Ensayo Sobre Loma Ardiente

Sanar heridas

Si todos los humanos somos iguales, como es posible que personas de nuestro propio país vivan en condiciones tan precarias y a nadie le importe. Es como si estas personas vivieran bajo sus propias reglas de supervivencia, sin una identidad definida, de manera individualista y sin grandes aspiraciones, pero como culparlos si muchos de ellos no pueden pensar en más nada que como van a hacer para conseguir el pan de cada día. La necesidad es tan grande que no hay tiempo para valorarse a sí mismo. Y nos gusta creer que esto ya no pasa, porque ya los gringos se fueron y ahora hay más oportunidades, que eso es cosa del pasado; y esa es la parte que me impresiona sobre esta novela, que es ambientada a los años cincuenta, y nada de lo que cuenta ha cambiado mucho. Hay una herida tan grande en la autoestima del panameño; y esta herida no discrimina clases sociales, ataca desde el más pobre hasta el más rabiblanco, solo que en caso del rabiblanco se disimula mejor, es un pueblo tan herido que cuando no encuentra una solución se arropa en la violencia.

En esta historia sobresalen muchos temas de importancia como el prejuicio, la discriminación, el sexismo, la violencia, la prostitución, la infidelidad, la corrupción entre otros, y esta es una realidad que nos acecha, la pregunta es ¿por qué? Yo pienso que el panameño está muy herido, que no hay un sentido nacionalista, ya que desde el tiempo colonial siempre hemos sido los que salimos perjudicados en manos extranjeras, nos sentimos impotentes, por lo general rechazamos los productos panameños y preferimos los extranjeros; tenemos una autoestima muy débil que es fácil de romper, estamos muy vulnerables, nos somos agresivos en cuanto a la superación personal y colectiva, tenemos miedo de que nos sigan lastimando y somos egoístas. A lo largo de la novela pasan una serie de eventos sórdidos, desde violaciones hasta intentos de homicidio, y nunca se ve que pongan una denuncia o que las víctimas busquen justicia, simplemente se rinden, porque en mi opinión no sienten que valgan lo suficiente, son personas realmente heridas, necesitan salir de esa burbuja y perseverar, hacerse más fuertes, porque yo se que si lo somos, ya le demostramos al mundo que somos lo suficientemente capaces de administrar el Canal de Panamá. Tenemos que amar nuestro país, defenderlo y enaltecerlo, porque el patriotismo es parte de la identidad que tenemos como persona y una identidad colectiva sana da pie a una identidad personal sana.

En mi corta vida no han faltado las veces que describan al panameño como: el que siempre llega tarde, el juega vivo, el tracalero, el que tiene labia, el que deja todo después, y crecemos con estos estereotipos de cómo ser un panameño; cuando la realidad es que gracias a Dios hay muchos panameños, exitosos que superan adversidades, practican valores y se dedican a sus familias; pero lo peor es que esos arquetipos tienen una connotación sumamente negativa, llegar tarde es una falta de respeto para el que te espera, al igual que aprovecharte del voto de confianza de los demás, nunca hablamos de las cosas positivas de ser panameños, incluso los medios de comunicación nacionales se burlan como si fuera una gracia. Pero esta en nosotros que esa descripción del panameño cambie y sea cosa del pasado.

Así como la Fabiola relatada en la novela, existen muchas más, personas que no saben y no quieren saber, porque han pasado por cosas que nadie merece y viven situaciones dolorosas, personas que nunca lograron establecer un vínculo con sus cuidadores, que no han aprendido a amarse y por eso se autodestruyen y se torturan, personas que no tienen autoestima y no se logran respetar, no confían en nadie y no pueden establecer relaciones interpersonales con los seres que la rodean. Otro tema que para mi destaca es la

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