Emociones Y Su Influencia
yoker1176 de Septiembre de 2014
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1. INFLUENCIA DE LAS EMOCIONES
Todos sabemos algo acerca de los sentimientos y de las emociones por nuestra propia experiencia. A nadie necesita decírsele que la cólera, el temor y la alegría son emociones humanas típicas. Vivimos también conscientes de la importancia de tales sentimientos en nuestra conducta, porque lo que hacemos, con frecuencia es motivado por ellos. Y sin embargo, a pesar de que tenemos cierta familiaridad personal con las emociones, su estudio científico nos ayudará a sistematizar nuestro conocimiento, aumentará nuestra conciencia de la importancia de la vida humana, nos ayudará a conocer mejor su naturaleza y nos proporcionará algún conocimiento íntimo de nuestras emociones.
Las emociones con frecuencia dependen de la conciencia que tiene el organismo de la importancia de una situación y de esta manera intervienen los procesos cognitivos de percepción y pensamiento. Las emociones se reflejan tanto en la conducta psicofísica como en la experiencia subjetiva del organismo.
Dos clases de respuestas reflejan con frecuencia la emoción. La primera es una respuesta externa o declarada que se hace al medio ambiente. Ésta puede tomar la forma de cambios en la expresión facial, tales como la sonrisa, el enojo, el puchero, la risa o el llanto. O puede hacer intervenir manifestaciones de agresión declarada como golpear a un adversario, patear una silla o maldecir.
El segundo tipo de respuestas que acompañan a la emoción es interno y fisiológico. Cuando la emoción es intensa, sobrevienen cambios muy extensos dentro del organismo. El corazón late rápidamente. Se libera azúcar a partir del hígado, las pupilas se dilatan (midriasis), se transpira en forma fisiognómica, axilar o palmar. Las diferencias de la expresión facial son quizá la respuesta declarada más obvia que se hace al medio ambiente (carácter o particular manera de reaccionar frente a las estimulaciones externas).
Existen por lo menos tres dimensiones de la experiencia emocional consciente, que son útiles para comprender la naturaleza de la emoción, Éstas son: tensión-relajación, agrado-desagrado y atención-rechazo.
Las emociones varían de intensidad desde los estados moderados, tales como variaciones ligeras del carácter hasta las pasiones intensas que desintegran y desorganizan la conducta. Podemos estar brevemente coléricos o contrariados, o llegar a estar tan intensamente coléricos que perdemos el control de nuestra conducta. Por tanto, podemos decir que las emociones varían mucho según el grado de tensión o permeabilidad que interviene. Cuando las emociones varían en la dimensión de agrado-desagrado se le conoce como tono hedónico, que es simplemente el tono del sentimiento asociado con la emoción. Generalmente experimentamos emociones tales como la alegría, el orgullo, el contento y el amor, que son agradables, mientras que el dolor, la vergüenza, el miedo, el remordimiento y la culpabilidad son relativamente desagradables.
Finalmente, las emociones abarcan desde aquellas que provocan volver la cabeza o volverse de espaldas (por disgusto, temor o desprecio) hasta aquellas que comprenden que la atención de la persona sea llamada sobre algo (ya sea por sorpresa o curiosidad, incluso el temor puede ser variable de análisis sobre la atención); esta dimensión se refleja en las expresiones faciales .
1.1. CONCEPTO DE EMOCIÓN
Emoción se deriva de la palabra latina “e moveré” que significa remover, agitar o excitar. Las emociones con frecuencia dependen de la conciencia que tiene el organismo de la importancia de una situación, las emociones se reflejan tanto en la conducta psicofísica como en la experiencia subjetiva del organismo.
Las emociones son reacciones biológicas respuestas que movilizan energía, el cual alista al cuerpo para adaptarse a cualquier situación que se enfrente. Existen como fenómenos subjetivos, propositivos y sociales.
1.1.1. EMOCIONES PARA DIVERSOS AUTORES
Aristóteles (322-384 A.C): Aristóteles evita el dualismo de mente y cuerpo, argumentando que las creencias, los movimientos corporales y los cambios fisiológicos son elementos inseparables de la emoción. Evita tratar las emociones como respuestas irracionales e incontroladas a las situaciones.
Uno de los dos o tres filósofos indiscutiblemente grandes en la historia del pensamiento occidental. Aristóteles siempre ha sido considerado seriamente en casi cualquier tema, por eso es raro que la perspicaz teoría de la emoción de dicho filósofo, que en muchas formas se anticipa a las teorías contemporáneas, haya sido virtualmente ignorada. Poco se ha escrito de ella, e incluso aquellos filósofos que escriben sobre las teorías históricas de la emoción rara vez mencionan a Aristóteles. Algo del problema se debe a que la teoría de Aristóteles está contenida principalmente en su tratado sobre Retórica, que ya no es un tema que acostumbran estudiar los filósofos y otros intelectuales. No obstante, las emociones fueron un asunto importante para Aristóteles, que era psicólogo al igual que filósofo y que estaba interesado en motivar a la gente tanto como analizarla. Aristóteles habla de las emociones en la Retórica, en de Anima, y en su Ética Nico maquea, en que la emoción correcta es una gran parte de la virtud.
En de Anima, Aristóteles clasifica el “alma” o “psique” humana, que se traduce mejor como “principio de vida”. Siguiendo a su predecesor, Platón; Aristóteles divide el alma humana en una parte racional y una irracional, pero a diferencia de Platón, Aristóteles no establece una división drástica entre las dos partes. Argumenta que las dos forman necesariamente una unidad, y esto se aplica particularmente a las emociones que abarcan un elemento cognoscitivo, incluyendo creencias y expectativas sobre la propia situación, así como sensaciones físicas.
El análisis de Aristóteles de la emoción es notable tanto por su perspicacia como por el hecho de que evita la mayoría de los problemas que han importunado a todas las teorías de la emoción. Aristóteles evita el dualismo de mente y cuerpo, argumentando que las creencias, los movimientos corporales y los cambios fisiológicos son elementos inseparables de la emoción. Así, evita distinguir en forma demasiado tajante entre los elementos racionales (o cognoscitivos) de la emoción y los irracionales (o físicos), reconociendo que las emociones pueden ser ambas cosas en grados variantes de complejidad.
Darwin: Con la publicación del libro La expresión de las emociones en los animales y en el hombre, Darwin fue el primero que puso de manifiesto la importancia funcional de las emociones. Las emociones según Darwin (1872/1984), cumplían dos funciones:
1. Facilitaban la adaptación del organismo al medio y, por tanto, su supervivencia al reaccionar éste de manera adecuada ante las situaciones de emergencia (por ejemplo, lucha, huida).
2. Servían como medio de comunicación de las futuras intenciones a otros animales mediante la expresión de la conducta emocional.
Rene Descartes (1596 – 1650): La clave de la teoría sobre la emoción y de su teoría de la mente en general, es su distinción metafísica entre dos tipos de substancia: la mental y la física. La mente según Descartes, es una “substancia no extendida” definida por sus propiedades de pensamiento y libre albedrío. Los cuerpos, en cambio, están extendidos en el espacio y sometidos a las leyes mecánicas de la física. Por tanto, una tarea general de la filosofía de Descartes fue explicar cómo podían interactuar unas substancias tan diferentes. A veces argumenta que la mente y el cuerpo se juntan en una pequeña glándula que está en la base del cerebro, la glándula pineal, cuya función era totalmente desconocida entonces. Otras veces argumenta que la mente puede interactuar con cualquier parte del cuerpo por medio de lo que él llama “espíritus animales” (partículas minúsculas de sangre), que llevan mensajes a diversas partes del cuerpo.
Esta perspectiva dualística de la mente y el cuerpo suscita problemas especiales cuando el tema es la emoción. Las emociones que son una subdivisión de ese grupo general de fenómenos psíquicos a los que Descartes llama “las pasiones”, parecen estar divididas entre la mente y el cuerpo. Por otro lado, Descartes piensa en las emociones como sentimientos de agitación física y excitación, y se esfuerza en describir, lo que sucede en el cuerpo cuando experimentamos una emoción. Así, por ejemplo, señala que la sangre, sale rápidamente del corazón cuando hay miedo, y los espíritus animales pasan del cerebro a los miembros, disponiéndose a huir. En la medida en que Descartes piensa en las emociones como sensaciones, su teoría de la emoción prepara el escenario para muchas teorías posteriores, como la de Humé y la de James, en la que las emociones no son otra que sensaciones de agitación. Descartes no se limita a este análisis fisiológico de la emoción, también describe las emociones en lenguaje menta listico directo, y habla de las percepciones, los deseos y las creencias relacionadas con las diferentes emociones; así por ejemplo, dice que el asombro depende de que percibamos la novedad de una cosa y creamos que es digna de mucha consideración, y que el odio surge de la percepción del carácter dañino de una cosa y abarca un deseo de evitarla. Al reconocer la dimensión conceptual de las emociones, Descartes parece estar luchando hacia una imagen más cognoscitiva de las emociones, una imagen característica
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