Examen De Admision Para Niños

Uno de los grandes problemas para los padres cuando tienen hijos que se integran por primera vez a una institución educativa es la evaluación psicológica. Esta evaluación es uno de los grandes filtros que las instituciones educativas usan para escoger a los niños más aptos para el ambiente escolar. En este contexto de evaluación, el papel del psicólogo es fundamental ya que a partir de su análisis se sabrán quienes se encuentran aptos para ingresar a la institución educativa a la cual se postula. Ocurre que cuando un niño no es seleccionado se deben a varios factores que el psicólogo no analiza u hace caso omiso, favoreciendo de alguna manera a la institución a la que laboran.

Muchas de los psicólogos que evalúan en estos exámenes de admisión actúan de manera egocéntrica al pretender que todos los niños se adapten a la situación de evaluación del mismo modo y al mismo tiempo, sin respetar las características de personalidad, los ritmos o el temperamento, en otras palabras, sin tomar en cuenta las diferencias individuales y la diversidad. No es el niño quien debe adaptarse a la evaluación, sino la evaluación la que debe adaptarse al niño. Junto con esto, las pruebas que se utilizan son obsoletas, están fuera de un contexto real o no han sido adaptadas al Perú. En muchos casos, las realidades donde han sido evaluadas estas pruebas son tan distintas al contexto en el cual vivimos y muchos de los niños fracasan en los test ya que se busca que el niño o niña responda de acuerdo a la respuesta exacta y fuera del contexto peruano que se vive. Por otro lado, sabemos además que la propia situación de evaluación es estresante para los niños, porque muy pocos colegios dejan entrar a los padres al examen, y tratándose de niños tan pequeños resulta absolutamente esperable que se asusten o se nieguen a cooperar. Además, se observa también que en la devolución de resultados para los padres, los psicólogos tienden a etiquetar al niño de una forma que los padres no entienden y el niño, al quedarse con esta etiqueta, solo la desarrolla para mal.

En este contexto, donde sabemos que el psicólogo es fundamental frente a los exámenes de admisión para niños, en muchos casos el psicólogo solo toma un papel de evaluador y no observa todo el contexto en el cual el niño está siendo evaluado ni las características personales que este niño o niña tiene para enfrentar este nuevo reto. Muchos padres tienen un miedo frente a estas evaluaciones y que el niño fracase. Pero al niño se le pone bajo presión y siendo tan pequeño, no es nada saludable para su desarrollo.

Sujetos o grupos afectados:

Como sujetos o grupos afectados en el ámbito de la psicología educativa hemos encontrado dos. El primero, el cual se ve afectado de modo directo son los niños o alumnos. Esto se puede ver evidenciado, cuando los niños son víctimas de un inadecuado manejo ético por parte del psicólogo de la institución y son por ejemplo: etiquetados, ya sean estas etiquetas puestas en público (frente a todo el salón de clases) o en “privado” (vistas únicamente por profesores).

El hecho de etiquetar a estos infantes, hace que puedan considerarse discriminados, o que puedan sentir que su dificultad es vista como una burla de la cual la institución es participe a la par de en ciertos casos sus compañeros de clase. Sin embargo, una de las peores consecuencias en este caso es que el niño permanezca con esta “etiqueta” para toda, la vida frenando así su desenvolvimiento más óptimo o simplemente interiorizándola o simplemente el hecho de que el infante etiquetado sea visto por el resto de sus compañeros por “el problema”. Cabe resaltar que la labor del psicólogo nunca debe ser la de establecer “etiquetas”, sino más bien la de promover los recursos del niño, para de este modo poder funcionar mejor en institución educativa.

Por otro lado, el segundo

...