Implicaciones Psicologicas

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IMPLICACIONES PSICOLÓGICAS 

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Psicología organizacional

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         Integrantes participantes: 

• Yazmin Alexandra Pérez Pérez
• Luis Gerardo Castro Arciga
• Esly Zabdi Lucas Borjas
• Miriam Nayeli Lara Castellanos  
• Lourdes Paloma Romero Ricaud

         22 DE NOVIEMBRE DE 2022

Introducción.

El concepto de productividad es utilizado en dos perspectivas diferentes, aunque complementarias. En primer lugar, la que considera la productividad como la relación entre el volumen físico de la producción y los recursos utilizados para obtenerlo. Por otro lado, también se le considera como el resultado de dividir la producción total entre el número de horas de trabajo necesarias para conseguirla. El conjunto de recursos que deben ponerse en juego para la obtención de una producción en la mayor cantidad posible, de la mejor calidad posible, con el menor costo posible, en el menor tiempo posible, con el menor esfuerzo humano posible, pagando los más altos salarios y beneficiando al mayor número de personas. Además de que, incrementar la productividad implica reconocer la relación bilateral de la necesidad de adaptación entre el sujeto y su trabajo. Siendo el trabajo para el sujeto un medio para satisfacer sus necesidades humanas y un área trascendente en su vida y siendo el recurso humano para el trabajo el recurso más importante de los que deben ponerse en juego para la producción.

Implicaciones psicológicas en la organización sobre productividad.

Cada trabajador representa un capital que es la suma de su poder, querer y saber, por esto mismo la reducción del bienestar psicológico reduce, al menos momentáneamente y los recursos que se destinen para la prevención o intervención en salud de los empleados, representará una inversión en la productividad de la empresa. Retomando la relación existente entre las condiciones de trabajo y de vida de los sujetos y su repercusión en su bienestar psicológico, se destaca que, existe una relación positiva entre la calidad de vida laboral y la productividad, donde un incremento en la primera trae beneficios tangibles en las organizaciones, dando por resultado empleados con mayor satisfacción y motivación laboral, compromiso con el puesto, identificación con la organización y poniendo mayor esfuerzo en la ejecución de las tareas. Por lo tanto, las malas condiciones laborales pueden desencadenar altos niveles de estrés, infelicidad, tensión, fatiga, insatisfacción y bajo desempeño en los trabajadores afectando su calidad de vida y consecuentemente la productividad, rentabilidad, desempeño y calidad de los productos y servicios ofrecidos por la empresa.

Calidad de vida.

La calidad de vida en el trabajo es definida como el nivel de satisfacción relacionado con las actividades ejecutadas en el entorno corporativo, promoviendo una sensación de seguridad en el entorno laboral, y en el desarrollo personal y profesional.  Por lo tanto, la calidad de vida dentro del trabajo debe tener gran importancia para la empresa, ya que implica un mejoramiento de la productividad, mayor atención, motivación, mejor ambiente laboral, disminución de gastos de salud y por lo tanto menor ausencia.

Acoso laboral.

Según la OMS (La Organización Mundial de la Salud) menciona que “el acoso laboral se define como el comportamiento agresivo de uno o más miembros de un grupo de trabajo contra una persona perteneciente a ese grupo, que tenga por objeto causar miedo, desprecio o depresión en ese empleado hasta que éste se retire o sea despedido”.  

Es decir que dentro del acoso laboral el trabajador puede ser víctima de burlas o insultos, bromas pesadas, exclusión y aislamiento e incluso la humillación o el exceso de trabajo a comparación con otros empleados.

Esto provoca que de manera psicológica el trabajador victima llegue a sufrir estrés laboral, depresión, irritación, manifestaciones psicosomáticas, baja autoestima, ansiedad, incluso estrés postraumático.  

Algo que se puede rescatar de esta desfavorable situación es que la ley federal del trabajo puede respaldar al trabajador víctima, ya que indica que las empresas tienen la obligación jurídica de prevenir y atender el acoso. Además de que, en su artículo 133 menciona que “Queda prohibido a los patrones o a sus representantes realizar actos de hostigamiento y/o acoso sexual contra cualquier persona en el lugar de trabajo o permitir o tolerar dichos actos”.  

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