Embarazo Adolescente

1.1 Definición:

El embarazo adolescente es uno de los problemas más relevantes que enfrenta la sociedad hoy en día. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el embarazo precoz puede definirse como la gestación que ocurre durante la adolescencia de la madre, es decir, entre los 10 y 19 años de edad. También, se define como el embarazo que se da antes de que la madre haya alcanzado la suficiente madurez emocional para asumir la compleja tarea de la maternidad.

Así mismo, tenemos a León et.al (2008), quiénes definen al embarazo adolescente como la gestación en mujeres cuyo rango de edad se considera adolescente, independientemente de su edad ginecológica.

1.2 Causas o factores de riesgo:

La maternidad en la adolescencia representa un problema socio-sanitario, es síntoma de múltiples problemas sociales. Se encuentra vinculada a problemas de pobreza, educación, inequidad de género, vulneración de los derechos y contextos familiares adversos.

Es un hecho que está determinado por un conjunto de variables sociales.

Los factores de riesgo que puede llegar a predisponer a los adolescentes a un embarazo temprano, se pueden organizar en cuatro grupos, entre ellos tenemos:

1. Factores inherentes a la sexualidad

- Temprana edad de la menarquia

- Deseo de exploración de la sexualidad

- Actividad sexual temprana

- Desconocimiento de la fisiología de la reproducción y del funcionamiento de la sexualidad

- Influencia de los medios de comunicación en la exaltación y degradación de la sexualidad, erotización de la vida cotidiana y la promoción de la pornografía

2. Factores vinculados con el nivel socioeconómico

- Vivir en situación de pobreza

- Vivir en áreas rurales

- Madre analfabeta o del muy bajo nivel educativo

3. Factores relacionados con la situación familiar

- Ser hija o hermana de madre adolescente

- El abuso sexual, el maltrato y la violencia doméstica

- Inestabilidad familiar, familias muy estrictas o muy permisivas, situación familiar conflictiva, falta de afecto en la familia

4. Factores psicológicos y entorno social

- Baja autoestima de la adolescente y ausencia de un proyecto de vida

- Deseo de independencia

- Presión grupal y de la pareja

En el primer grupo, que se refiere a los factores inherentes a la sexualidad, tenemos al inicio temprano de las relaciones sexuales. Según un estudio que se hizo sobre este tema, los resultados que se obtuvieron fueron que las relaciones sexuales en la adolescencia son frecuentes en América Latina. Entre 10% y 12% de las adolescentes de 15 a 19 años en Brasil, Republica Dominicana, Nicaragua y Colombia se iniciaron sexualmente antes de los 15 años.

La edad de inicio de las relaciones sexuales es cada vez más temprana. Entre los 12 y 14 años no existe la madurez emocional e intelectual para aplicar las medidas necesarias de prevención.

La iniciación sexual temprana puede presentar riesgo para la salud y también puede ser causa de embarazos imprevistos, especialmente si las jóvenes no tienen la madurez para utilizar medidas preventivas.

En las adolescentes muy jóvenes, la decisión de iniciar relaciones sexuales no siempre es una decisión consciente, aunque sean relaciones consentidas o aceptadas, muchas veces las adolescentes tienen poco control sobre el evento de la iniciación sexual.

También, el poco conocimiento sobre el cuerpo y los procesos fisiológicos como el ciclo menstrual y el periodo fértil puede causar el embarazo. En casos extremos, el embarazo no es reconocido hasta el momento del parto.

La realidad de los adolescentes es que la mayoría, no usan métodos anticonceptivos o en muchos casos los usan de manera inadecuada. La falta de educación sexual genera que muchos adolescentes sin experiencia usen el condón incorrectamente y las adolescentes olviden tomar anticonceptivos orales.

Por otro lado, la libertad sexual a la que están expuestos los adolescentes, a través de los medios de comunicación y los entornos sociales, influyen en el embarazo adolescente. Porque si bien es cierto, los medios tienen un papel dominante en el desarrollo de la sociabilidad. Su uso les da a los adolescentes acceso a temas de salud, sexualidad que induce muchas dudas y sospechas.

Los medios de comunicación, como la televisión, brinda programas de entretenimiento que exaltan sólo el erotismo y la seducción, entre tanto los jóvenes que han comenzado una vida sexual activa desconocen los métodos anticonceptivos más apropiados, su utilización y el margen de efectividad. La difusión de mensajes no aborda prevención ni promociona hábitos saludables, ni valores intrínsecos en relación con el sexo responsable.

El internet es otro medio en donde recurren los adolescentes para mayor información, sin embargo algunas de las informaciones que se encuentra en internet no es segura, ya que puede haber también información equivocada, y los adolescentes piensan que la información es correcta y es ahí, donde hay confusión y no saben cuidarse bien o hay un uso inadecuado de anticonceptivos.

El segundo grupo, está relacionado con los factores vinculados con el nivel socioeconómico. El embarazo temprano ocurre en todos los sectores sociales, pero se relacionan más con los contextos de pobreza y exclusión, es decir predomina más en los que tienen un nivel socioeconómico menor, ya que hay desconocimiento de los hechos básicos de la reproducción y la falta de conocimiento de medidas de prevención del embarazo y de acceso a las mismas.

Una vida en pareja precoz asociada a embarazo temprano tiene pocas probabilidades de acabar en unión conyugal definitiva. La adolescente madre abandonada, vivirá en lo que sigue uniones menos estables, aumentándose así las estadísticas de hogares liderados por mujeres, que como está demostrado se encuentran en peores condiciones de pobreza. El apoyo del padre es escaso o nulo en estas situaciones.

El tercer grupo se refiere a factores relacionados con la situación familiar. Ser hija de padres muy jóvenes, sin una educación adecuada y una estructura familiar sin amor, ponen en manifiesto la necesidad de cariño y de protección de una familia, su ausencia genera faltas afectivas que la joven no sabe resolver, impulsándola a tener relaciones sexuales en busca de afecto que no consigue en la familia.

El rechazo parental puede provocar baja autoestima y se asocia con problemas de conducta tales como bajo rendimiento escolar, agresión física y abuso de drogas. A su vez, se lo ha vinculado con actividad sexual precoz y embarazo en la adolescencia, en lo que se denomina sustitución de amor por sexo.

Por otro lado, según Nina Zamberlin, socióloga, consultora del Programa nacional de salud en la adolescencia de Argentina, la edad de consentimiento sexual es aquella por debajo de la cual el consentimiento prestado para tener relaciones sexuales no resulta válido a efectos legales, presumiéndose violencia por parte del que fuere mayor de edad.

Según los datos de los sistemas de administración de justicia y centros de crisis para casos de violación de Chile, Estados Unidos, Malasia, Nueva Guinea y Perú, entre la tercera y las dos terceras partes de las víctimas de agresiones sexuales tienen 15 años de edad o menos.

Por lo general los abusadores y los agresores sexuales son familiares directos o personas conocidas que gozan de la confianza de las adolescentes. Sólo es una minoría de casos que los abusadores son personas extrañas a la víctima.

Una proporción importante de las agresiones sexuales en menores de 15 años ocurre en el colegio, perpetradas por compañeros y también por sus propios profesores o directores que abusan de su autoridad para forzar relaciones sexuales con sus alumnas.

En las adolescentes mayores de 15 años, es común que los agresores sean pares de edad similar, mientras que en las adolescentes menores suelen ser principalmente hombres mayores que ellas.

La experiencia de abuso y agresiones sexuales afecta la vida de la adolescente en diversos sentidos: su integridad física y emocional, su libertad sexual, su vida familiar y de pareja, su rendimiento escolar, en sus relaciones sociales y sobre todo su sentido de dignidad y de justicia. El abuso sexual previo, es uno de los principales factores que permiten predecir conductas de riesgo y hasta ideas o intento de suicidio en las adolescentes.

Cuando la agresión sexual conduce a un embarazo, se suman riesgo derivados del impacto emocional de la violencia, sentimiento de culpa, el silenciamiento, la falta de apoyo. El embarazo es la continuidad del abuso que lo originó y en situaciones que la adolescente se sienta indefensa, la puede llevar a situaciones como fuga, abandono del recién nacido e incluso suicidio o matar al recién nacido.

Por último, en el cuarto grupo están los factores psicológicos y entorno social. La ausencia de un proyecto de vida en la adolescencia, hace que no haya una priorización de alcanzar un determinado nivel educativo y posponer la maternidad para la edad adulta, es más probable que la adolescente que no tiene un proyecto de vida no adopte una prevención efectiva del embarazo.

En lo que se refiere a presión grupal y de la pareja, se denomina sexo bajo coerción a las situaciones de coacción y presión de tener relaciones sexuales libremente consentidas. Tal vez la adolescente no lo identifique como una violación, aunque haya sido una situación contra su voluntad pero “aceptada” por no haber podido oponerse. Esta situación

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