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FEDRA - ANALISIS PSICOANALITICO


Enviado por   •  14 de Marzo de 2018  •  Ensayos  •  1.333 Palabras (6 Páginas)  •  217 Visitas

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FEDRA, ANALISIS DE| PSICOANALITICO DE LA SEXUALIDAD FEMENINA

“La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es: ¿qué quiere una mujer?”

Sigmund Freud

Las fuertes críticas del feminismo a la teoría psicoanalítica son notorias, las voces de mujeres que defienden sus percepciones y se niegan a creer en los supuestos de Freud. Judit Ribas[1] propone cuatro puntos centrales por los cuales las feministas están en contra de dicha teoría. El primero de ellos lo llama el mito de la masculinidad primaria este punto se refiere al hecho que Freud concibe a la niña como un ser que descubre que esta castrado, adicionalmente se niega a aceptar este “hecho” y por lo tanto necesita ocultar su “deficiencia genital” las feministas acusan a Freud por no considerar al hombre y a la mujer como dos presencias distintas. Antifeminismo militante este factor Ribas lo explica de la siguiente forma: “Freud explica que A PARTIR de la aparición DE LA ENVIDIA DEL PENE, la evolución de la mujer puede tomar tres vías diferentes…”. El tercer punto lo define como ¿es más complicado llegar a ser mujer que varón? Frente a este punto Freud confiesa abiertamente, que se le hace muy difícil entender a las mujeres, para él la constitución de la feminidad es por sí más complicada que la masculina. El cuarto punto se refiere a la cuestión del Narcisismo en este punto la autora nos remite a Emilce Dio Bleichmar quien nos afirma que la mayoría de las histerias se presentan en mujeres, esta autora se dedica a comprobar que a la mujer, en nuestra cultura, le resulta imposible narcisizar su yo porque hay una oposición entre feminidad y narcisismo.

En esta obra cuyo autor es Racine, se evidencia la supremacía femenina entre los personajes, Fedra como protagonista de esta tragedia, Aricia, Enone e Ismene como personajes secundarios, pero aun así cada una influyente de alguna manera desde su posición.

Psicoanalíticamente se ha hablado del falo relacionándolo con el pene, debido a que el padre representa poder, autoridad y seguridad dentro de los roles familiares, pero se ha desconocido el hecho de que son características que pueden pertenecer igualmente a una mujer, por ende la sexualidad femenina se ha relegado a la pasividad susceptible de cambio únicamente a partir de la actividad masculina, esta obra nos permite inferir que no es así, pues las mujeres son las encargadas de suministrar los altibajos presentes en la historia, las intenciones ocultas, los deseos prohibidos, la toma de decisiones determinantes son representadas por cada una de las mujeres presentes en el texto.

Un falo interno:

Fedra, protagonista de esta historia, una mujer fuerte, segura de sí misma, deseosa de poder y dominio, esposa de Teseo rey de Atenas, este héroe representa la seguridad y autoridad suprema,  psicoanalíticamente se puede decir que Teseo representa el falo[2] en esta historia, pero si analizamos con detenimiento cada uno de los comportamientos de esta mujer se deduce que Fedra es poseedora de un falo interno, aunque la autoridad en el reino es su esposo, este permanece ausente durante bastante tiempo, alimentando en ella los deseos de poder y dominio, pero cuando su esposo se marcha la deja a cargo de Hipólito, quien pasa a ocupar el papel de falo en ausencia de su padre, el enamoramiento de Fedra, no representa más que un llamado inconsciente de su pulsión para alimentar sus deseos[3], es decir, un reclamo de poder de un falo que su esposo no le ha dado.

El súper yo[4] es severo y prohíbe el incesto, este es representado por su esposo, es decir, por el falo, Fedra es consciente de su amor por Hipólito pero su inconsciente sabe que este caballero heredara el reino algún día y sus deseos de poder y dominio se pueden ver saciados allí, esta pulsión es tan fuerte que la ciegan a tal punto de declararle su amor a su hijastro y asesinarse para poder enterrar su pulsión, el súper yo no admite bajo ninguna circunstancia la liberación de esa pasión, así que decide quitarse la vida por si misma antes de caer en la deshonra (castración)[5].

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