Ensayo -Tus Zonas Erróneas Cap. 5

“Si tú crees que sentirte mal o preocuparte lo suficiente cambiará un hecho pasado o futuro, quiere decir que resides en otro planeta con un diferente sistema de realidad.”

El autor incita al lector a no desperdiciar el tiempo presente por la culpa de algo pasado como la preocupación por algo futuro. El remordimiento por lo pasado y el miedo a lo porvenir, son dos emociones que nos permiten estar ocupados en el presente, pero que no solucionan nada de lo ocurrido ni impiden que ocurra aquello que tenemos.

A lo largo de nuestra vida se debe extraer las lecciones que nos permitirán no cometer nuevamente las mismas equivocaciones. El simple hecho de sentirnos culpables no contribuye a solucionar un solo problema.

La culpa nos infunde en la infancia como un medio que tienen los padres de controlar a sus hijos. Se nos convence que “tenemos” que sentirnos culpables cuando hacemos algo que las personas adultas consideran incorrecto. De este modo adherimos a códigos de comportamiento que nos dicen lo que está permitido hacer, y usamos la culpa como un medio de castigarnos a nosotros mismos.

No es fácil cambiar el modo de pensar. La culpabilidad que se emplea entre adultos en su relación, puede ser utilizada por uno de los miembros de una pareja para controlar al otro; de igual forma los niños, pueden dar vuelta al mecanismo de la culpabilidad y utilizarlo para manipular a los padres, como los berrinches, digamos.

Si bien, la culpa es un procedimiento socialmente aceptado de hacer que una persona sea castigada por algo que ha hecho. Se desperdicia el tiempo experimentando la culpa autoimpuesta, esto equivale a deshacerse de una responsabilidad de buscar algo más útil para emplear en el tiempo.

Así como la culpa no cambia nada en el pasado, la preocupación por sí misma no cambia nada en el futuro. Es distinto si se emplea el tiempo en planificar el futuro, porque esa actividad le permite a uno prepararse lo mejor posible para lo porvenir, dando criterios para decidir en lo que se debe hacer en el ahora.

En conclusión, preocuparse por el conyugue, los hijos, los padres o quien sea, no tienen ningún sentido si de la preocupación no surge a alguna acción concreta.

...