Ensayo sobre contratransferencia

“ENSAYO SOBRE CONTRATRANSFERENCIA”

Como psicoterapeutas con orientación psicoanalítica es menester tener en cuenta todo aquello que interviene en el proceso terapéutico pues cae dentro de nuestras competencias advertir los diferentes fenómenos que se desarrolla o que son posibles de encontrar en dicho camino, dentro de los innumerables fenómenos encontramos la transferencia como la forma en que el paciente encuentra en nosotros alguna figura representativa de su vida y con la cual espera ligarse y ejercer un patrón repetitivo de vinculación, apego o interacción, es claro que siempre estamos atentos a los que sucede con el paciente y a su forma en que percibe los cuestionamientos y estímulos que se generan dentro de espacio terapéutico sin embargo existe cierto fenómeno que se presenta inadvertido e incluso está lejano a nuestro campo de visibilidad tanto físico como psíquico sin embargo es de gran trascendencia descubrirlo, observarlo, describirlo y estudiarlo para lograr tener en mayor medida la observación científica que nos permita intervenir sobria y adecuadamente; dicho fenómeno se describe e intenta aprender en las siguientes líneas; en el nacimiento del concepto de Contratransferencia se evidencia una fuerte relación con el proceso analítico desde donde la relación se define como una relación personal, reciproca, de transferencia y contratransferencia, Freud lo reconoce tempranamente y hace referencia solo a la dirección del acontecimiento.

Dicho término se introdujo en “Las perspectivas futuras de la terapia psicoanalítica”, dentro de sus postulados dio a entender que consideraba la contratransferencia como un obstáculo para el progreso del psicoanálisis y la describe como la respuesta emocional del analista a los estímulos que provienen del paciente, por lo que se puede inferir que la definición está en función del analizado; sin embargo es interesante rescatar que Freud estableció como solución ante la contratransferencia, el autoanálisis como aquella acción que  permitiría superar los puntos ciegos de dicho fenómeno (Etchegoyen, 2002).

Debereux (1999), pone énfasis en reconocer la transferencia para colaborar y abonar al proceso terapéutico del paciente pues es parte del mismo sin embargo se observa que existe cierto límite para el desarrollo de la contratransferencia pues desde lo teórico los investigadores dedican poco sobre la misma y se enfocan más en lo que el paciente transfiere (transferencia).

Es importante hacer un breve recorrido sobre las diferentes conceptualizaciones que ha recibido la contratransferencia hasta las últimas observaciones sobre dicho fenómeno por lo cual integro en lo continuo las más significativas por el carácter repetitivo dentro de los textos.

La contratransferencia es la suma total de aquellas distorsiones en la percepción que el analista tiene de su paciente, la reacción ante él, que le hace responder como si fuera una imagen temprana y obrar en la situación analítica en función de sus necesidades inconscientes, deseos y fantasías, por lo general de carácter infantil. Expresa tener la misma fuente que la transferencia. Es la herramienta principal del trabajo del terapeuta, quien principalmente utiliza de sí mismo su “yo”, además de las habilidades clínicas, la teoría y conocimiento para construir el proceso terapéutico (Debereux, 1999).

         Adentrados en el marco de la descripción sobre la contratransferencia  se menciona que, es aquella reacción que manifiesta el terapeuta basada en los conflictos no resueltos. Freud define la Contratransferencia como la respuesta emocional del analista a los estímulos que provienen del paciente, sin embargo no niega que el analista llegue a tener sentimientos, fantasías y ocurrencias respecto de sus pacientes pero nunca se plantea el empleo de dichas cuestiones para la cura del paciente (Kuperwais, 1998).

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