El Ateneo De La Juventud
terevt11 de Mayo de 2015
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Introducción
El poder analizar y hablar sobre El Ateneo de la Juventud, es poder ver cosas muy importantes que marcaron el rumbo de nuestro país, en donde un grupo de jóvenes pensadores que apenas alcanzaban los veinticinco años en promedio, intelectuales y académicos, luchadores idealistas, críticos, nacientes periodistas, liberales y editores, eran la luz en las tinieblas de la ignorancia que padecía México. Una generación de intelectuales que luchaba incansablemente por sobresalir y tratar de influir en la vida cultural del naciente México.
La gente se sentía identificada con las obras intelectuales, sabía que no estaba sola y que contaba con alguien que conocía sus necesidades y las rebelaba a través de ellas. Esta nueva generación buscaba la forma de llegar a las clases populares a través de poemas, novelas y pinturas; fueron apareciendo paisajes, personajes, costumbres y mentalidades patrios. La intelectualidad descubría su país, su historia y su gente. Se intercomunicaban de modo indirecto el mundo de las élites y el pueblo trabajador. La huella de éste se grababa con imágenes costumbristas, cuentos, poemas de origen popular.
Las influencias que recibieron los intelectuales de este importante grupo provenían de Europa, aunque la mayor influencia procedía de América Latina, y dio forma al grupo de intelectuales, nombrándoseles el Ateneo de la Juventud, que más adelante se les conoció como “El Ateneo de México”. Como ya se mencionó, era un grupo intelectual que reunió los intelectos de los más notables pensadores, creadores y artistas tanto mexicanos como universales. El ateneo de la juventud inició sus días en 1909 y los ateneístas fueron conocidos como tales hasta el final de sus vidas y se habla de ellos como la generación del Ateneo.
En este trabajo, analizaremos su creación, su desarrollo, y sus aportaciones a la cultura de México y de Hispanoamérica, así como sus características principales, sus integrantes más representativos, como son Alfonso Reyes y José Vasconcelos, sus obras más importantes, algunos aspectos de sus vidas, las razones por las que fueron tan importantes y las influencias que ejercieron en las siguientes generaciones de literatos.
El Ateneo de la Juventud
El Ateneo de la Juventud mexicana fue una asociación civil que tenía como propósito erradicar la vieja forma de ver y pensar la cultura para verla como esencia de la educación y el desarrollo del país tomando como semillas de cambio a personajes como Antonio Caso, José Vasconcelos, Alfonso Reyes y Diego Rivera.
Fue fundado el 28 de octubre de 1909 y duró hasta 1914. Llegó a tener cerca de cien miembros. En 1907 Jesús T. Acevedo había fundado la Sociedad de Conferencias, antecedente inmediato del Ateneo. Exponían sus intereses en conferencias. Su ciclo de conferencias más famoso se realizó de agosto a septiembre de 1910, en el salón de actos de la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
Esta asociación hacía presencia en diferentes ámbitos de la vida cultural y como Alfonso Reyes menciona: “El porfiriato daba síntomas de caducidad y la paz proclamada por el régimen también envejecía”
Jóvenes con apenas un número reducido de publicaciones de artículos, poemas o escritos, toman la batuta intelectual de un país y comienzan a sembrar nuevos ideales en temas como la educación, las artes y lo más importante, la cultura; esto, a partir de la creación de centros y universidades dedicadas a impartir y darle importancia a los temas culturales y artísticos.
Los integrantes del movimiento llamaban al gobierno a “dotar” a la educación en México de una visión más amplia que rechazara el determinismo biológico, el racismo y que encontrará una solución a los problemas causados por los ajustes sociales generados por los grandes procesos de cambio que en México se estaban generando, como la industrialización y la urbanización.
La creación del Ateneo de la Juventud marcó la ruptura entre la nueva generación y la tradición literaria del siglo XX; iba en contra de una educación oficial científica y positiva nacida de la Reforma y establecida en el porfiriato, la cual había alejado de las aulas el cultivo de las humanidades.
Además de la creación de universidades (Universidad Popular Mexicana) y centros dedicados al arte, El Ateneo de la Juventud mexicana logró introducir a México nuevas prácticas para la producción y la difusión de las humanidades, principalmente de la literatura, la filosofía y la filología.
Es así que la llamada generación del Ateneo, propuso la libertad de cátedra y de pensamiento pero su objetivo principal era la reafirmación de los valores culturales, éticos y estéticos en los que México y América Latina lograron emerger como una nueva realidad social y política, dejando a un lado el desdén del porfiriato por el nacionalismo mexicano que se vio reflejado en una afición por otras culturas como la francesa, alemana y norteamericana; así con el objetivo del ateneo, se dio un carácter latino y nuevo a las ideas y pensamientos mexicanos.
Características
• Retorno a la cultura griega.
– “El Banquete” de Platón, fue determinante para lograr esto.
• Estudiaron la cultura mexicana.
• Interés en la literatura española e inglesa.
• Métodos críticos a la literatura.
• Interés por el pensamiento universal.
• Nacionalismo crítico.
• Pensaban que las cosas deben saberse bien y en sus fuentes originales.
Alfonso Reyes
Ensayista, crítico, poeta y narrador mexicano, relacionado con la mejor tradición literaria occidental, desde la antigüedad grecolatina hasta las creaciones de Mallarmé y la estética simbolista. Ejerció un notable magisterio en la cultura de su tiempo, promovió la fundación de sólidas instituciones dedicadas a la difusión del conocimiento, y marcó la obra de casi todos los escritores mexicanos posteriores a él, como Octavio Paz y Carlos Fuentes.
Era muy cercano a Porfirio Díaz.
Siendo aún muy joven concluyó la carrera de leyes y partió a Europa, hondamente afectado por el asesinato de su padre, durante la etapa de la Revolución mexicana que marcó el fin del gobierno democrático encabezado por Francisco I. Madero. Como miembro del servicio exterior mexicano se afincó en París en 1914, y allí publicó su volumen Cuestiones estéticas. Estudiar los fundamentos de la creación poética y literaria fue una preocupación recurrente de su obra a lo largo de medio siglo.
A consecuencia de la primera guerra mundial se trasladó a España, donde compartió trabajos y experiencias con Juan Ramón Jiménez, José Ortega y Gasset y Ramón Gómez de la Serna. En esa etapa perfeccionó su manejo de la lengua española, uno de los rasgos que caracterizaron su estilo: riqueza de vocablos y giros expresivos, construcciones gramaticales poco frecuentes, uso de arcaísmos y matices delicados del significado.
Para 1927 ya era embajador en Argentina, donde impulsó la obra del por entonces joven Jorge Luis Borges, quien puso a su consideración el manuscrito de El Aleph y le profesó agradecida admiración el resto de su vida. Tras una estancia en Brasil, donde escribió el volumen Romances del río de enero (1933) se afincó definitivamente en México en una casa-biblioteca, hoy museo dedicado a él, que lleva el nombre de Capilla Alfonsina.
Durante los veinte años siguientes alcanzó el máximo impulso creativo, y su figura de educador se consolidó plenamente. Autor de una obra poética celebrada por sus contemporáneos y las generaciones posteriores, y de una obra de ficción escasa pero interesante, obtuvo no obstante sus mayores logros en el campo del ensayo, donde abordó los más variados temas: la teoría literaria, la historia de Grecia, la novela policíaca y las raíces históricas de México. Entre éstos cabe destacar: Cuestiones gongorinas (1927), Tránsito de Amado Nervo (1937), La experiencia literaria (1942), El deslinde (1944) y Los trabajos y los días (1946).
Miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y del Colegio Nacional, fue fundador del Instituto Francés de América Latina y de El Colegio de México, uno de los centros académicos de alto nivel más prestigiosos del país.
Candidato al Premio Nobel en cuatro ocasiones, nunca llegó a recibirlo; pero su constante entrega a la cultura, sus aportaciones a la literatura mexicana y la calidad de su obra le valieron numerosos premios y reconocimientos públicos, entre los que pueden destacarse por su significado el Premio Nacional de Literatura, que le fue concedido en 1945, el Premio de Literatura Manuel Ávila Camacho (1953) y el del Instituto Mexicano del Libro, que recibió en 1954. Pocas fueron, en definitiva, las actividades culturales mexicanas que no se vieron influidas, dirigidas u orientadas por su gran maestría y su incansable labor.
José Vasconcelos
(Oaxaca, 1882 - Ciudad de México, 1959) Político, pensador y escritor mexicano. Fue el fundador del Ministerio de Educación en su país, desde el cual desarrolló una fecunda y extraordinaria labor, lo que le mereció el sobrenombre de El maestro de la juventud de América.
Licenciado en derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1907, presidió en 1909 el Ateneo de la Juventud, del que fue fundador. Fue partidario de la Revolución Mexicana desde sus inicios, ya que participó en el movimiento maderista como uno de los cuatro secretarios del Centro Antirreeleccionista de México. Fue designado codirector del periódico El Antirreeleccionista por Félix F. Palavicini.
En la insurrección de 1910-11 fue secretario y
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