El Ateneo De La Juventud

A lo largo de los años han pasado una extensa variedad de generaciones las cuales han marcado distintos capítulos en la historia. Es preponderante en nuestro tiempo, mencionar una parte importante dentro de la extensa historia de la educación en México. Ineludible es resaltar al ateneo de la Juventud, asociación civil conformada por un grupo de brillantes mexicanos convencidos de dejar una huella importante dentro del siglo XX, misma que es digna de destacarse y sirva de impulso en nuevas generaciones.

Importante es también destacar como se han ido categorizando las distintas generaciones en la historia de México, marcadas por sus características y particularidades, basadas en los extensos criterios necesarios para definirlas. Por lo tanto, resulta en 1909 se fundó el Ateneo de la Juventud, el cual gracias a dos fuentes de información trascendentes, logramos identificar lo importante que fue ésta asociación civil, denominándosele una expresión de la “Generación revolucionaria”, ya que la mayor parte de sus miembros pertenecen a ésta generación, contando con solo pocos miembros de la generación azul, la cual fue la etapa antecesora.

Para conseguir destacar en una sociedad como la nuestra, es necesario perseguir objetivos claros y que ayuden al desarrollo de nuestra comunidad para posteriormente, porque no, esto impacte al país; El ateneo de la juventud logró homogenizar un grupo el cual tuvo un común denominador: el gusto por la lectura. Hay quienes han mencionado que fue en aquel tiempo cuando: La historia intelectual mexicana del siglo XX comienza, (Quintanilla, 2008).

Este grupo de jóvenes sintieron la enorme necesidad de ser diferentes, encontrar nuevas rutas de pensamiento, e inculcar en su comunidad nuevas formas de expresarse. Basados en su motivación interior, inculcaron a través de conferencias, lecturas en voz alta, libros y medios a su alcance, la cultura, prácticas que hoy en día parecen estar alejadas de volver a aparecer, cuando paradójicamente considero se necesitan aún más que en aquel tiempo.

Jóvenes con apenas un número reducido de publicaciones de artículos, poemas o escritos, toman la batuta intelectual de un país y comienzan a sembrar nuevos ideales en temas como la educación, las artes y lo más importante, la cultura; esto, a partir de la creación de centros y universidades dedicadas a impartir y darle importancia a los temas culturales y artísticos.

Podemos darnos cuenta que no es necesario un nivel muy alto en la escala de clases sociales, para conseguir ser escuchados y hacerse sentir, ya que como lo sustenta Alfonso Reyes la mayor parte de los ateneístas pertenecieron a la clase media de nuestro país, y según las carreras profesionales de cada uno, predominaba la de abogado, no siendo fortuito este hecho, ya que simboliza el enorme compromiso que este grupo de jóvenes sintió por su vocación, inquietándose por hacer sentir a las masas la vigorosa necesidad de reflexionar acerca de la educación, lograr ser escuchados y crear una nueva conciencia.

El miedo a seguir con las mismas ideas que ejercía el régimen porfirista, motivo a este gran grupo de personas a cambiar de una forma muy especial, a través de la cultura, de ahí, que es digno de mencionarse el fundamento de su nombre, el cual es determinado por el nombre de la diosa griega de la sabiduría: Atenea.

Cabe resaltar que un miembro clave de este grupo fue José Vasconcelos, ya que la lectura lo llevo a establecer relación con aquellos con quienes se podría identificar, base que nos sirve de referencia en la actualidad, ya que es siempre importante establecer una afinidad, que sirva de pilar para

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