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El miedo a la libertad Erich Fromm


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  5.479 Palabras (22 Páginas)  •  326 Visitas

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INTRODUCCION:

El miedo a la libertad de Erich Fromm:

Este libro intenta explicar los aspectos de la crisis contemporánea de la civilización occidental relacionados con la libertad del hombre. Una crisis que ostenta diversas manifestaciones, de las que Fromm destaca dos para sus fines analíticos: su expresión política (el fascismo) y su expresión sociocultural (la creciente estandarización de los individuos en las sociedades avanzadas). Ambas manifestaciones de la crisis no son más que formas colectivas de evadir la libertad. El análisis de Fromm va dirigido precisamente a esclarecer esta paradoja a través de un examen del significado de la libertad para el hombre moderno y de sus intentos de rehuirla.

I.- LIBERTAD COMO PROBLEMA PSICOLÓGICO

Erich Fromm en este capítulo refiere que la historia moderna europea y americana se centra en el esfuerzo por alcanzar la libertad en detrimento de las cadenas económicas, políticas y espirituales que aprisionaba a los hombres. Las luchas por la libertad fueron sostenidas por los oprimidos que buscaban nuevas libertades, en oposición con los que tenían privilegios que defender; sin embargo, las clases que en una determinada etapa habían combatido contra la opresión, se alineaban junto a los enemigos de la libertad cuando ésta había sido ganada y les era preciso defender los privilegios recién adquiridos. En esas luchas, el hombre creía mejor morir por obtener libertad, que seguir oprimido.

Además, alude nuestro autor, que el hombre fue fijando los principios del liberalismo económico, de la democracia política, de la autonomía religiosa y del individualismo en la vida personal; y para obtener la libertad del individuo era necesario la abolición de la dominación exterior.

Fromm hace una crítica al pensamiento de Freud en el sentido siguiente: Dice que Freud llamó sublimación, a la transformación que conduce de la represión a la conducta civilizada, y que si la represión es mayor que la capacidad de sublimación, los individuos se tornan neuróticos y entonces hace preciso conceder una merma en la represión; en su teoría, la relación del individuo con la sociedad, es en esencia de carácter estático. Sin embargo, Fromm consideró que la relación entre individuo y sociedad no es de carácter estático, porque el hombre tiene una función creadora.

De igual manera, Fromm arguye que constituye el campo de la psicología social la solución de la aparente contradicción de que no sólo el hombre es producto de la historia, sino que también la historia es producto del hombre. Su tarea no es solamente mostrar como cambian y se desarrollan pasiones, deseos y angustias, en tanto constituyeron resultados del proceso social, sino también como las energías humanas así modeladas en formas específicas, se tornan a su vez fuerzas productivas que forjan el proceso social.

Además, refiere Fromm que la naturaleza humana no posee un dinamismo propio, y los cambios psicológicos deben ser entendidos en términos de desarrollo de nuevos hábitos, como adaptaciones o nuevas formas culturales. Posee ciertos mecanismos y leyes inherentes, cuyo descubrimiento constituye la tarea de la psicología.

La adaptación estática es una forma de adaptación de las normas que deje inalterada tanto la estructura del carácter e implique simplemente la adopción de un nuevo hábito. Ejemplo.- El abandono de la costumbre china en las maneras de comer, a cambio de la europea, que requiere el uso de tenedor y cuchillo. Pero tal adaptación tendrá en sí misma un débil efecto sobre su personalidad; no ocasiona el surgimiento de nuevas tendencias o nuevos rasgos del carácter.

La adaptación dinámica consiste en aquella especie de adaptación que ocurre, por ejemplo, cuando un niño se somete a las órdenes de un padre severo y amenazador – porque le teme demasiado para proceder de otra manera, se transforma en un buen chico. Puede desarrollar hostilidad hacia su padre y reprimirla, puesto que sería peligroso expresarla o aún tener conciencia de ella; esa hostilidad reprimida, constituye un factor dinámico de la estructura de su carácter, porque puede crear una nueva angustia y conducir así a una sumisión aún más profunda. Toda neurosis es un ejemplo de este tipo de adaptación dinámica.

Aquellos fenómenos sociopsicológicos, comparables a los fenómenos neuróticos, tales como la presencia de fuertes impulsos destructivos o sádicos en los grupos sociales, ofrecen un ejemplo de adaptación dinámica a condiciones sociales irracionales y dañinas para el desarrollo de los hombres.

Aquellas tendencias y rasgos del carácter por los cuales los hombres difieren entre sí muestran un alto grado de elasticidad y maleabilidad: amor, propensión a destruir, sadismo, tendencia a someterse, apetito de poder, indiferencia, deseo de grandeza personal, pasión por la economía, goce de placeres sensuales y miedo a la sensualidad. Ninguna es fija y rígida.

Hay tendencias que constituyen una parte indispensable de la naturaleza humana que han de hallar satisfacción de manera imperativa como el hambre, sed, sueño, etc. Y es imposible tolerar su falta de satisfacción, constituyen necesidades fisiológicas que se resumen en una necesidad de auto conservación.

Otra parte de la naturaleza humana de carácter imperativo (compulsiva), como las necesidades fisiológicas, es la necesidad de relacionarse con el mundo exterior, la necesidad de evitar el aislamiento y de sobrevivir.

La falta de conexión con valores, símbolos o normas, que podríamos llamar soledad moral, es tan intolerable como la soledad física, o más bien la soledad física se vuelve intolerable tan sólo si implica también soledad moral. La conexión espiritual con el mundo puede tomar distintas formas, la religión y el nacionalismo si logran unir al individuo con los demás, constituyen refugios contra lo que el hombre teme con mayor intensidad; el aislamiento.

El hombre, cuanto más gana en libertad, en el sentido de su emergencia de la primitiva unidad indistinta con los demás y la naturaleza, y cuanto más se transforma en individuo, tanto más se ve en la disyuntiva de unirse al mundo en la espontaneidad del amor y del trabajo creador o bien de buscar alguna forma de seguridad que acuda a vínculos tales que destruirán su libertad y la integridad de su yo individual.

II.- LA EMERGENCIA DEL INDIVIDUO Y LA AMBIGÜEDAD DE LA LIBERTAD.

En este capítulo Fromm alude que el proceso por el cual

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