Ensayo De La Maestra Juanita

LAS COMPETENCIAS DOCENTES DEL SIGLO XXI

El presente trabajo habla sobre la complejidad de la practica docente y de las nuevas competencias profesionales para enseñar que implican la practica reflexiva, profesionalización, trabajo en equipo y por proyectos, autonomía y responsabilidad ampliada, tratamiento de la diversidad, énfasis en los dispositivos y las situaciones de aprendizaje, sensibilidad con el conocimiento y la ley, conforman un escenario para un nuevo oficio.

Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia, es una forma de caracterizar la experiencia de los profesores, que realizan una de las tres profesiones que Freud llamaba imposibles, por el alumno se resiste al saber y a la responsabilidad, la experiencia, el pensamiento y las competencias de los profesores son objetos de numerosos trabajos inspirados en el análisis de las practicas.

La profesión del docente es orientar la formación continua para convertirla en coherente con las renovaciones en curso en el sistema educativo y ofrecer un pretexto y un hilo conductor para construir una representación coherente del trabajo del profesor y de su evolución. Esta representación no es neutra, describe un futuro posible y a mi entender, deseable de la profesión.

Cuando se busca la unanimidad, lo mas inteligente es seguir siendo muy abstracto y decir, por ejemplo que los profesores tienen que dominar los conocimientos que enseñan, ser capaces de impartir un curso, conducir una clase, evaluar.

Practicar una pedagogía frontal, hacer regularmente controles escritos y poner en guardia a los alumnos con dificultades, avisándoles de un fracaso probable si no cogen de nuevo las riendas, esta es una forma bastante clásica de conducir la progresión de los aprendizajes.

Practicar una evaluación formativa, un apoyo integrado y otras formas de diferenciación, para evitar que las diferencias no se acentúen, es otra forma más innovadora.

Cada elemento de un referencial es importante analizar el funcionamiento de las competencias definidas, hacer inventario de los conocimientos teóricos y metodológicos que movilizan y realizar un trabajo profundo de las competencias.

Tampoco existe un modo neutro de hacer este trabajo, puesto que la misma identificación de las competencias supone opciones teóricas e ideológicas.

Las divergencias no se hallarían tan solo en el contenido, si no en la misma oportunidad de describir las competencias profesionales de forma metódica. El individualismo de los profesores empieza en algún modo, con la impresión de que cada uno tiene una respuesta personal y original.

La profesión no es inmutable sus transformaciones pasan por la aparición de nuevas competencias, o por el énfasis de competencias reconocidas. Cualquier referencial tiende a pasar de moda, por que las practicas cambian y por que el modo de concebirlas se transforma.

Las competencias prioritarias con el nuevo papel de los profesores son coherentes con la evolución de la formación, es compatible con los ejes de renovación de la escuela, introducir ciclos de aprendizajes, ir hacia una evaluación más formativa que normativa, desarrollar trabajos en equipos de profesores y la responsabilidad colectiva de los alumnos.

Es conveniente poner a disposición instrumentos

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