El estadio del espejo

El estadio del espejo

  Se le denomina estadio del espejo a un efecto dentro del desarrollo temprano del infante, dicho efecto es observable cuando un niño se observa a sí mismo en un espejo y es capaz de reconocerse, cosa que a diferencia de otras especies animales, viene acompañada de cierta expresión de júbilo y narcisista, que posteriormente desenvolverá en el narcisismo primario. En dicho estadio el niño desarrolla un Imago o una imagen corporal de sí mismo, dicha imagen se caracteriza por ser construida y ensamblar las partes del cuerpo, pues antes de eso la imagen corporal del niño proviene del caos y el desarme, dicha imagen es un preludio a la construcción del Yo, pues la construcción de dicha imagen sirve para poder identificar a otros del yo y a su vez del ambiente, pues como se mencionó anteriormente la autopercepción del yo viene del caos y la desestructuración o como mencionaría la tesis freudiana, un sentimiento oceánico donde no existe un Yo como tal, pues los conceptos y la percepción del Yo son confundidos con el ambiente y a su vez con otros.

  Un punto crucial de este estadio es el ideal del Yo, este elemento posteriormente construirá el aparato psíquico en la segunda tópica pues de este surge el Súper Yo. El ideal de Yo es la idea que tenemos de cómo debería ser el yo, primero comienza con cómo debería ser un Yo basado en la imagen corporal o el imago debe ser, y posteriormente dicho ideal se desenvolverá en aspectos morales y conductuales, pues es la aspiración del Yo-ideal del cómo debería ser.

  Sin embargo, antes de la creación como tal de un Imago propio, la forma total del cuerpo, gracias a la cual el sujeto se adelanta en un espejismo a la maduración de su poder, no le es dada sino como Gestalt, es decir en una exterioridad donde sin duda esa forma es más constituyente que constituida, pero donde sobre todo le aparece en un relieve de estatura que la coagula y bajo una simetría que la invierte, en oposición a la turbulencia de movimientos con que se experimenta a sí mismo animándola. Así esta Gestalt, cuya pregnancia debe considerarse como ligada a la especie, aunque su estilo motor sea todavía confundible.

  La función del estadio del espejo nos ayuda a establecer la etapa donde se encuentran la parte psíquica y orgánica del sujeto y establecen una relación. Es aquí donde se encuentra una relación dialéctica entre dichos elementos, donde una parte psíquica se ve limitada por la parte orgánica.  También nosotros hemos mostrado en la dialéctica social que estructura como paranoico el conocimiento humano la razón que lo hace más autónomo que el del animal con respecto al campo de fuerzas del deseo, pero también que la determina en esa "poca realidad" que denuncia en ella la insatisfacción surrealista (nota). Y estas reflexiones nos incitan a reconocer en la captación espacial que manifiesta el estadio del espejo el efecto en el hombre, premanente incluso a esa dialéctica, de una insuficiencia orgánica de su realidad natural, si es que atribuimos algún sentido al término "naturaleza".

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