Educación Preescolar

EDUCACIÓN PREESCOLAR

Según lo planteado en el documento “la educación preescolar: revolución y fundamentos conceptuales” y otras fuentes, Colombia desde mitades del siglo pasado se ha comenzado a interesar por la infancia y su desarrollo integral, buscando así promover y satisfacer las necesidades de dicha población. Teniendo en cuenta que Colombia es un país nuevo en este sentido, en su totalidad no responde a todas las necesidades de los pequeños en preescolar, en ocasiones algunas instituciones educativas de primera infancia, no se centran en lo que necesita el niño, sino en lo que se cree que necesita. Por ello, se hará un análisis de algunas necesidades de nuestra niñez colombiana y su cubrimiento en la educación preescolar.

Para ello comenzaremos hablando de la dimensión y la necesidad primordial en el desarrollo de nuestra infancia LA EFECTIVIDAD. En un primer momento el niño en su debilidad inicial y total dependencia fisiológica hacia su entorno y los adultos, carece de afectos y aunque presenta el llanto, este es adecuado, es decir, denota impaciencia. Paulatinamente aparecen y desarrollan las emociones de miedo, enojo y amor. La dimensión afectiva se refiere a las relaciones afectivas que existen o se van dando entre el niño y sus padres principalmente, después con sus hermanos, su familia, posteriormente con sus compañeros de preescolar, sus maestros y la gente de su comunidad. La afectividad va referida a los sentimientos, sensaciones o emociones que el niño tiene. Su autoestima y el concepto que tiene de si mismo los va adquiriendo conforme la calidad de las relaciones que el niño tiene en el medio social en el que vive. Las partes del desarrollo que entran en esta dimensión son: la identidad personal, cooperación y participación, expresión de afectos y autonomía.

Teniendo en cuenta lo expresado anteriormente sobre la necesidad y la importancia de la dimensión afectiva para la niñez, en especial para los que están comenzando a entrar al preescolar, se puede decir que nuestro país si atiende con total responsabilidad a dicha dimensión, puesto que lo que prima son sus relaciones sociales y dentro del establecimiento educativo se pretende brindar toda aquella afectividad que hace falta a los pequeños, que puede ser debido a la falta de tiempo de sus padres. Dentro del establecimiento el niño tiene la posibilidad de interactuar con seres iguales a él, con diferentes objetos y personas a las de su hogar, puede jugar, aprender y explorar el mundo nuevo que está conociendo, además de que las personas encargadas de los establecimientos les brindan el cariño y amor necesario para su desarrollo.

Dentro de esta dimensión también se encuentra la social que es el encuentro que tienen los niños con el otro, con ese mundo nuevo, con sus pares, esta dimensión es trabajada muy bien en los establecimientos educativos de educación preescolar en nuestro país, puesto que esta es ligada a la dimensión afectiva, y si una de las dos falla la otra también lo hará y en este caso la dimensión afectiva es una gran fortaleza en los establecimiento por tanto la social también lo es.

Ya hemos hablado de las dimensiones más importantes de nuestra niñez para su desarrollo integral, pero como tales no son las únicas que hacen parte de ese desarrollo. Dentro de este desarrollo también se encuentra el conocimiento y la clase de enseñanza que se les brinde a los pequeños en el preescolar, y es ahí donde nuestra educación está fallando, no podemos pretender educar seres autónomos, críticos, éticos, pensadores, espontáneos si nuestros modelos de enseñanza siguen siendo tradicionalistas. En el documento se planteaban algunos modelos que subsisten desde siglos anteriores y que aun en nuestro país no se han aplicado porque no se quiere romper esquemas; el documento plantea modelos muy interesantes como el de María Montessori sobre la autoeducación,

...