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Estrés social desde el psicoanálisis

Rosario GóngoraApuntes19 de Abril de 2024

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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ESTRÉS SOCIAL DESDE EL PSICOANÁLISIS

AUTOR (ES):

Casique Rojas, Junior (orcid.org/0009-0002-1710-4909) Cubas Dávila, Karoll (orcid.org/0009-0001-9699-9175)

Jimenez Jimenez, Jennyfer Nicole(orcid.org/0009-0001-6472-2526) Rios Zapata, Hellen Yessenia(orcid.org/0009-0008-0952-1538))

Ruíz Rodríguez, Bertha Margarita (orcid.org/0009-0001-1881-9183)

ASESOR (A) (ES):

Mg: Joo Salinas, Víctor Nicolas (orcid.org/0000-0003-2655-6317)

LINEA DE INVESTIGACIÓN

VIOLENCIA

MOYOBAMBA- PERÚ 2023

ÍNDICE

  1. INTROCUCCIÓN
  2. CUERPO

III: CONCLUSIONES REFERENCIAS

  1. INTRODUCCIÓN

El estrés social es una experiencia común en la vida de la sociedad actual. A medida que ingresamos a un mundo cada vez más conectado y globalizado, las presiones sociales y las demandas interpersonales han aumentado significativamente. Este tipo de estrés proviene de interacciones sociales, expectativas y normas que rodean a una persona y puede tener un gran impacto en su bienestar físico y mental como también es crucial comprender en qué consiste el estrés social, cómo se manifiesta y cuáles son sus efectos en la salud y el bienestar de las personas. A lo largo de esta exploración, examinaremos las causas subyacentes del estrés social, sus consecuencias para la salud y las estrategias que pueden ayudar a mitigar sus efectos negativos. (Sandín, 2003). A menudo, las expectativas culturales y sociales, así como las comparaciones con los demás, contribuyen a este tipo de estrés. A medida que continuamos nuestra discusión, profundizaremos en las causas del estrés social y exploraremos cómo las personas pueden aprender a manejarlo de manera efectiva. Además, examinaremos la importancia de la resiliencia social y las redes de apoyo para la capacidad de una persona para afrontar el estrés social y mantener su salud mental. En definitiva, el objetivo de este estudio es proporcionar información valiosa sobre el estrés social que afecta a la mayoría de las personas en su vida diaria. (Elena, 2017).

El estrés social desde la perspectiva psicoanalítica es un fenómeno complejo que se analiza a través de la teoría psicoanalítica desarrollada por Sigmund Freud. En este enfoque se entiende como una manifestación de conflictos internos y dinámicas psicológicas profundas que surgen en el individuo como resultado de su interacción con la sociedad y su entorno social. Además, en el psicoanálisis, se considera que el individuo está influenciado por fuerzas inconscientes que moldean su comportamiento, pensamientos y emociones. Estas fuerzas pueden ser desencadenadas por factores sociales, como las expectativas culturales, las normas sociales y las relaciones interpersonales. Como sabemos hay una variedad de eventos en la vida humana que afectan la salud. Existe un creciente cuerpo de evidencia empírica procedente de la psicología sobre la influencia de los aspectos contextuales psicosociales en la salud. Diversas situaciones estresantes crónicas,

como el bajo nivel socioeconómico o el ausentismo laboral, son factores de riesgo de patologías crónicas de diversas enfermedades. (Zegarra, 2021)

El psicoanálisis postula que los individuos enfrentan conflictos internos entre sus impulsos y deseos inconscientes, y las limitaciones impuestas por la sociedad, generando ansiedad y estrés. En este enfoque, el estrés social puede manifestarse tanto a nivel físico como psicosomático, con tensiones sociales no resueltas dando origen a condiciones médicas con raíces mentales. Desde la perspectiva psicoanalítica, el estrés social resulta de las complejas interacciones entre los deseos inconscientes del individuo y las influencias culturales y sociales. El análisis psicoanalítico busca comprender cómo estos conflictos internos contribuyen al estrés, examinando el papel clave de los mecanismos de defensa y la dinámica familiar en la experiencia del individuo en la sociedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el estrés como un conjunto de respuestas fisiológicas que preparan al cuerpo para la acción, siendo un sistema biológico esencial para la supervivencia y una respuesta emocional y física ante situaciones sociales desafiantes. A nivel global, el estrés puede ser desencadenado por diversos factores, como la presión para cumplir con expectativas sociales y la falta de habilidades de comunicación efectivas. Aunque el estrés tiene un componente positivo al ayudarnos a enfrentar las actividades diarias, su exceso puede tener consecuencias físicas y psicológicas. La capacidad de gestionar el estrés es crucial para mejorar el bienestar físico y mental. Es relevante destacar que el estrés social afecta a diversas personas, desde adolescentes hasta adultos, y las reacciones varían de un individuo a otro. Reconociendo esta diversidad de respuestas, es posible aprender a afrontar la situación de manera que se reduzca la sensación de abrumamiento y se mejore la salud mental y física (Aguilar, 2017).

Como dato importante es fundamental señalar que este tipo de conflicto en la sociedad es muy agraviante en la vida de cualquier ser humano puesto que repercute de manera negativa en la salud mental y agotamiento físico motor, es importante hacer énfasis en como del diario los seres humanos pasamos por distintas actividades laborales, académicas, de familia entre otras, dado que nuestro cerebro es el órgano que más función tiene en nuestro sistema inmune.

Como es bien sabido, existen diversos factores que pueden desencadenar estrés en el cuerpo humano, especialmente cuando se aborda este problema en un individuo. Gómez, (2011), destaca que las consecuencias de experimentar estrés pueden manifestarse a través de altibajos emocionales, así como alteraciones físicas que incluyen problemas gástricos, cardíacos, alergias, dolores, dificultades respiratorias y dermatológicas. Desde la perspectiva médica, se señalan una serie de manifestaciones somáticas, y el psicoanálisis diferencia las medidas para abordar las órdenes sinónimas y los trastornos relacionados con la ansiedad. El psicoanálisis, bajo la dirección de Freud y Lacan, destaca la importancia de esta diferenciación, que, aunque es fundamental en el ámbito psicoanalítico, no siempre opera de manera similar en el campo de la salud. Esta disciplina comprime los diversos estados del cuerpo para explicar y abordar fenómenos corporales, aportando así una perspectiva única que no siempre encuentra acuerdo con los enfoques funcionales previos de la medicina. Al mencionar el "estrés social", se evidencia una estrecha relación con lo "psicosocial", ya que ambos conceptos se centran en un ecosistema que involucra tanto la percepción propia como la ajena. Mientras el estrés social se refiere a las tensiones derivadas de interacciones sociales, el término psicosocial se vincula más directamente con el ámbito del psicoanálisis.

En este contexto, el estrés incontrolado es un factor que puede precipitar la aparición de ansiedad y, a largo plazo, de depresión. En otras palabras, el estrés psicosocial, como un factor desencadenante, puede dar lugar a diversas patologías y afectar la salud emocional de un individuo, generando vulnerabilidad no solo en él mismo, sino también en las personas con las que interactúa. Es como una cadena trófica emocional, donde la afectación de un individuo puede hacer vulnerable a otro en la red de relaciones interpersonales. En suma, es de considerar que los objetivos de investigar de esta temática es la de incentivar y dar conocimiento de temas como el estrés social como un problema que afecta a la salud mental de cada individuo llevándolo a la depresión en donde también apliquemos algunos métodos de como poder reducir el estrés que a diario sentimos cada persona que sean favorables y el propósito de abordar este contexto es de generar conocimiento a todos aquellos, que para nosotros sobrevivir a esto problema que acontecemos

o solemos sentir tengamos en cuenta de cómo podemos profanar su crecimiento y que en suma es de gran importancia. Molina Jiménez et al. (diciembre de 2008, p.4).

  1. CUERPO

En términos generales, la medicina distingue entre dos tipos de estrés: el físico y el psíquico. El estrés físico se caracteriza por un aumento en el consumo de energía y una aceleración metabólica, generalmente asociada a situaciones de alerta como accidentes o intervenciones quirúrgicas. Por otro lado, el estrés psíquico está vinculado a una tensión nerviosa prolongada, capaz de alterar diversas funciones del organismo. Desde la perspectiva del psicoanálisis, el concepto de estrés se relaciona con cuadros de ansiedad, neurosis de angustia o trastornos de ansiedad generalizada. En este contexto, se entiende que el estrés no solo afecta el cuerpo físico, sino que también tiene repercusiones en el bienestar mental, dando lugar a diferentes manifestaciones psicológicas (Rojas, s.f, párr. 1- 2).

Los efectos del estrés social están intrínsecamente ligados a la percepción individual de los estresores sociales, la habilidad para afrontarlos, la preparación proporcionada por la sociedad y la utilización de estrategias de afrontamiento socialmente aceptadas (Sandín, 2003). En este contexto, el afrontamiento se erige como un elemento esencial que varía significativamente entre individuos y grupos, explicando la diversidad de respuestas frente a estímulos sociales similares. El estrés social, perjudicial para la salud mental, se manifiesta en tres formas principales. Primero, el estrés agudo, derivado de demandas y presiones recientes y anticipadas. Aunque puede ser emocionante en pequeñas dosis, el exceso de estrés agudo resulta agotador. Segundo, el estrés episódico afecta a aquellos que experimentan situaciones agudas de estrés de manera repetitiva, sumiéndolos en una espiral de responsabilidades autoimpuestas, desorden de vida y crisis constante. Finalmente, el estrés crónico perdura en el tiempo, vinculado a problemas financieros, matrimonios infelices o dificultades laborales. Cualquier forma de estrés persistente durante semanas o meses se clasifica como estrés crónico. En términos generales, los conceptos de estrés psicológico, emocional, sociopsicológico o psicosocial son utilizados de manera intercambiable para describir el estrés que se origina en situaciones como conflictos en relaciones interpersonales. Este tipo de estrés conlleva cambios afectivos conocidos como estrés emocional, cuyas consecuencias pueden desencadenar diversas patologías.

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