El psicoanálisis. La metapsicología

El psicoanálisis. La metapsicología

El término psicoanálisis fue creado por el neurólogo Sigmund Freud alrededor del año 1896, quien había descubierto para ese tiempo que el ser humano no es el dueño absoluto de sus actos, que existe pensamiento a nivel no consciente y que estos pensamientos ocultos pueden llegar a dominar el comportamiento de las personas.

Estudiando fenómenos de la vida cotidiana Freud encuentra en el chiste, los actos fallidos, los sueños y los síntomas, una válvula de escape a través de la cual se hace notorio el pensamiento inconsciente de las personas y da cuenta de ello en diversas de sus publicaciones, las cuales va complementando unas con otras a partir de sus nuevos descubrimientos.

Para la época había surgido ya la psicología experimental, propuesta a través de las investigaciones de laboratorio por Wilhelm Wundt, dicha psicología buscaba la explicación “científica” de diversos fenómenos a través de pruebas de laboratorio, lo que para la actualidad corresponde esto las primeras raíces de la psicología conductista, la cual fue considerada a partir del momento como una ciencia, dado de que podía ser comprobable en ambientes experimentales.

Siguiendo su propia línea de investigación sobre el inconsciente, Freud acuñe al psicoanálisis el término de metapsicología en una carta que escribe a Fliess, haciendo alusión a que la metapsicología va más allá de la psicología, teniendo en cuenta los procesos inconscientes bajo un punto de vista tópico, dinámico y económico.

Tomando en cuenta lo anterior, Freud describe que la consideración tópica del psicoanálisis se refiere al lugar (no anatómico) en donde se desarrolla el fenómeno; en ese sentido propone como sistemas de pensamiento el consciente, preconsciente e inconsciente; que intervienen de manera activa con las instancias del Ello, Yo y Superyo.

Alude también que el psicoanálisis tiene que considerarse como un proceso dinámico, puesto que, hay fuerzas en las neurosis que luchan entre sí, mismas que generan conflicto al sujeto desde escenarios diferentes en cada caso, en donde habrá que resolver con particularidades específicas cada conflicto para mantener el principio de constancia.

Y finalmente, el punto de vista económico corresponde a la forma en que es empleada la energía, en qué cantidad es utilizada y hacia qué fines. Alude al modo en el que, psíquicamente hablando,  interactúa el proceso tópico con el dinámico y la forma en que se desenvuelve el conflicto por el que pasa el sujeto.

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