Esquizofrenia

Introducción

El motivo por el cual seleccionamos esta patología es porque consideramos que las personas con personalidad esquizotípica, muchas veces, reciben críticas, desaprobación y burla por parte de los otros.

Por lo tanto, nuestro enfoque, intentará hacer del medio un ambiente más favorable para el enfermo tratando de concientizar a la sociedad.

Las personas deberían saber que es un transtorno como cualquier otra enfermedad y por ende necesita un tratamiento.

El presente trabajo refleja una investigación en relación al sujeto biopsicosocial atravesado por una enfermedad mental.

Dicha enfermedad será analizada desde distintos contextos, tales como el político, económico y el socio-cultural.

En la siguiente monografía podremos apreciar una estructura vista desde los orígenes, la etiología y marco histórico de la enfermedad, una investigación general de los diferentes trastornos que producen a nivel social y familiar.

Investigaremos también los tratamientos y sus diferentes tipos. Evaluación, intervención y sus diferentes métodos.

Haremos referencia a lo vinculado en obras sociales y prepagas, a las prestaciones médicas educativas y terapéuticas.

¿Qué es la esquizofrenia?

La esquizofrenia es una psicosis, que altera la personalidad, ya que esta se va desarrollando equivocadamente y luego se desorganiza, se caracteriza por un síndrome de disociación, lo que produce que la persona se separe del mundo externo, previo a la producción de ideas y actividades delirantes. Sostiene Sigmund Freud que la reacción psicótica seria desmentir o desconocer la realidad y luego el intento de reconstruir una nueva realidad para así sustituirla.

El término proviene del griego schizo: división y phrenos: mente o sea división de la mente. Es una enfermedad crónica, la cual se trata pero no se cura, dentro del abanico de las psicosis, la esquizofrenia es una de las más severas, en donde afecta a los cinco sentidos.

La esquizofrenia se caracteriza principalmente por presentar alucinaciones, delirios y lenguaje desorganizado (sólo podemos hablar de esquizofrenia si presentan 2 o más síntomas), también presentan un aislamiento social, un deterioro en la parte cognitiva, apatía. Las personas con esta enfermedad tienen dificultades para diferenciar lo que es real de lo que es imaginario, y expresar sus emociones

Existen dos sistemas de diagnósticos; el primero es el CIE 10 (Clasificación internacional de enfermedades) y el segundo es el DSM IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) los dos definen los principales síntomas y características, que por hecho son muy parecidos, pero la gran diferencia es que el DSM IV diagnostica una disfunción social ocupacional (que no está incluida en el CIE 10) y 6 meses en la duración de la enfermedad, en cambio el CIE 10 diagnostica 1 mes.

El origen de la enfermedad todavía se desconoce, se piensa que puede ser genético, problemas en el neurodesarrollo, traumas psíquicos y sociales, todos estos factores pueden ayudar en el desarrollo de la enfermedad. Para controlar esta enfermedad se utilizan medicamentos antipsicóticos, que tienen como función suprimir la dopamina. Estos pacientes pueden llegar a tener otros problemas, como ser drogodependencia, depresión y trastorno de ansiedad, también suelen tener problemas social como el desempleo, pobreza. La expectativa de vida de estos pacientes son de 10 a 12 años menor que las personas sin la enfermedad, por estos problemas de salud hay mayor casos de suicidio en los enfermos esquizofrénicos.

La esquizofrenia es una enfermedad mental que produce una alteración en el funcionamiento cerebral, afecta a las percepciones del mundo real (lo que vemos, oímos, sentimos), pensamiento, acciones y afectividad. Esta enfermedad se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas entre los cuales se pueden encontrar el pensamiento, las emociones, los movimientos, la conducta y la percepción entre otras.

Al estar la esquizofrenia dentro del grupo de la psicosis, debemos entender las diferencias, el psicoanálisis ha intentado definir dentro de las psicosis diversas estructuras, una es la paranoia (en la que estarían las enfermedades delirantes) y la esquizofrenia y por otro lado la melancolía y la manía. Freud sostiene que cuando se produce una escisión del YO quedan dos tendencias psíquicas, una seria la normal y otra seria aquella que bajo el influjo de lo pulsional aparta al YO de la realidad. Estas dos fuerzas coexisten y el final depende de la fuerza que posea cada una. En caso de que gane la segunda el proceso psicótico estaría dando las condiciones para desarrollarse.

Historia

Previo a la denominación final del nombre de la enfermedad como “esquizofrenia”, diversos médicos y psicólogos le han atribuido diferentes denominaciones.

A mediados del siglo XIX, Bénédict Morel, nombro a la enfermedad como “demencia precoz”, teniendo en cuenta la similitud que encontró con la demencia en adultos mayores (como el alzhéimer) pero diferenciándola, ya que en éste caso, se presentaba a temprana edad, durante la adolescencia.

Paul Eugen Bleuler, psiquiatra suizo, es quien finalmente estableció el nombre como “esquizofrenia” en 1908, hizo hincapié en que no era específicamente un deterioro mental ya que algunos de estos pacientes mejoraban progresivamente y podían a llegar hacer personas maduras.

El trastorno fundamental es en las funciones cognitivas y la estableció como una división en la capacidad mental, división entre el proceso de pensar y el de expresar las emociones.

La diferencio de la enfermedad maníaco depresiva, donde quien la padece no sufre de dificultades de expresar sus sentimientos, sino que lo hace con precisión.

La psiquiatría clásica se centra en el tratamiento con psicofármacos. En relación al diagnóstico de la esquizofrenia la psiquiatría se basa en el manual DSM IV en donde agrupan los síntomas para poder determinar si se trata de está en enfermedad.

Epidemiología

Estudios realizados muestran que la esquizofrenia afecta al algo menos del 1 % de la población mundial 0,85 %

La incidencia anual de la esquizofrenia es de 10 a 40 nuevos casos por 100.000 habitantes, su punto de prevalencia se encuentra en 3 a 10 casos por 1000, y el riesgo de padecerla

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