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GOFFMAN Y LA SITUACION E LA INTERACCION


Enviado por   •  19 de Marzo de 2013  •  4.869 Palabras (20 Páginas)  •  666 Visitas

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Goffman: la situación de interacción

24 abril 2009 por Luis

por Luis Sandoval

Algunas definiciones:

Erving Goffman

Situación social. Cualquier ambiente determinado por la posibilidad de un control recíproco tal que pueda prolongarse todo el tiempo que dos o más sujetos se encuentran en inmediata presencia física uno de otro y que se extiende a todo el espacio en el cual semejante control es posible.

Ocasión social. Acontecimiento que se contempla antes y después como una unidad, un evento que sucede en un tiempo y un lugar específicos y que dicta el tono para aquello que sucede en su interior y durante su desarrollo.

Encuentro social. Una ocasión de interacción cara-a-cara que comienza cuando los sujetos se dan cuenta de que han entrado en la presencia inmediata de otros y que acaba cuando ellos captan que han salido de esta situación de participación recíproca.

Parece entonces apropiado definir a Erving Goffman como un sociólogo de la interacción. De hecho, esta peculiaridad le ha valido algunas críticas entre quienes le han demandado la incorporación a su trabajo de categorías relacionadas con macrosujetos como las clases sociales o la estratificación.

Goffman no desconoce la entidad de las categorías estructurales, sino que reinvindica la posibilidad de delimitar como área específica el microanálisis, a la vez que se muestra reacio a extrapolar la realidad microsociológica a las estructuras macrosociológicas. La articulación a gran escala de las interacciones cara a cara cristaliza en estructuras sociales, pero existe un hiato cuya explicación cae fuera de las pretensiones de su proyecto, que en cambio insiste en la relativa autonomía del orden interaccional.

¿Pero cómo define Goffman la interacción social?

La interacción social puede definirse en sentido estricto como aquella que se da exclusivamente en las situaciones sociales, es decir en las que dos o más individuos se hallan en presencia de sus respuestas físicas respectivas.

A nosotros es justamente este ángulo en sus análisis lo que nos invita a incorporarlo en el hilo de este trabajo. Sus finos análisis de situaciones cotidianas, de la interacción cara a cara en el marco de la cotidianeidad, desnudan la cantidad de presupuestos y de normas que regulan estas situaciones en las que -desde el sentido común- nos abandonamos al espontaneísmo.

El sentido global del pensamiento de Goffman es [...] el de explicitar la naturaleza profundamente social de aquellos aspectos que normalmente consideramos como espacios libres de expresión de los sujetos, sus lados más espontáneos, menos sujetos a convencionalismos, a controles: a través de la elección de esas «ocasiones menores» del vivir social, el modelo goffmaniano saca a luz la invasión del control social informal, cómo se difunde la sociabilidad en lo «privado» y la naturaleza enormemente regulada de ese «privado».

Goffman es un sociólogo de la conciencia práctica. El núcleo de confianza que las personas requieren como parte imprescindible de su ser en el mundo aparece desglosado en sus trabajos en una multitud de reglas a cumplir, en una ejemplificación extensiva del principio de los etcéteras garfinkeliano. La interacción cara a cara se constituye en un espacio y un tiempo y depende de la concentración y atención de los participantes.

Si la rutinización de la vida cotidiana es un elemento central de nuestra percepción del mundo que nos rodea, entonces necesitamos información acerca de quienes nos rodean que se basa en la misma mecánica del establecimiento de la confianza. Esta información es un insumo requerido para la definición de la situación. Dado que resulta imposible verificar la totalidad de la información que nos es suministrada por las demás personas acerca de sí mismas, es necesario presuponer que cada uno aparenta ser lo que en realidad es. Por lo tanto ubicamos a una persona en nuestro marco cognitivo en el momento de su presentación, de que nos impacte.

La interacción posee un carácter “promisorio e indicativo”, ya que la participación de un individuo permite el escrutinio del resto, actividad además facilitada por la ritualización social “es decir la estandarización de la conducta corporal y vocal mediante la socialización, que confiere a tal conducta -o a tales gestos, si se prefiere- una función comunicativa especial”

Así, un sujeto es caracterizado por lo demás en base a dos operaciones complementarias: una caracterización categórica, es decir la ubicación en una o más categorías sociales pre-definidas; y una caracterización individual, basada en los mecanismos de diferenciación personal.

Para posibilitar esta ubicación, cada uno debe actuar en forma tal de facilitar las cosas, dando suficientes señales acerca de su papel y de la forma en que espera ser tratado. Para posibilitar un normal desenvolvimiento de la interacción, es imprescindible contar con un marco (frame) que la defina. La idea de frame ha sido derivado por Goffman del concepto de “marco psicológico” de Bateson y alude a una determinada definición de los límites de la situación: un marco sirve para ponernos de acuerdo en dónde termina la pared y empieza el cuadro.

Bateson ya había encontrado que -entre los animales- las acciones que comprenden el juego son muy similares a las que se ejecutan en el combate, por lo que -como ya hemos visto- es necesario diferenciar niveles que posibiliten la metacomunicación tendiente a definir la situación. Goffman está interesado en cómo son definidas las situaciones sociales y cómo es percibido por el sujeto el tipo de situación en cuestión. Pongamos un par de ejemplos: la situación “caminar por el centro de la ciudad” no incluye entre sus elementos el que una persona vestida con traje corra a los gritos. Si esto sucede, los paseantes observarán con sorpresa y cavilarán acerca de las facultades mentales del insólito corredor. Si se les dice que la persona que corre persigue a un ratero, entonces todo encuentra una explicación: la situación ha dejado de ser la que era y ha pasado a ser “un robo”. Un ejercicio de salvamento implica la misma serie de pasos y acciones que un operativo de salvamento. Sin embargo, es posible diferenciar nítidamente entre ambos, porque poseen frames diferentes.

Cada frame implica una serie de roles y premisas a cumplir por los participantes, una serie de reglas a respetar para que la interacción discurra

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