de maltrato en su niñez. Las personas que castigan físicamente a sus hijos han sufrido el mismo maltrato en su infancia y se ha demostrado que han adoptado este comportamiento por el ejemplo.

A través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual. Más allá de sus consecuencias sanitarias y sociales, el maltrato infantil tiene un impacto económico que abarca los costos de la hospitalización, de los tratamientos por motivos de salud mental, de los servicios sociales para la infancia y los costos sanitarios a largo plazo.

Los hijos no se pueden tratar como una propiedad, no tienen pertenencia. Son seres humanos independientes y aunque, los progenitores hayan sido el medio para traerlos al mundo, no merecen el privilegio de castigarlos físicamente. Ese privilegio de poder engendrar o gestar no confiere derechos sobre el otro.

Las personas que están de acuerdo con el castigo físico, son personas con fuertes problemas psicológicos, que no tienen en cuenta que un niño es de igual manera un ser humano, estas personas se encuentran a favor del abuso y el maltrato. La mayoría de personas que se encuentran a favor del maltrato infantil, tienen problemas que deben ser tratados por especialistas. Ya que pueden producir más personas con este pensamiento abusivo, muchos niños maltratados ayer son los maltratadores de hoy. Sin embargo, otros superaron su dolor traumático y canalizaron su energía a proteger a la infancia maltratada. Debemos considerar que la mayoría de padres que maltratan o pegan no quieren hacerlo, muchas veces son ellos quienes describen lo mal que se sienten después de hacerlo. Así, muchas veces cuando agreden se agreden también a ellos mismos y si lo hacen es porque no saben otra forma de hacerlo ni creen que exista.

Las personas que ejercen el maltrato infantil solo generan un mundo desigual, además de un mundo con mayor intranquilidad, dolor y guerras. Ya que defienden las ofensas y lo agravios, además de la antigua idea de solucionar las distintas problemáticas presentes en el mundo de forma agresiva por medio de lesiones, golpes y perjuicios.

Quién maltrata suele usar la violencia para imponer respeto ante su escasa facultad para establecer límites en la conducta infantil y aunque en la educación los padres deben tener un papel preponderante, la sociedad tiene la responsabilidad de velar porque esta educación sea impartida SIEMPRE en el marco de los derechos de los niños.

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