Expresión de ideas
betsytaverasTesis5 de Marzo de 2013
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Expresión de ideas
La posibilidad de expresarnos libremente y manifestar nuestras ideas constituye una condición necesaria para avanzar como sociedad. Desde épocas remotas el derecho a la libertad de expresión ha sido una exigencia y la condición fundamental para encontrar soluciones a problemáticas diversas.
Se encuentra estrechamente vinculada al derecho a la información. Esta articulación busca garantizar el ejercicio de todo un sistema de derechos y libertades consagrados en la mayoría de los sistemas jurídicos del mundo, del que nuestro país no es la excepción, como la libre manifestación de las ideas, la libertad de imprenta, la libertad de difusión de la información, la libertad de manifestaciones artísticas, la libertad de cátedra y de investigación científica.
La importancia de la libertad de expresión está fuera de discusión. En la sociedad contemporánea, es un derecho humano fundamental para la existencia y desarrollo de una democracia.
Existe una doble dimensión de la libertad de expresión: la individual, que es el derecho de manifestar el pensamiento libremente, por cualquier medio y con la posibilidad de hacer llegar sus ideas al mayor número de destinatarios, y la social, un derecho colectivo a recibir información y a conocer la expresión del pensamiento ajeno.
Sirve de frontera al ejercicio del poder, adquiere sentido en contexto social, pues supone interacción, enfatiza la importancia de las relaciones entre individuo y Estado y delimita la competencia de éste.
Culto y popular
L
O CULTO Y LO POPULAR
Dentro de la dicotomía culto/popular, es el primero el elemento que juega el rol de
sujeto
que define y el segundo el de
objeto
de la definición. Se da por tanto entre ambos unarelación de dominación. Así, mientras que lo que conocemos por alta cultura constituye lacultura dominante, la cultura popular es la dominada. En este tipo de suposiciones desentido y uso comunes subyace una visión etnocéntrica de clase, perspectiva a la que, todosea dicho, la sociología ha ayudado a dar plausibilidad. Este
etnocentrismo de clase
es, deahí su fuerza estructurante, la percepción primera de todo tipo de alteridad cultural. En esteorden de cosas, lo (tenido por) culto, disfruta de un derecho de pernada simbólico sobre lopopular: se produce entre lo culto y lo popular una (constitutiva para ambas) asimetríasimbólica que capacita a la primera, al tiempo que paraliza a la segunda. En palabras de
Passeron
, “la asimetría de los intercambios simbólicos nunca se expresa tan claramentecomo en el privilegio de simetría del que disponen los dominantes, que pueden a la vezproveerse, a partir de la indignidad cultural de las prácticas dominadas, del sentimiento desu propia dignidad y dotarlas de sentido al dignarse a adoptarlas, redoblando así, medianteel ejercicio de este poder de rehabilitación, la certeza de su legitimidad” (Grignon y
Passeron
, 1992:71). De esta asimetría constituyente se sigue que lo popular sólo tienevalor, y es un valor en todo caso residual a la cultura, en la medida en que se produzcafuera del orden dominado o
extracultural
, en el orden de los consumos y de la satisfacciónde las necesidades primarias.La asimetría se materializa en una suerte de
ley de hierro
que atribuye un estilo de vida
ensí
a los colectivos culturalmente dominados y un estilo de vida
para sí
a los dominantes. Dedonde: el destierro del sujeto dominado a la condición de
figurante
(el coro que resuena enla cultura popular como fondo del discurrir
trágico
de lo culto) y la atribución al dominantede su estatuto de
sujeto
en la doble condición de
actor
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