Ensayo De El Hombre Que Confundio A Su Mujer Con Un Sombrero

El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, en este libro podemos darnos cuenta como el Doctor Sacks reflexiona cada una de las historias que relata y al mismo tiempo nos da una idea de las cualidades de su personalidad, de un hombre de ciencia que se preocupa por las emociones y sentimientos de sus pacientes. Profundiza en aspectos que normalmente no serían tomados en cuenta para a la hora de realizar un diagnóstico neurológico.

El libro está dividido en cuatro partes, cada una de ellas agrupa características de cada patología de sus pacientes, en el apartado de las perdidas el autor se esfuerza por reflejar la situación de los pacientes que por alguna tipo de lesión cerebral, no pueden asumir el mundo como un parte de un todo.

Es así como nos presenta a su paciente el Doctor P, padeciendo de una “Agnosia Cerebral”. En este primer relato en el que se toma el título del libro el padecimiento es descrito de manera que el lector pueda entenderlo y se preocupa por desdramatizar los hechos incluyendo anécdotas jocosas derivadas de la situación del su paciente, con la dificultad de reconocer los objetos, como al confundir la cabeza de su mejer con un sombrero.

Los distintos grados de amnesia o perdida de la memora y sus consecuencias a bese lamentables para el para el paciente como en el caso del síndrome de korsakov, refleja la innegable subjetividad de la mente de este paciente.

En la historia del “Marinero Perdido” el autor manifiesta la capacidad de la memoria para retener imágenes reales o ficticias con la misma intensidad como si hubiese pasado hoy mismo por ejemplo en los últimos 20 minutos.

En el caso de la” Dama Desencarnada”, representa un vivo ejemplo de la fortaleza que puede llegar a tener los pacientes con Neuropatías sensoriales y que de la noche a la mañana pierden la capacidad de ubicar cada una de las partes de su cuerpo y controlarlas.

En el relato que salió en el libro de Edgar Allan Poe, se parece al relato del Hombre que se cayó de la cama, simplemente porque al despertar, se encontró con que tenía un pierna muerta extrañamente adherida a su cuerpo y el cual no reconocía como suya, o la de la dulce anciana que de “Manos” que pudo usar las suyas como ojos pues era ciega de nacimiento, siempre las percibió como una “Masa de cera inútil” y desagradable y ya casi al final de su vida y gracias a Oliver Sacks la increíble cualidad creadora de sus manos.

Par las personas que han perdido alguna parte de su cuerpo la adaptación a la nueva forma de del mismo, implica no solo aprender a desenvolverse con un miembro menos, si también a afrontar las dolencias del mismo ausente que llegan a convertirse en “fantasma”.

En esta parte el autor relata algunos casos de personas que padecen molestias en partes de su cuerpo que han perdido.

El mal de Parkinson, es común y tan poco comprendido su vocero en el señor MacGregor protagonista de “A nivel”, es donde se hace presente el gusto del Doctor Sacks por historias con final feliz y no precisamente a la recuperación del paciente sino más bien gracias a la enfermedad el afectado recurre a cualidades que han estado latentes, y que acuden de forma magnifica a suplir las falencias que le aquejan. En el relato de vista a la derecha los protagonistas apelan a su inteligencia y buena disposición para resolver las limitaciones a las que se enfrentan y aprenden a interactuar de forma espontánea acercándose de manera digna a una vida normal.

En el “discurso del presidente” el doctor se sorprende con la anécdota de un grupo de pacientes que ven una intervención presidencial por televisión y que dado su carácter demagógico, resulta confusa para ellos ,nos encontramos frente a detectores humanos de mentiras se sorprendió tanto el propio autor que manifestó. “Esa es pues la paradoja del discurso del presidente “. A nosotros individuos normales con la ayuda indudable de nuestro deseo de que nos engañaran, se nos engañaba genuina y plenamente y el uso engañoso de las palabras se combinaba con el tono tan taimadamente que solo los que tenían lesión cerebral permanecían inmunes, desengañados”

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