El Adolescente

María del Consuelo Huerta Delgadillo

En este espacio, intentaré desarrollar algunas nociones que considero fundamentales sobre la adolescencia, no sólo porque algunos de nuestros alumnos aún transitan por esta edad, sino porque representa una etapa decisiva en la vida humana. D. L. Levisky, psicoanalista, la define así:

La adolescencia es un proceso que ocurre durante el desarrollo evolutivo del individuo, caracterizado por una revolución biopsicosocial. [...] marca la transición del estado infantil al esta-do adulto. [...] transcurre desde la pubertad hasta el completo desarrollo del organismo.(2000:25).

Mientras que la pubertad tiene un carácter biológico, la adolescencia tiene que ver principalmente conlos aspectos psicológicos y sociales del desarrollo. El adolescente se nos presenta, muchas veces,como un ser enigmático y cambiante, difícil de comprender. Su actitud ante la escuela y sus profesores puede llevarnos de la admiración al escándalo y, muy frecuentemente, a sentirnos frustrados ante su desinterés, su silencio, su rebeldía, en suma, ante su carencia de deseo.

Los conflictos de un adolescente pueden proyectarse en la familia, la escuela y

la sociedad; pero la verdadera crisis está ocurriendo en su interior, en el caos

que representa el dejar atrás la niñez y asumir las responsabilidades del mundo

adulto en un proceso que permanece, generalmente, inconsciente. Aquí se justifica la razón de incluir el psicoanálisis en este debate.

La educación de adolescentes: una aproximación

psicoanalítica

Dentro del contexto del Primer Encuentro Nacional de Investigación Educativa

y Formación Docente, organizado por el CETIS 120 de esta ciudad, la Profesora

Huerta, catedrática de la Escuela de Psicología y del mismo CETIS, presentó

una ponencia que constituyó la base para la redacción de este artículo, en que

desarrolla algunas reflexiones personales acerca de cómo puede verse al adolescente desde el paradigma psicoanalítico.

E

César Arceo

Área educativa

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1. El discurso psicoanalítico sobre la adolescencia.

El inconsciente, objeto de estudio de la teoría psicoanalítica, no se encuentra al margen de la realidad externa porque de allí se alimenta, pero funciona con sus propias leyes y se exterioriza a través de lenguajes difíciles de descifrar como: el sueño, el síntoma, el chiste y los lapsus. Las manifestaciones del inconsciente casi siempre adquieren las características de una metáfora, es decir, no es posible traducirlas literalmente, hay que buscar su significado. Esto implica la existencia de un mundo interno en donde también habitan los fantasmas del pasado y que a veces nos determina aún más, que la propia realidad. El período de adolescencia es el momento en donde esa lucha interna, con los personajes de las escenas primarias de nuestra vida, es más intensa.

Sigmund Freud, creador del psicoanálisis, describió la importancia de estos acontecimientos así:

En el individuo que crece, su desasimiento de la autoridad parental es una de las operaciones más necesarias, pero también más dolorosa del desarrollo. Es absolutamente necesario que se cumpla, y es lícito suponer que todo hombre devenido normal lo ha llevado a cabo en cierta medida.

Más todavía: el progreso de la sociedad descansa, todo él, en esa oposición entre ambas generaciones. (1996:217)

El adolescente necesita dirigir sus afectos hacia nuevos objetos de amor, -diferentes a sus padres- y mientras lo logra, si es que lo hace, experimentará el vacío y la angustia de no saber encausar toda esa investidura (libidinal). Por eso resulta tan riesgosa esta etapa porque algunas veces se coloca así mismo

como el objeto de su agresión y busca autodestruirse. Esto significa que durante la crisis de adolescencia puede estar en juego la propia vida.

2.

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