Huerfanos
deisyRozy9711 de Octubre de 2014
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NIÑOS HUERFANOS.
Un niño huérfano, es el que vive en situación de riesgo social, que crece en un ambiente desfavorable, el que es maltratado, rechazado, sin atención a las necesidades mínimas para la adecuada formación y desarrollo de su personalidad puede llegar a convertirse en un individuo resentido, que crea una carga social, generando a su vez mayor delincuencia, promiscuidad pobreza.
El objetivo de nuestra tesis es brindarles apoyo a niños, niñas y adolescentes como dé manera, personal y voluntario.
La UNICEF y sus aliados mundiales definen a un huérfano como un niño o niña que ha perdido uno o ambos progenitores. De acuerdo con esa definición, en 2005 había más de 132 millones de huérfanos en África subsahariana, Asia y América Latina y el Caribe. Esa cifra comprendía no sólo a los niños y niñas que habían perdido ambos progenitores sino también a los que habían perdido el padre pero no la madre, o que eran huérfanos de madre pero tenían padre.
De los más de 132 millones de niños y niñas clasificados como huérfanos, sólo 13 millones habían perdido ambos progenitores. Existen pruebas convincentes de que, en su gran mayoría, los huérfanos y huérfanas viven con uno de sus progenitores, sus abuelos u otros miembros de su familia. En el 95% de los casos, se trata de niños y niñas mayores de cinco años.
La definición mencionada no concuerda con el concepto de orfandad aceptado en muchos países industrializados, donde para ser considerado huérfano, el niño debe haber perdido tanto al padre como a la madre. UNICEF y muchas organizaciones internacionales adoptaron la definición más amplia del concepto de orfandad a mediados del decenio de 1990, cuando la pandemia del SIDA comenzó a causar la muerte de millones de padres y madres en todo el mundo y a privar a un número cada vez mayor de niños y niñas del cuidado y la atención de uno o ambos progenitores.
Nuestra Visión
es de enseñarles a los niños huérfagos principios cristianos, dándoles a conocer primeramente a su padre celestial, y a su vez, la responsabilidad moral, social, laboral, íntegros, capaces de formar una familia y de ser a gentes de cambios positivos en la comunidad.
NUESTRA MISIÓN:
Defender al débil y al huérfano, hacer justicia al niño y adolescente necesitado
NUESTROS OBJETIVOS
NUESTRAS FUNCIONES ESPECÍFICAS:
es de Formar hábitos e inculcar valores cristianos (a través del ejemplo y un encuentro personal con Jesucristo).
INTRODUCCIÓN
A través del mundo existen MILLONES de niños niñas y adolecentes que no gozan del amor de una madre ni de la protección y consejo que ofrece un padre.
Las guerras tienen una habilidad espantosa de convertir a niños felices en huérfanos. Por ejemplo, se calcula que después de la Primera Guerra Mundial 9.000.000 de niños perdieron a sus padres. También se cree que el mismo número de niños tuvieron la misma suerte después de la Segunda Guerra Mundial.
En la actualidad, esta terrible tragedia sigue afectando a niños a través del mundo, gracias a las guerras, el SIDA y otras causas. ¿Cómo se sentiría un niño o una niña al saber que sus padres se han muerto o que le han abandonado? Sólo pensar en un niño que tiene que vivir en la calle y buscar su comida en la basura nos da escalofríos.
Por muy trágica que nos parezca esta situación, todos nosotros nos hemos encontrado (o aun nos encontramos) en circunstancias similares.
LA BIBLIA INDICA QUE ÉRAMOS HUÉRFANOS EN UN SENTIDO ESPIRITUAL
Cuando nacimos éramos totalmente inocentes (Mr. 10:13,14; Ez. 18:20).
1. Nuestros padres terrenales nos dieron un cuerpo físico pero Dios nos dio un espíritu. Según Heb. 12:9, Dios es el "Padre de los espíritus."
2. No obstante, años después de nuestro nacimiento todos llegamos a ser responsables ante Dios como pecadores (Ro 3:23).
En este proceso llegamos a ser huérfanos espirituales no porque nuestro Padre celestial hubiera muerto sino porque NOSOTROS habíamos muerto a causa del pecado.
1. Dios no murió en ninguna guerra ni en ningún accidente de circulación, sino a causa de NUESTRA PROPIA REBELDÍA fuimos separados de Él.
2. No nos abandonó a nosotros, como en el caso de muchos niños huérfanos. ¡Nosotros le abandonamos a Él! Perdimos esa relación que antes teníamos con Él A CAUSA DE NUESTROS PECADOS.
a. Los que viven en la desobediencia a Dios son como niños perdidos, andando sin rumbo mientras intentan dar sentido a su existencia (Lc. 19:10).
(1) Es una experiencia muy desalentadora cuando algunos se enteran que fueron abandonados por sus padres biológicos cuando eran niños. Algunos de los que han tenido semejante experiencia llegan a dudar de su misma existencia. Viven sin propósito de vida.
(2) ¿Es de extrañarse, pues, que los que se alejan de Dios tengan los mismos sentimientos de inseguridad y desesperación?
Como los huérfanos, muchos quedan reducidos a vivir de la "basura" de este mundo cuando Dios ofrece gratuitamente a todos el agua viva y verdadera comida espiritual (Jn. 4:10,14,34).
3. A causa de nuestra propia desobediencia, llegamos a ser hijos adoptivos de Satanás... pero él es un padre muy cruel. En lugar de dar protección y buenos consejos, Satanás hace todo lo que puede para hacer daño a su descendencia adoptiva.
a. Satanás me recuerda a la madrastra de la Cenicienta. Según el cuento, la Cenicienta sufre mucho a manos de su madrastra. A ella no le importa en absoluto el bienestar de su hija adoptiva.
b. Así es Satanás. En realidad, no es padre en absoluto porque el padre verdadero ama a sus hijos (Mt. 7:9-11; 1 Jn. 4:8).
c. Satanás, contrario a lo que hace el Buen Padre, nos mintió. Nos engañó. "...Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira" (Jn.8:44).
d. Es un ladrón que "no viene sino para hurtar y matar y destruir..." (Jn.10:10).
e. ¡Está claro que al diablo no le importa el bienestar de sus hijos adoptivos!
3. Dios jamás quería que fuéramos huérfanos ni hijos adoptivos de Satanás (1 Ti. 2:4).
a. NOSOTROS tomamos esa decisión tan tonta (Isa. 59:1,2).
b. Gracias a Dios, un día nos dimos cuenta de esta gran equivocación, volvimos a nuestro Padre y por medio de Jesucristo llegamos a ser verdaderos hijos de Dios.
¿CÓMO LLEGAMOS SER UN HIJO DE DIOS?
A. Dios se refiere a los suyos como "hijos de Dios" (1 Jn. 3:1,2). Ser "llamado" hijo de Dios (v.1) equivale a SER hijo de Dios (v.2).
B. En el sentido físico, todos los hombres somos hijos de Dios... pero no en el sentido espiritual.
C. ¿Quiénes, pues, son los hijos espirituales de Él?
1. Jn. 1:12 indica que para llegar a ser hijo de Dios es necesario "creer en el nombre" de Jesús. ¿Cómo se cree en el nombre de Jesús?
a. En Hch. 2:44, "los que habían creído" eran los mismos que habían sido bautizados.
b. De acuerdo con esto, Gá. 3:26,27 indica que el hombre pecador llega a ser hijo de Dios "por la fe en Cristo Jesús" cuando obedece al Señor en el bautismo.
c. Hay otros versículos que enseñan este principio, pero basta decir que según la Biblia el creer no equivale a "creer solamente."
2. Para hacerse hijo de Dios, es necesario nacer en Su familia (Jn. 3:3-5).
a. Aquí Jesús usa los términos "naciere de nuevo" y "naciere de agua y del Espíritu" intercambiablemente. Es decir, uno nace de nuevo (o se regenera, Tit. 3:5; Ro. 6:4) cuando nace de agua y del Espíritu. Jesús no habla de dos nacimientos sino de uno sólo.
b. Sin lugar a dudas, el agua de este texto se refiere al bautismo en agua (Jn. 1:26; 3:22,23; 4:1; Mt. 3:5,6; Mr. 1:4; Lc. 3:3).
c. ¿Cómo sería si el bebé nunca saliera del vientre de su madre? Jamás vería la luz del sol ni los colores de las flores. Nunca vería a sus padres cara a cara. Nunca gozaría de la vida en el sentido más completo. Así es con los que no han nacido en la familia de Dios.
PADRE Y MADRE COMO EDUCADORES
La paternidad es el fundamento sobre el cual Dios ha escogido edificar toda la estructura de la sociedad; sin ella, la sociedad se desintegra y todo se convierte en caos. Es decir, la familia, la sociedad y todo lo que se desprende de ellas, no funcionaran debidamente hasta que la paternidad sea restaurada. (Malaquías 4.5-6).
Dios, concediendo a los esposos el privilegio y la gran responsabilidad de llegar a ser padres, les concede la gracia para cumplir adecuadamente su propia misión. Los padres en esta tarea de educar a sus hijos, están guiados por « dos verdades fundamentales. La primera es que el hombre está llamado a vivir en la verdad y en el amor. La segunda es que cada hombre se realiza mediante la entrega sincera de sí mismo.
DIOS QUIERE REVELARSE COMO NUESTRO PADRE
El niño cuando ve que su padre se ausenta, busca modelos, pero también se llena de inseguridad, impotencia, soledad. He visto hombres grandes llorando porque sus padres jamás les dieron un abrazo. Pero Dios aparece en la Biblia como un padre protector Dios nos da certeza y seguridad. Algunos creen que hay seguridad cuando no hay problemas. ¡No! Es ¡Todo lo contrario! Una persona que no tiene problemas, cuando aparecen los problemas se llena de inseguridades. Vivir seguro no significa ausencia
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