ENTENDIENDO EL PESAR AYUDÁNDOTE A CICATRIZAR
ncvo4 de Marzo de 2014
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ENTENDIENDO EL PESAR
AYUDÁNDOTE A CICATRIZAR
Alan Wolfet, Ph. D.
CAPÍTULO I
LA CAPACIDAD DE AMAR REQUIERE DE LA NECESIDAD DE LLORAR
El acto de vivir es diferente desde el principio hasta el fin .
Su ausencia es como el cielo, se extiende sobre todas las cosas.
C. S. Lewis
Un pesar observado
Alguien que tú amas ha muerto. Como lo señala C.S. Lewis en el epígrafe, el sentido de pérdida es agobiante. Ahora estás frente al problema, pero forzosamente necesitas el duelo. Por definición, el duelo es la expresión externa o pública de tus muchos pensamientos y sentimientos relacionados con la persona que ha muerto.
Estás iniciando una jornada que con frecuencia es aterradora, dolorosa y a veces solitaria. No hay palabras, ni escritas ni habladas, que puedan liberarte del dolor que hoy sientes. Espero, sin embargo, que este libro te traerá algo de alivio y aliento en la medida en que te comprometas a ayudarte a ti mismo a cicatrizar tu dolor.
Tal vez tú ya has escuchado la siguiente afirmación: “Con el tiempo te sentirás mejor”. Los sentimientos de pesar que experimentas cuando alguien que tú amas muere, a veces se describen como “emociones que se curan a sí mismas”. No obstante, el tiempo por sí mismo no tiene mucho que hacer por la cicatrización. Para recuperarte, debes tener la voluntad de comprometerte en aprender y entender el proceso del dolor.
Cuando te ves forzado a enfrentar la muerte de algún ser amado, debes convertirte en participante activo en tu propia recuperación. Pero en esta cultura, con frecuencia estás librado a tus propios recursos en el mismo momento en que estos recursos están más agotados.
Otra realidad decepcionante es que puedes tener poca -en el caso de que la tengas- preparación para una nueva vida, como una persona afligida. En la crisis del pesar, incluso es posible que no te permitas el duelo, y por lo general no aceptarás esa licencia de otras personas.
Para recuperarte del dolor, primero debes reconocer que no eres un “paciente” que necesita que alguien haga algo para que te sientas mejor. Como sustantivo, la palabra “paciente” se refiere a una persona con una dolencia que está al cuidado de un profesional. Como adjetivo, describe a alguien que es complaciente, pasivo, o resignado ante el sufrimiento. Para muchas personas que han experimentado la muerte de alguien amado, esa palabra abarca ambos significados. Para redescubrir su significado en la continuación de la vida después de la pérdida, deberías evitar pensar en ti mismo como “paciente”.
El pesar no es una enfermedad. No existe ninguna receta mágica para tu prolongado dolor. Pero te prometo que si piensas, sientes y te ves como “participante activo” de tu curación, experimentarás un sentido renovado de significado y propósito en tu vida.
Ser humano significa llegar a saber que la pérdida es parte de la vida. Muchas pérdidas, o “pequeños pesares” ocurren a lo largo del camino de la vida. Y no todas tus pérdidas son tan dolorosas como otras: no siempre te desconectan de ti mismo. Pero no sería extraño que la muerte de un ser amado haga que te sientas desconectado de ti mismo y del mundo que te rodea.
Te invito a venir conmigo como para guiarte en un esfuerzo por enfrentar honestamente tu pesar. En las siguientes páginas te mostraré la forma de continuar reconstruyendo tu vida hacia una dirección saludable y positiva.
El amor y el duelo
Cuando alguien a quien cuidas muere, tu capacidad de amar te dicta la necesidad del duelo, del luto. El trabajo con miles de personas afligidas, combinado con mis pérdidas personales, me han convencido de una cosa: no puedes recuperarte sin llevar el duelo o expresar externamente tu pesar. Al parecer, el negar tu pesar, o huir de él, o minimizarlo, lo hace más confuso y abrumador. Para disminuir tu dolor, debes abrazarlo.
La reconciliación con tu pesar no ocurre rápidamente. El pesar es un proceso, no un acontecimiento. En consecuencia, debes ser paciente contigo mismo. Cuando llegues a confiar en que el dolor no durará para siempre, se volverá tolerable. Si te engañas pensando que el dolor ya no existe, éste se volverá más intolerable.
Si bien el pesar es una experiencia poderosa, así también lo es la capacidad de ayudar en tu propia recuperación. Con tu voluntad para leer y participar en las actividades señaladas en este libro, estás demostrando tu compromiso por reinvertir en la vida mientras nunca olvidarás a aquel a quien has amado.
La libertad del duelo
En el hermoso libro A Grief Observed (Observando el pesar), C. S, Lewis escribió sobre su experiencia después de la muerte de su esposa. Decía: “Un raro subproducto de mi pérdida fue que me di cuenta de que yo era un estorbo para todas las personas con las que me encontraba... Tal vez los deudos deberían ser aislados en lugares especiales, como ocurre con los leprosos”. Como lo enseña tan apropiadamente a partir de su experiencia, la sociedad a menudo tiende a hacer que el deudo sienta una intensa vergüenza y desconcierto con relación a los sentimientos de la aflicción.
Se puede describir a la vergüenza como el sentimiento de que hay algo que estás haciendo mal. Y puedes sentir que si llevas el duelo, entonces deberías estar avergonzado. Si se te percibe como alguien que “lo hace bien” con tu pesar, se te considera “fuerte” y “bajo control”. El mensaje es que la persona bien controlada permanece racional en todo momento.
En combinación con este mensaje hay otro. Erróneamente, la sociedad da por supuesto que si tú, como deudo, expresas abiertamente tus sentimientos de aflicción, eres inmaduro. Si tus sentimientos son abiertamente intensos, se te puede poner la etiqueta de “demasiado emocional”. Si tus sentimientos son extremadamente intensos, incluso pueden referirse a ti como “loco” o que llevas el duelo en una forma “patológica”.
Como consejero profesional sobre el dolor, te aseguro que no estás loco. Pero los mensajes de la sociedad que rodean al pesar ¡sí lo son! La negación emocional y el menosprecio directo a la necesidad legítima del duelo es un serio problema que debe ser abordado.
En nuestra cultura, el dolor y los sentimientos de pérdida son experiencias que la mayor parte de las personas trata de evitar. ¿Por qué? Porque el rol del sufrimiento se entiende mal. Por lo general, se cree que los pensamientos y sentimientos normales, vinculados a la pérdida son innecesarios e inapropiados. Sin embargo, finalmente uno es capaz de curarse sólo reuniendo el coraje de salir al encuentro de esta herida.
En el proceso de tu curación, trabaja constantemente por superar mensajes como “sigue adelante”, “carga tus cadenas”, o “simplemente ocúpate en algo”. Y en combinación con estos mensajes a menudo hay una creencia implícita pero fuerte de que “Tienes el derecho a no ser herido. Por tanto, has lo necesario para evitar la herida”. Desestima siempre también esta sugerencia. El resultado lamentable es que puedes ser alentado a tomar de repente píldoras para aliviar el dolor, a evitar ir al funeral, o a negar uno o todos los sentimientos de pérdida.
Es natural que, si tú evitas el dolor, la gente que te rodea no tendrá que “estar contigo” tal como tú lo experimentas. Esta situación puede ser más cómoda para ellos, pero no es saludable para ti. La realidad es que muchas personas intentarán protegerse del dolor tratando de protegerte de él. No dejes que nadie te haga esto.
Cuando tus sentimientos personales de duelo se enfrentan con mensajes basados en la vergüenza, se hace más difícil descubrir cómo se curará tu herida. Si internalizas estos mensajes alentando la represión del pesar, incluso puede ocurrir que seas menos capaz de ayudarte en tu recuperación. Pensar que el duelo es un error puede tentarte a actuar como si te sintieras mejor de lo que te sientes. Finalmente, sin embargo, si niegas tus emociones, niegas la esencia de la vida.
Las lágrimas que derramas cuando muere alguien a quien amas, son el principio de tu proceso de recuperación. Ellas son una expresión externa de tu pesar. Al permitirte el llanto, encontrarás alivio y permitirás que las heridas de tu pesar cicatricen. Recuerda: la cicatrización requiere que tú sientas, y este sentir implica que superarás los mensajes basados en la vergüenza que no legitiman tu necesidad de duelo.
En cierto sentido, tu propia ayuda a recuperarte del dolor se origina en un compromiso muy personal de desear que la herida cicatrice. Espero que este libro pueda crear un lugar seguro para que tú abraces tu experiencia de dolor y la expreses. Si bien la muerte de alguien amado cambia tu vida para siempre, la represión o la negación del dolor no harán que éste se vaya. Por el contrario, ir al encuentro del dolor te ayudará a cicatrizarlo.
En las páginas siguientes te invito a iniciar la travesía hacia tu pesar personal de una forma tolerable y que dure por toda tu vida. Para ello, primero disiparemos algunos de los mitos comunes sobre el pesar y el duelo.
CAPÍTULO II
MITOS COMUNES SOBRE EL PESAR Y EL DUELO
“El pesar sólo se convierte en una experiencia tolerable y creadora cuando el amor le permite ser compartido con alguien que realmente lo entiende.”
Simon Stephens
La cicatrización de tu pesar requiere un pequeño trabajo preliminar. Primero debes estar dispuesto y disipar algunos mitos comunes sobre el pesar y el duelo. Conforme vayas leyendo este capítulo, puedes descubrir algunos de estos mitos en
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