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ENSAYO DE MECANISMOS DE DEFENSA

paula villagranEnsayo14 de Octubre de 2017

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ENSAYO DE MECANISMOS DE DEFENSA

                                        ANNA FREUD.


Introducción.

        

         

 Los mecanismos de defensa, constituyen elementos que el Yo pone en marcha para evitar toda forma de agresión que irrumpa la tranquilidad del Yo, de manera que se intentara proteger con los mecanismos de defensa, para evitar la ansiedad que generen estos acontecimientos perturbadores. Esto se refiere a acontecimientos, acciones, conductas que en la realidad produzcan alteraciones al sujeto, al yo, y que estos mecanismos de defensa van a intentar proteger de una verdad que le resulte muy perturbadora, estos mecanismos harían su trabajo bloqueando o sencillamente desviando esa circunstancia.

 Según la teoría de Freud, la ansiedad es una respuesta emocional intensa que se desencadena cuando hay un conflicto reprimido está a punto de emerger a la conciencia, entonces, cuando una persona se ve enfrentada a vivir ciertas situaciones que le generan un grado de ansiedad (O miedo que según Freud lo traduce en solo ansiedad) se produce un desequilibrio mental, produciéndose consecuentemente con ello, un bloqueo a la situación o distorsionando el hecho. Todo esto con la finalidad de que los impulsos sean distorsionados o bloqueándolos, para que en si resulten más aceptables o menos amenazantes.

        

        Resulta entonces, que estos mecanismos de defensa son manifestaciones conductuales, acciones u / omisiones, que nos obliga a las personas a recurrir a ellos, de manera inconsciente, para de cierta manera, no mediar ni ceder ante las demandas que impone el ello, y con ello, se traduce en acciones que intenten cegarnos, desviar o bloquear la verdad tan dolorosa para nosotros. En por ello, que en estos siguientes apartados, me inmiscuya a demostrar como los mecanismos de defensa se manifiestan en el quehacer diario de una vida común y corriente de las personas.


LA REPRESIÓN.  

Primer mecanismo de defensa, que fue conceptualizado por Freud, y posteriormente, heredado a Anna Freud, cuya finalidad consiste en rechazar o sacar de la conciencia, intentando no permitirle al yo, aquello que resulte doloroso, desagradable o inaceptable, de manera que el sujeto cuando se enfrente a estas amenazas o conflictos, internos o externos, resulte bloqueándolas o evitándolas, de manera casi cegadora para el sujeto. Es este mecanismo de defensa, en que Freud utilizaba frecuentemente, y que por ende, aunque este encargado de imposibilitar el acceso de la conciencia a aquellos recuerdos traumáticos, estos deseos igualmente seguirá influyendo en el conductual de una persona, ya que por lo que nos señala Freud, estos se manifestarían de manera intermitente, en sueños, lapsus o síntomas.

 Siendo la represión un mecanismo que sugiere más profundidad y estudio en un apartado completamente dedicado a este, lo relevante es señalar las funciones que cumple, ya que este mecanismo en sí, siendo el más importante ya que trabajaría en conjunto simultáneamente con otros mecanismos de defensa, es el real responsable de las neurosis.

Un clásico ejemplo es el de un hijo que odia a su madre, pero girando este ejemplo a casos conocidos pero no muy divulgados ni aceptados, ya que nuevamente la cultura empujado por cánones religiosos, no lo hacen muy contemplado dentro de lo esperado y normal, es el caso de la madre que odia a su hija. Suponiendo que la madre intente divulgarlo, explicitarlo, manifestarlo de diversas índole es lo que es mas demostrativo que exista sin que se necesite despojar la barrera que la hace reprimirse, pero en el caso de la hija, cuesta aceptar la idea de que la propia progenitora, tenga aquellos deseos de odio para con su propia hija. Sucede entonces que el paso del tiempo sucede, la hija va acumulando en su recuerdos, todo lo que la madre ha de proporcionado en ella de manera más despectiva e indolente hacia ella, la hija, lo más probable es que mediante otro mecanismo de proyección, la negación, intente en si no aceptar el hecho de que su progenitora tenga tales sentimientos con su hija, y la hija en ese caso se comporte de manera sumisa, introvertida, dócil y a su vez, reconozca y sobrevalore características que incluso, sean inexistentes en su madre, lo que simultáneamente, también podría suceder que la hija resulte afirmando de alguna manera que su progenitora concuerda con ciertas críticas hacia ella, y logra aceptarlas, interiorizándolas en su persona. Explícitamente, la represión se manifestaría en no aceptar el odio efusivo hacia su madre, ya que esto no es bien comprendido, ni menos bien aceptado socialmente, por ende, el odio se volcaría hacia sí misma, se justificaría el actuar de la madre, y probablemente, en un futuro no muy lejano, la propia hija repita el patrón con una pareja que la haga sentir igual que la misma relación que tenia con su madre, y /o también, la hija al momento de tener hijos, se comporte de igual manera de cómo se comporto su madre con ella.

LA SUBLIMACION.

 La sublimación, consiste en la forma de desplazar aquella energía que se desvía hacia un objeto que tiene unos valores “ideales”.  Se consideran como uno de los mecanismos de defensa más positivos, ya que, sería una medida para alcanzar dicha satisfacción de forma sustituta o imaginaria. Más bien, todo tipo de impulsos, tendencia o instinto,  traducidos en comportamiento o conducta, que son aceptables cultural o moralmente por la conciencia, se descargan en torno a comportamiento aceptables,  como señala Agusto Vels (1990), actividades científicas, artísticas, que parafraseando a Freud, podrían ser  consecuencias de este mecanismo de defensa.

        

Este mecanismo de defensa, lograría en cierta forma ser más constructivo que destructivo. Ya que según implicaría su función, la pulsión podría canalizarse de manera más positiva y lograría dar como resultado, conductas o acciones, que sean mejor aceptadas y por ende mas valorizadas, socialmente. Tal recuerdo un caso, en que he podido apreciar una película llamada Gridiron Gang, o la vida en juego, del director   Phil Joanou. Esta película está basada en la vida real, en el documental Neal H. Moritz y Lee Stanley, siendo Stanley el que logra introducirse durante unos días con jóvenes en riesgo social, en la cárcel para adolecentes, jóvenes delincuentes. Un grupo de jóvenes delincuentes, de bajo estrato social y por ende cultural, fueron introducidos en un programa para jugar futbol americano. La finalidad  era de enviar un mensaje en que el hombre puede marcar una diferencia, sobre todo con jóvenes que son incorregibles, con trabajo duro, responsable y liderazgo. Aquí me permito recalcar la sublimación, ya que se comprendía que en el caso de los jóvenes en aquellas condiciones, provenientes de las peores y escasas, o nula de  vinculaciones familiares, en ambientes donde existe maltrato, agresividad, drogas y alcohol, donde se pueden dar más mecanismos de defensa, la sublimación aquí en este caso ha hecho su trabajo para una finalidad positiva. Los jóvenes que participaron en el programa para jugar futbol americano, de acuerdo al mismo que los entreno, canalizo aquella agresividad, para ser manifestada en un campo de juego, para lograr ganar un juego, para lograr demostrarse a ellos mismos, que eran más que simples delincuentes. La sublimación se manifestarse n la forma como ellos dirigían esa agresividad, que tanto perduraba y era manifestada en pelea de pandillas, en efusivos actos de robos a tiendas, todo para acabar dirigiendo ese impulso, hacia fines mejores que en sí, tuvieron buenos y relevantes resultados, como el cambiar el pensamiento de estos jóvenes demostrándoselo, la excepción a la regla, es que sortearon algunos que no cedieron por este cambio, y volvieron a la misma vida que han tenido, mientras que un porcentaje mayor tendió a pensar lo contrario.

  REGRESIÓN

        Este Mecanismo de Defensa, sería una forma de retornar a la etapa infantil de la posible consecuencia de una confusión del yo adulto.  Este tipo de confusión, o como lo señala Vels (1990)  Enturbiamiento, donde el yo se expone a un fracaso frente al objeto. De cierta forma, consiste más bien cuando el sujeto, se encuentra con hechos o circunstancias que no actúa de manera tal, esperada con una respuesta segura o eficiente ante estos hechos, lo que por ende, en aquellos casos se manifestaría sentimiento de culpa, de inferioridad, indignación, frustración, es en estas conductas donde el sujeto como solución al hecho estresante, volviese a un estadio anterior de su desarrollo en su vida afectiva o mental, en donde este se sentía seguro y cómodo, protegido, querido como una forma de protegerse.

         Según August Vels (1990) “Toda regresión supone una vuelta atrás del proceso de maduración psicológico, tanto afectivo como mental.  Por tanto, es un claro síntoma de neurosis, de desadaptación. El, Ello dominaría por sobre el yo, lo que crearía un disturbio en a la personalidad”. Este tipo de mecanismos se pueden apreciar por ejemplo, en como los compañeros de estudios, de trabajo empedernidos en el área laboral, o en el área de estudio compitiendo con otros, en superar en logros y eficiencia, para la demostración de la capacidad e inteligencia que tanto es de relevancia. Y sucede que  ante eventuales circunstancias lo planeado no surge con su cometido, lo que se encontrarían con lidiar  con sus frustraciones de manera que  responden de forma  agresiva, con berrinches, pataletas, ataques de llanto, gritos, explosiones de agresividad, que incluso terminarían con la destrucción de objetos externos, en el intento del desahogo. Aquí, la regresión se manifestaría en como los sujetos tienden a responder para circunstancias estresantes, igualmente como respondían en estadios de su niñez. El shock que produce  la realidad, donde el Yo imposible de bloquear dicha circunstancia, accede a la petición del Ello que empuja con toda su noble fuerza, para responder tal cual manera, como cuando el Ello podía saciarse en estadios donde plenamente se gozaba del dominio de su manifestación. En el presente, el sujeto que se encuentra en su adultez, sujetado por la perpetración constante del Superyó, el Yo; ansioso y estresado por la realidad que se impone, el Ello golpeando para salir sugestionando al Yo de saciarse, evocando su plena libertad en la niñez, de manera que, vemos al sujeto adulto completamente dominado por la ira manifestando la agresividad.

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