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Erotismo E Inconsciente

KarlaLilia26 de Mayo de 2013

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“El erotismo y el inconsciente”

Uno de los ejes más determinados en el estudio psicológico es el conflicto intrínseco del hombre respecto a sí mismo, que S. Freud posiblemente llamaría “neurosis”, y que se pretende explicar primordialmente como emergencia de la dimensión del inconsciente, y en vínculo con la primacía de la sexualidad en el desarrollo del mismo, (ambos fundamentos de Freud), el sustento puede resultar un tanto arriesgado y hasta extravagante quizás, ya que se encuentra basado en que la sexualidad desde una perspectiva más amplia es erotismo para el hombre, y no simplemente sexualidad para el ser. En este sentido dos perspectivas son primordiales: el erotismo como experiencia vinculada a la vida y como transgresión de la persona.

Queda por de más remarcado que así como la sexualidad no se limita a un contacto genital, el erotismo no se debe limitar a una vinculación con la sexualidad, sino que es un punto clave en la vida de la persona, para Freud: el contacto con el mundo es a través de la erogenización del cuerpo (las zonas erógenas), y así mismo un fenómeno vital como se ha mencionado ya, en el que escribe que así como alimentarse, el acto sexual es una agresión para lograr unión que trasciende (FREUD, ) como una especie de paradoja que demuestra y sobrepasa la propia simplicidad de la concepción vulgar de sexualidad humana.

Esta idea deja ya entredicho que el erotismo es a fondo acompañante del ser en la búsqueda de sí; bajo la desnudez del mismo (porque la desnudez es lo contrario al pudor y este enseña lo profundo del ser al mostrarse a la consciencia), el hombre se descubre como en un acto infantil en el que se explora el cuerpo y se conoce a través de la experiencia erótica.

Pero el planteamiento es aún nebuloso, primero es necesario centrar que el hombre jamás va a lanzar a la luz lo que le atemoriza si no lo domina antes, (esto es el contenido inconsciente), ciertamente el hombre está oculto en el inconsciente y respecto a ello el consciente no sabe relativamente nada del ser, la consciencia puede ser la más limitada de las dimensiones del hombre, la sabiduría está en lo oculto y lo oculto está en las sombras que están presas en la prohibición y en la ignorancia del hombre mismo de sí. Desde luego, como escribe George Bataille: el tabú hace posible un mundo razonable y ordenado pero lo curioso es que no se impone a la inteligencia sino a la sensibilidad (bataille 1999999999927), porque la sensibilidad es un medio de conocimiento; es por ello que cabe mencionar la transgresión como respuesta a la realidad que mutila y enmarca al hombre.

La transgresión no es más que una violencia, un deslímite que está en complicidad con la muerte (Bataille 199937363) porque es una violencia que parte de una destrucción para dar origen a la vida, hay una dicotomía y paradoja de morir para originar, es por esto que en el erotismo el orgasmo representa una pérdida, una “muerte chiquita” o una “castración” hay una negación y afirmación en el mismo instante, que representan algo sumamente importante: el dinamismo de la vida, es por ello que la experiencia erótica a diferencia del deseo mata algo.

El deseo entonces, por su parte es fundamental en el erotismo porque por principio Freud escribe que en una fantasía se pueden explorar los rincones del inconsciente que se ignoran, las zonas de sombra (Freud 1818833) la fantasía muchas veces son deseos y el deseo nunca es poseído solo ilusiona y en ello se sublima, lo deseado necesariamente es algo externo al mismo hombre, algo que no se tiene y no se conoce y sin embargo se necesita, finalmente el goce está oculto en el inconsciente y es la respuesta a que el hombre mismo también lo esté, el deseo revela pero la transgresión lo presenta frente al ser. Freud escribe que el yo es considerado como un gran depósito de libido, dispuesto a acogerlo de

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