El condicionamiento operante.

El condicionamiento operante        

Aunque fue Skinner el mayor expositor del condicionamiento operante fue Thorndike quien estableció las bases del mismo con sus estudios con las cajas-problema.  Conceptos como la ley de efecto que es cuando en una relación de E-R existe una consecuencia satisfactoria esta relación se fortalecerá, en cambio, si se presenta una consecuencia desagradable se debilitará; la ley del ejercicio que nos dice que las relaciones E-R se fortalecen con el uso y se debilitan con el desuso y la ley de disposición que explica que el aprendizaje solo se dará si las estructuras nerviosas que intervengan durante la relación   E-R están dispuestas.

A partir de estas premisas el psicólogo Burrhus Frederic Skinner con sus estudios explicaría su modelo psicológico desde el conductismo.

Para Skinner los procesos mentales no eran importantes para explicar la conducta de un determinado sujeto, y que esta misma conducta se aprende por relaciones de estímulo-respuesta.

Skinner identifica dos clases de conducta: la conducta respondiente que es producida por estímulos conocidos como la contracción de las pupilas ante la presencia de luz, y la conducta operante que no necesita de un estímulo conocido para ser producida. Estas respuestas operantes son espontaneas.

Así pues, el condicionamiento operante se basa en ejercer control sobre la conducta de un ser en determinado ambiente por medio de la aplicación de refuerzos. Los experimentos de Skinner consistían en una situación en la que un animal emitía la respuesta deseada y por esto recibía una recompensa que era el reforzador.

Como se puede ver, a diferencia del condicionamiento clásico en donde el reforzador se presenta de forma simultánea al estímulo, en el condicionamiento operante el reforzador viene después de la respuesta esperada. Es una condición de la misma. La mayoría de los condicionamientos operantes ocurren con alguna frecuencia bajo ciertas condiciones, por eso la probabilidad de que se presente un condicionamiento de este estilo es alta en presencia de ciertos eventos ambientales Ilamados estímulos discriminativos.

 Es posible presentar el reforzador sólo en el caso de que un determinado estímulo (estímulo discriminativo) preceda a la respuesta. Las conductas operantes pueden ser puestas bajo el control de estímulos antecedentes, esto se conoce como control del estímulo o control de los antecedentes.

Los estímulos discriminativos se distinguen de los elicitantes en que éstos últimos preceden a la respuesta y la suscitan. Los estímulos discriminativos invitan a la respuesta, pero no la provocan. Sólo indican que la recompensa o reforzamiento está disponible.

El refuerzo es el elemento que altera o disminuye la posibilidad de aparición de una respuesta. Hay refuerzo positivo que es cuando se incrementa la frecuencia de la respuesta por la presentación de un evento, por ejemplo, los aplausos del público incrementan el buen desempeño teatral del actor. Hay refuerzo negativo cuando se incrementa la frecuencia de la respuesta por el retiro del evento, por ejemplo, el quitarle una espina clavada en la pata de un perro, hace que este acuda con mayor entusiasmo a la presencia de su amo. El refuerzo siempre va después de emitida la conducta. La inmensa mayoría de nuestras conductas aprendidas las hemos adquirido por medio de este procedimiento.

Existen también los reforzadores primarios y secundarios. Los primarios tienen un valor reforzante de un modo natural para el sujeto, sin que éste tenga que ser adiestrado para ser reforzado por ellos, como por ejemplo la comida.

 Los secundarios no poseen ese valor reforzante de un modo natural, sino que lo adquieren por asociación con un reforzador primario, por ejemplo, el valor que le damos al dinero es algo que aprendemos. Dentro de éstos son importantes los reforzadores sociales, que son los que provienen de otras personas, como la aprobación, reconocimiento, afecto, pero no obran por igual en todas las personas y en todas las situaciones.

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