Ilusiones de una libreta azul

ILUSIONES DE UNA LIBRETA AZUL

Llega el momento en la vida de una persona en que se crea incógnitas muy notables frente a las otras, y básicamente son resumidas en el hecho de considerar la idea de que algo ha hecho mal en los años recientes, y es uno de esos momentos es el que vive mi personaje, pues cayó en la cuenta de que su vida ha sido toda una metáfora, ya que la mayor parte del tiempo paso su vida sin afectar a nadie de forma “aparente o notable”, sin embargo no fue así.

Llevo una vida de silencio y meditación todo el tiempo comparando y encontrando el porqué de las cosas así fue que llego a la conclusión de compararse con una cobra altiva y bella, tal es el motivo de que haya vivido burlándose del mundo que lo rodeaba, puesto a lo materialistas que eran los comparo así con “encantadores de cobras”. Toda su vida se había presentado sumiso frente a ellos, y a su vez estos creían una sarta de ilusiones sobre cómo controlar su voluntad, jugar con él, apostando todo el tiempo a que jamás podrían hacerle daño.

Pero el mundo era totalmente una “sarta de ilusiones”, el se convencía a si mismo cada día de su vida a partir del día en que comprendió que existen tres tipos de personas:

1°  La persona que no sube una montaña por miedo a lastimarse.

2°  La que olvidaron como bajarla y caen.

3°  La  que se prepara para subir y bajar y finalmente lo  hacen.

En su mundo, él era aquel tercer tipo de persona, paso gran parte de su vida persiguiendo el sueño de manipular sin ser manipulado, en aquella posición de cobra, explicaba que creaba la ilusión de estar encantado por el mundo, sin embargo, era él quien tenía la última palabra, podía lanzar una mordida y así acabar con aquel juego o escabullirse y huir del acoso de todos, pero no, prefirió callar soportar y pensar, pues para sus ideales la confianza era necesaria.

A los ojos del mundo, era víctima de acoso y un completo perdedor, a sus dieciséis años la mayoría ya han dado por lo menos su primer beso, ido a fiestas o estado en peleas, lo extraño era él, era el único que pasaba la mitad  de su tiempo leyendo un libro, o escribiendo notaciones en su libreta azul,  de hecho pareciese tétrica la idea de asimilar aquel tejido de ideas que un novelista no se atrevería a escribir, pero él, el no tenía nada que perder, nadie encontraba su existencia interesante o importante, había pasado años alejado del mundo en que vivimos.

En aquella libreta notaba la idea de que cada uno de nosotros es un ser de luz, que había venido al mundo a cumplir una misión enseñar y a aprender a vivir, ese era el motivo de que demorásemos tanto en morir, pues nuestro cuerpo tardaba 300 años en desaparecer, todo ello, para él, era una ilusión creada por nuestro miedo a la crítica y al fracaso, soñaba con que algún día alguien importante leyese lo que el describía, y así seria difundido su escrito,  pero finalmente era su libreta de ilusiones, ¿Quién haría caso a una cobra usada para jugar?

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