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ETICA - EL ABORTO Y LA EUTANASIA


Enviado por   •  22 de Diciembre de 2013  •  1.364 Palabras (6 Páginas)  •  332 Visitas

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EL ABORTO

La sexualidad y la reproducción deberían ser siempre actos voluntarios y planeados. Pero no siempre es así, por eso tantos embarazos no deseados, esos que son inoportunos o que ocurren en momentos poco favorables. Estos embarazos son comunes en adolescentes, en mujeres solteras y en mujeres de más de 40 años; además la frecuencia es mayor entre las mujeres de escasos recursos económicos y bajo nivel educativo, aunque ocurren en todas las clases sociales.

No estoy a favor del aborto, pero hay situaciones extremas que requieren un análisis de la situación: ¿si una niña es violadas, debe ser obligada a tener el hijo de su violador? Reducir el derecho al aborto a un asunto meramente político o jurídico, dejando por fuera la ética, no me parece moral.

La iglesia alega que “Los embarazos que siguen a una violación son extremadamente raros”, porque “las disfunciones sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente alta. En tres estudios se ha constatado que el 39, el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del ataque no habían quedado expuestas al esperma durante la violación”. ¿Y el porcentaje restante, las mujeres que sí estuvieron expuestas al esperma durante la violación, y quedaron embarazadas? Creo que no podemos tratar a estas mujeres como porcentajes, e incluirlas en estadísticas. Se deberían ver como seres humanos envueltos en circunstancias lamentables,

El Tiempo consultó la opinión del genetista Emilio Yunis (―El país, en vilo por fallo sobre aborto” El Tiempo, diciembre 1 de 2005), quien dijo que lo ideal es que la sociedad fije acuerdos que le permitan a la mujer tomar decisiones tras haber pasado por las correspondientes consejerías, lo cual se puede interpretar como un prudente apoyo a la despenalización del aborto.

El debate sobre el aborto debería centrarse en las causas y no en las consecuencias, porque el aborto es resultado de múltiples factores que podrían prevenirse atacando sus causas. Existen programas de promoción y prevención, que tienen grandes fallas, porque las cifras muestran aumento de embarazos en adolescentes, aumento de embarazos no deseados, además que en el país no existe una eficiente educación sexual en los colegios, muy bajo uso de anticonceptivos, y un inicio temprano de la vida sexual. A esto se le agrega el negocio lucrativo detrás de los abortos clandestinos.

En el contexto histórico actual, los códigos en vigencia, tanto de occidente como de oriente tiene un consenso universal; La Declaración de Ginebra de 1948 de la Asociación Médica que dice: “Guardaré el máximo respecto hacia la vida humana desde el momento de su concepción”. El código Deontológico Español afirma que “el médico está obligado a respetar la vida humana en gestación”. El Código de los Médicos Alemanes (1970) dice: “por principio, el médico está obligado a respetar la vida humana en gestación. En el nuevo (1976) la promesa contiene que: “Dispensaré a cada vida humana, desde su concepción, un profundo respeto”.

EUTANASIA

El debate sobre la eutanasia inicia porque no está claro quien tiene derecho a decidir sobre su muerte, usted, la iglesia o el Estado; creo que cada quien debería poder decidir sobre su vida y sobre cómo morir. La vida es un derecho cuyo dominio solo le pertenece al individuo. “La eutanasia descansa sobre un principio básico para la democracia: El derecho a la privacidad. Este tiene su raíz en la idea de libertad personal…” (Kurtz, 2008). Es decir que aquellos individuos que están agonizando, gravemente enfermos, deberían tener el derecho de negarse al tratamiento y pedir ayuda para aliviar el sufrimiento y adelantar la muerte. Tenemos derecho a la vida y la libre voluntad del hombre debería considerar el respeto a la muerte.

Creo que decidir morir tranquilamente y sin padecimientos, cuando ya la ciencia no tiene los medios para salvar esa vida, es un asunto privado que debería resolver el directamente interesado, sin que medien la religión o las leyes.

Los enfermos con enfermedades llamadas terminales, y especialmente aquellos atormentados por el dolor, deberían poder decidir acabar con su vida o que una mano amiga y solidaria se ocupe de ellos y

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