Esquizofrenia
nymhush3 de Agosto de 2013
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ESQUIZOFRENIA
ASPECTOS BIOPSICOSOCIALES DE LA ENFERMEDAD. IMPORTANCIA DE UNA PRUEBA BIOLÓGICA DIAGNÓSTICA
Enloquecimiento de Don Quijote
Gustave Doré (1863)
Dr.Segundo Mesa Castillo
Especialista de 2do. Grado en Neurología
Hospital Psiquiátrico de la Habana.
segundo@infomed.sld.cu
INTRODUCCIÓN.
La esquizofrenia, una de las enfermedades más invalidantes de los seres humanos, conocida como “el cáncer de la psiquiatría” se impone como un gran reto social debido a su incidencia, su potencial cronicidad y severidad y las consecuencias importantes para la familia y la sociedad en general [1,2]. Constituye junto a la demencia problemas prioritarios de la salud mental a nivel mundial. La alta prevalencia de la enfermedad de 1 por 100 habitantes, independientemente de las características sociales o económicas de los diferentes países, hacen de la misma un factor de gran impacto por su gran repercusión humana, económica y social, afectando al ser humano en la etapa más productiva de la vida ya que en el 75% de los casos la enfermedad aparece dando sus primeros síntomas entre los 16 y 25 años de edad. Por el grado de incapacidad que produce se afectan los estudios, el trabajo y la vida social plena. Afecta no solo al individuo que la padece sino a su medio ambiente familiar, incapacitando a su vez al familiar cuidador el que de por vida tiene que dedicarse a la atención del enfermo, especialmente durante las etapas de crisis. En el 50% de los casos se hace necesaria su hospitalización evolucionando en forma crónica con un deterioro progresivo de todas las capacidades del enfermo, teniendo un elevado costo directo por la atención médica y para-médica e indirecto por lo que dejan de producir pacientes y familiares cuidadores más un costo intangible relacionado con el sufrimiento que produce en el paciente, en familiares, amigos y en la sociedad en general [3,4]. La sintomatología clínica de la enfermedad se caracteriza por su evolución a través de tres etapas. La etapa pre-mórbida en la que no existen síntomas
clínicos evidentes y se corresponde con las primeras edades de la vida, la etapa prodrómica en la que aparecen algunas alteraciones en la conducta social y en la esfera cognitiva pero que aún es difícil hacer un diagnóstico y por último la etapa de las crisis psicóticas en la que aparecen, de forma súbita o lentamente progresiva, síntomas que se caracterizan por alteraciones en la esfera del pensamiento, de las sensopercepciones, de la afectividad y de la conducta social con tendencia al aislamiento [5,6] . La etiología de la enfermedad aún se desconoce. Se considera una enfermedad orgánica del cerebro en la que inciden múltiples factores: alteración genética de tipo poligénico, interactuando con factores ambientales entre los que se incluyen posibles toxinas o virus produciendo cambios en el neurodesarrollo [7]. Las técnicas de imagen desarrolladas en la actualidad, producto del desarrollo científico-técnico de las décadas del 70 y del 80 del siglo pasado, han permitido conocer que determinadas áreas del cerebro resultan ser las más afectadas en la enfermedad [8]. Estas áreas conocidas como “regiones de interés” [RDIs] corresponden a aquellas partes del cerebro que tienen que ver con la conducta psico-social tanto en animales como en seres humanos, se relacionan con áreas del sistema límbico situadas en las regiones mediales del lóbulo temporal [9-11]. En estas áreas del cerebro se producen alteraciones metabólicas en neurotransmisores que intervienen en el impulso nervioso fundamentalmente en los neurotransmisores serotonina y dopamina. El tratamiento que mejora al paciente se basa en agentes farmacológicos conocidos como neurolépticos que actúan sobre estos neurotransmisores disminuyendo el incremento de los mismos en estas áreas del cerebro de los enfermos y en las plaquetas [12-17]. Sin embargo, aunque ha tenido lugar un avance importante en el tratamiento de los pacientes esquizofrénicos con el uso de los neurolépticos, el diagnóstico de la
enfermedad se produce generalmente en etapas tardías, cuando están presentes los síntomas psicóticos, habiéndose comprobado que el pronóstico de la esquizofrenia sólo se modifica en sentido favorable cuando se hace un diagnóstico temprano y un tratamiento precoz, en la llamada etapa pre-mórbida, cuando aún no han aparecido los síntomas psicóticos o lo antes posible, en el período de tiempo que media entre la aparición de los primeros síntomas y la instauración del tratamiento [18,19]. La ausencia de una prueba diagnóstica que permita hacer un diagnóstico precoz de la enfermedad impide la aplicación de un tratamiento temprano y en consecuencia un peor pronóstico de la misma.
El conocimiento de la esquizofrenia ha pasado durante diversas etapas del desarrollo de la civilización coincidiendo etapas de mayor conocimiento con etapas de mayor desarrollo socio-económico de la humanidad influyendo en cada momento histórico, de forma evidente, la ideología imperante de cada sociedad [20]. Como la esquizofrenia afecta la conducta social del paciente es por lo tanto importante destacar la repercusión que la misma tiene en la sociedad y los medios con que contamos para prevenir el impacto de la misma en el aspecto humano, económico y social.
OBJETIVOS.
1.
Hacer una breve revisión histórica del conocimiento de la esquizofrenia durante distintos períodos de la humanidad.
2.
Destacar la importancia para la sociedad de la enfermedad esquizofrénica en su impacto económico, social y humano.
3.
Destacar la importancia de un diagnóstico temprano y los beneficios humanos, económicos y sociales de un tratamiento precoz de la enfermedad.
ESQUIZOFRENIA, SOCIEDAD Y CIVILIZACIÓN.
Aristóteles [384-322 a. de J.C.] fue uno de los primeros pensadores de la Antigüedad que concibió al hombre como un ser social. El ser humano como ser social implica su interrelación con el medio en el que crece y se desarrolla. Esta interdependencia del ser humano con el medio social que lo rodea está íntimamente ligada al producto de su trabajo creativo y por ende al desarrollo del conocimiento científico. En relación al conocimiento de la enfermedad esquizofrénica vemos como a través de distintas épocas el concepto de la enfermedad ha ido evolucionando conforme a la ideología de la sociedad del momento. Así las primeras descripciones, especialmente en la Grecia Antigua son descripciones vagas pero no obstante se hacen los primeros intentos en clasificar las enfermedades mentales. Posteriormente vemos una etapa de verdadero estancamiento que coincide con el período de la Edad Media donde se aprecia la influencia de la ideología retrógrada fantástico idealista de la época que conduce inclusive a tomar frente a la enfermedad no sólo una concepción errónea sino una conducta fanática y primitiva, creándose los tribunales de la inquisición y llevando a la hoguera a los pacientes por pensarse que estaban poseídos de los demonios. Al final de la Edad Media se agota la creencia en las fórmulas tradicionales de estudio. El aristotelismo se había implantado y la silogística constituía el instrumento por excelencia para la discusión, exposición y averiguación, pero no conducía a un verdadero conocimiento de las cosas. El mundo estaba estructurado por una combinación de la cosmología de Aristóteles y la fe religiosa, no había aliciente para la
voluntad inquisitiva. En esta etapa de la Escolástica los conflictos científicos-religiosos se resolvían con los actos de fe, de manera que la lógica estaba supeditada a los dogmas de la religión y la fe de su ideología. Los silogismos de Aristóteles no resistían la fe cristiana en su intento de conciliar la ciencia con la religión. Con el Renacimiento, descrito como un período de transición y búsqueda, el pensamiento se dirige a las cosas de manera directa, basándose en sus propios medios, desligándose, en lo posible, de las influencias de la tradición. Este período comprende los siglos XV, XVI y XVII. Es un período de nuevo avance de la humanidad que se extiende posteriormente con la Revolución Industrial y La Ilustración donde se observa su repercusión en el mejor conocimiento de la enfermedad y en una conducta mucho más avanzada frente a la misma. Por último en el siglo XX y parte del siglo XXI debido a la revolución científico técnica y especialmente con el desarrollo de distintas disciplinas científicas entre las que se destaca la imaginología se amplía el concepto de la esquizofrenia como enfermedad orgánica del cerebro y se orienta su investigación a nivel celular mediante la biología molecular a través de la investigación del genoma humano. Aparecen nuevas formas de tratamiento y se concibe la enfermedad en relación a su etiología como un proceso multifactorial que comienza en las primeras etapas del desarrollo durante el período intra-uterino y que por ende se producen ya desde esa etapa alteraciones estructurales y funcionales en el cerebro, en estructuras del sistema límbico, que asociados a los cambios endocrinos en la pubertad provocan las primeras manifestaciones psicóticas en los pacientes. Estos distintos períodos a través de los cuales transcurre el concepto de esquizofrenia se relaciona, como hemos visto, con las características socio-económicas de la sociedad y con la ideología imperante del momento. Es necesario destacar etapas de mayor crisis como las que
ocurrieron durante el fascismo, antes y durante la segunda guerra mundial, en las que como parte de una ideología segregacionista, de xenofobia y excluyente se llega incluso hasta eliminar físicamente a los pacientes o en el capitalismo donde se aíslan los
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