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El dia de mi muerte.


Enviado por   •  21 de Enero de 2017  •  Ensayos  •  1.323 Palabras (6 Páginas)  •  335 Visitas

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1. INTRODUCCIÓN

Cuantas veces les decimos a nuestros amigos, parientes, familiares y demás personas que están alrededor de nosotros, que quisiéramos que hagan o digan  cuando llegue el día que ya no existamos más en este mundo donde hemos vivido y pasado muchas cosas maravillosas a lado de ellos, pero no solo pasado buenos momentos si no también malos momentos.

Pero muchas veces ellos no quieren que le digamos nada porque dicen que nunca va a pasar eso que no nos vamos a morir y una serie de cosas, y por más que insistes en querer decirles lo que deben hacer ellos no quieren escuchar, pero no solo le quieres decir lo que deben hacer sino que uno les empieza hacer una serie de preguntas por ejemplo ¿Qué dirías de mí el día que muera? ellos solo atinan a decir eso nunca pasara y si llegara a suceder diré de ti todas tus virtudes y dejare de lado tus defectos para que te recuerden siempre así.

Saben algo no creo que solo digan mis virtudes, por eso decidí cerrar los ojos y hacerme  la muerta por un momento y empecé a imaginar las personas que asistirían a mi velorio y entierro, y esto fue lo que sucedió.

2. QUIÉNES FUERON A MI VELORIO Y QUE HABLARON DE MÍ

Llegamos a  casa de mis padres, mi madre pide que por favor pongan mi ataúd en el lugar que ha sido destinado para que me velen como debe de ser, ella llora sin cesar, mis hermanas vienen y la abrazan y tratan de consolarla sin  conseguirlo, en eso viene una hermosa niña quisiera levantarme y abrazarla, sí es mi hija y no entiende lo que está sucediendo, lo único que alcanzo a escuchar decir es - poque llola mamá- y mis hermanas la ven y la abrazan.

Pasado unas horas siento que se acerca mi tío (padrastro que es considerado como mi papá pero le digo tío) y me dice: “hijita como pudo pasar esto, tu madre está destrozada con tu muerte, tú sabes lo mucho que ella te ama, como dejas a tus hermanas menores y sobre todo a tu hija, por algo pasan las cosas, estoy tratando de ser fuerte para ser el apoyo de tu madre” y se retira lentamente con lágrimas en los ojos.

A todos en casa se les ve  tristes, no pensé que era mucho el amor que sentían por mí, siempre renegaban porque a veces dejaba a mi hija largo tiempo por motivos de trabajo y estudio, pero ese día parece que se olvidaron de esos malos momentos que me hicieron pasar. Empiezan a llegar familiares y  personas cercanas a la familia.

Cada uno de los asistentes se acerca a mis familiares y le dan el pésame,  a mi mamá le pusieron algunos tranquilizantes para que pueda dormir. Luego de darles el pésame se acerca a mí, solo me miran tristes y se van a sentar.

Mi primo se acerca a mí y empieza a decirme: “pucha prima como ese conductor no tuvo cuidado, por qué nos hizo esto, por qué a ti, sabes te voy a extrañar mucho siempre hemos estado en comunicación a pesar de que estábamos lejos, recuerdo que te pusiste feliz cuando te enteraste que iba ser padre y sentiste celos, porque nuestras vidas iban a cambiar y me dijiste muy pronto seré madre para que nuestros hijos tengan la misma temporada y se lleven tan bien como nosotros, y así fue al poco tiempo saliste embrazada y llegaste a tener una hermosa niña que ahora jugara con mi hijo así como cuando éramos pequeños” hay primo si supieras lo triste que me siento al escuchar estas palabras y todos aquellos momentos que compartimos cuando éramos pequeños, sé que todo quedara en el recuerdo y que nunca me olvidaras. En eso viene mi tía Moña y se lleva a mi primo como diciéndole tranquilo hijo.

Me quedé muy triste porque me hubiera gustado que se quede más tiempo a mi lado y que me siga recordando momentos vividos en nuestra infancia y adolescencia.

Llegaron mis compañeros de trabajo y allí junto a ellos está una de las persona que le hice la pregunta ¿qué hablarías el día que me muera? y me dijo muchas cosas bonitas que mostraban su amor a mí, pero ahora que llegó el momento quiero escuchar lo que dirá de mí. Todos se acercan a mi ataúd;  hacen una oración por mí y una pequeña vigilia. Se acercan dos de mis colegas y una de ellas dice: “era una buena persona, responsable con las tareas que se le daba, muy sociable porque Dios se la tuvo que llevar”;  la otra colega dice: “tuvimos problemas pero supimos superarlos a tiempo, gracias a Dios”. Se retiran y se acerca la persona que siempre dijo que me amaba, lo veo tranquilo,  quizás porque siempre mantuvimos nuestra relación aislada del trabajo y me dice: “eres la persona más importante en mi vida y que se ha ido de este mundo. Una parte muy importante de mi vida. Se va mi complemento la razón de mi existir. La vida a partir de ahora  no tiene razón de vivir ya que no te voy a poder encontrar en ningún otro lado”, tiene  razón ahora no podrá encontrarme en ningún otro lado así como lo hizo hace años cuando nos separamos y nos volvimos a ver, lástima que no pudimos vivir una vida juntos  como hubiéramos querido. Se le ve triste y sé del amor que el siente por mí,  pero nadie sabe que él es el hombre con el que me hubiera gustado casarme y vivir hasta convertirme en una ancianita, pero en fin nunca llegue a ser una anciana me fui antes.

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