El problema de las diferencias individuales

El problema de las diferencias individuales: un análisis conceptual de la personalidad

La psicología tiene como objetivo la formulación de enunciados que describan las relaciones generales entre cualquier hecho individual de cierta clase y las condiciones en que dichas relaciones tienen lugar.

Como ciencia estudia los hechos particulares relativos a la conducta de los individuos. Como conocimiento aplicable, la psicología incide en la singularidad de las circunstancias cotidianas de los individuos.

No todas las diferencias individuales son significativas. Lo son solo en el grado en que se les pueda reconocer como miembros de una categoría más general. Estas se vuelven significativas solo como diferencias que tipifican a un individuo como tal que se comporta. Quedan eliminadas las que distinguen a las acciones como tales al margen del individuo que las lleve a efecto, y que consisten únicamente en taxonomías morfológicas de la conducta de naturaleza directa o indirecta.  Y aquellas que implican diferencias basadas en una o más características compartidas como dimensión social y que la agrupan como miembros de una u otra clase de atribuciones sin reconocer su singularidad como individuos.

De este modo la psicología requiere de una teoría de las diferencias individuales que tenga como objetivo conceptual reconocer la individualidad como condición genérica de procesos compartidos, pero como estado singular, al margen de similitudes o diferencias morfológicas en la conducta y de la posibilidad de identificar dos o más individuos como miembros de una categoría de naturaleza social. Y como teoría individual debe estar en condiciones de:

1. Reconoces la singularidad de los individuos a partir de comportamiento en las circunstancias cotidianas.
2. Identificar dicha singularidad como estado resultante de la acción de procesos generales compartidos por todos los individuos.

La teoría individual representa un intento por ubicar lo diferente como resultado de lo invariante. Por lo tanto el quehacer teórico procede como un retorno a lo singular, en sentido inverso del quehacer científico propiamente dicho que es matizado y modulado por las categorías generales de la teoría de proceso, representado por la teoría de la conducta.  

El quehacer teórico analítico consiste en “buscar” dimensiones comunes que permitan agrupar objetos y eventos singulares en términos de propiedades no aparentes en la lógica del lenguaje ordinario, como lenguaje referido a la percepción de de cosas y acontecimientos.

El estudio de las diferencias individuales asume dos dimensiones:

1. La identificación de estados que resulten de la evolución ontogenética, que delimita la individualidad como carácter idiosincrático.  
2. El análisis de la génesis de dichas resultantes como proceso de individualización.

La teoría de las diferencias individuales constituye la teoría acerca de la individualidad y la teoría acerca de la individuación.

Ambos aspectos de la teoría se relacionan con la historia interactiva del individuo, uno, con el análisis de la individualidad  como estado resultante; otro, con el análisis de la individualización como proceso histórico.

Diferencias y consistencias individuales.

El tópico de la personalidad tiene justificación en la teoría psicológica sólo si las diferencias entre individuos constituyen un criterio suficiente para distinguir la individualidad de cualquier persona respecto a otra.

Las diferencias entre individuos deben poseer dos características para constituirse en un problema significativo, estas son:

1. Que las dimensiones interactivas del individuo que operan como parámetros para establecer el criterio de diferencia constituyan  modos consistentes de comportamiento en el tiempo y frente a diversas estructuras contingenciales.
2. Que dichas dimensiones interactivas posean una organización funcional peculiar en cada individuo.

La teoría clásica de la personalidad no se ha ajustado a los criterios señalados. Las desviaciones a dichos criterios han sido tres:

1. Se han utilizado taxonomías que clasifican a los individuos como miembros equivalentes de una misma categoría.
2. Los criterios que se usan para clasificar están basados en dos formas reactivas y no en modos interactivos.
3. Como consecuencia necesaria de la identificación organocéntrica de las diferencias individuales, se observan carencias de estabilidad o de generalidad prevista en los indicadores elegidos.

Una vez delimitado el ámbito de significación de las diferencias individuales como consecuencias intrasujeto y entre sujetos.

La psicología de la personalidad como tradición teórica se ha caracterizado por un error conceptual sistemático: atribuir propiedades causales de la conducta a los rasgos o categorías estructurales de la personalidad.

Personalidad y categorías disposicionales.

Si la personalidad de identifica como una categoría descriptiva de la organización singular de cada individuo respecto de las consistencias en sus modos de interactuar.

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