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Estrés y diferencias individuales


Enviado por   •  8 de Junio de 2016  •  Síntesis  •  808 Palabras (4 Páginas)  •  1.410 Visitas

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Estrés y diferencias individuales

Hay personas que enfrentan de una gran forma el estrés mientras que otras se derrumban con facilidad. Esta diferencia se debe, en parte, a que cada uno tiene su manera de interpretar las adversidades. Algunos las ven como oportunidades de éxito y otros como fracasos. La perspectiva que las personas tienen del mundo también afectan la manera en que enfrentan el estrés. Los optimistas lo ven como un reto mientras que los pesimistas se afligen. Además, los individuos con un locus de control interno creen que pueden manejar las situaciones y cambiarlas pero los que cuentan con un locus de control externo no.

Fortaleza y resiliencia

Incluso después de haber experimentado un suceso muy complicado, son pocas las personas que sufren un daño psicológico grave. Hay individuos que cuentan con el rasgo de fortaleza con el que pueden manejar muy bien el estrés y, en algunos casos, este estrés los hace mejorar. Sin embargo, las personas con poca confianza sienten que no pueden enfrentar nuevos cambios y se sienten impotentes.

También hay individuos que poseen la capacidad de resiliencia que les permite recobrar la confianza en sí mismos y las esperanzas luego de un suceso estresante. Algunas personas cuando crecieron, estuvieron rodeados de situaciones difíciles en sus hogares como violencia, pobreza, drogas, etc.; pero, más bien, son estas personas las que tienen más probabilidades de convertirse en adultos ejemplares debido a su habilidad de resiliencia.

Afrontamiento del estrés

Cuando se presenta el estrés, es importante que realicemos esfuerzos cognitivos y conductuales para afrontarlo. Existen dos tipos de afrontamiento: afrontamiento directo y afrontamiento defensivo.

Afrontamiento directo

Consiste en realizar esfuerzos intencionales para cambiar una situación estresante, es decir, hacerle frente a un problema directamente. Existen tres opciones de afrontamiento directo: negociación, confrontación o retirarse.

  1. Confrontación: consiste en establecer que existe un problema y que se debe solucionar mediante intentos continuos, consistentes y con determinación. Este proceso puede implicar desarrollar nuevas capacidades, recibir ayuda de otros, esforzarse más o, incluso, la persona puede cambiar así misma o a la situación.
  2. Negociación: Solemos reconocer que no podemos conseguir todo lo que queremos ni lograr siempre que las personas hagan lo que nos gustaría. Por ello, nos conformamos con menos de lo que en un comienzo nos propusimos para así, evitar el estrés.
  3. Retirarse: Existen situaciones estresantes en las que la mejor solución es retirarse. Cuando el adversario tiene más poder que nosotros, o no podemos cambiar la situación o a nosotros mismos, o no existe una negociación o confrontación posible, retirarse es una opción positiva. Sin embargo, esto puede tener también desventajas como que nos acostumbremos a evitar siempre situaciones complicadas.

Afrontamiento defensivo

Existen circunstancias en las que no se puede identificar o combatir la fuente que nos provoca estrés. También hay ocasiones en las que una adversidad es tan fuerte que no se puede enfrentar directamente. Cuando ocurren estas situaciones, las personas recurren a mecanismos defensivos para afrontarlas. Estos mecanismos funcionan como técnicas para engañarse acerca de las causas de una adversidad, disminuir la presión, frustración y ansiedad. Existen muchos tipos de afrontamiento defensivo:

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