Importancia De La Educación Artística Para La Formación Emocional E Intelectual En Los Niños

Importancia de la Educación Artística para

la Formación Emocional e Intelectual en los Niños

La educación artística, o educación en las artes como algunos denominan, ha sido desde hace muchas décadas objeto de una desatención y despreocupación del quehacer profesional. Se he subestimado las capacidades potenciales de desarrollo que tiene como una asignatura fundamental, y se ha optado en muchas situaciones diarias por no impartirla, o utilizarla como un elemento “de relleno” para cuando las necesidades requieran de satisfacer espacios muertos o completar los aspectos curriculares. Y no obstante, la mayoría de profesionistas que se dedican al ramo de la educación (en cualquiera de los niveles de instrucción), no se han dado cuenta de la amplia gama de posibilidades que ofrece el estudio de las artes para el desenvolvimiento no solo institucional, sino también cognitivo y humano.

Lo que los profesorados, especialistas, y demás estudiados que se dedican al acompañamiento de los educandos -además de por obviedad su propios padres- deberían tener esquematizado, es que las artes, en cualquiera de sus múltiples y divergentes expresiones, ayudan en gran medida al desenvolviendo de sus alumnos, les permite adquirir un estrato de sensibilización inherente, intrínseco, e interno, que sin el estudio en las artes o la apreciación de las mismas, los alumnos posiblemente no llegarían a alcanzar. Las artes les permiten no solo conocerse a sí mismos, sino les permiten inclusive poder externar su conocimiento del sí, hacia los demás. Ayuda a propiciar relaciones de sociabilización, en las que los alumnos puedan dar a conocer sus capacidades dentro de ambientes amenos y propicios. Estimula a los individuos a que desarrollen un sentido de pertenencia, y favorece la apreciación y la tolerancia sin promover enjuiciamientos. Suscita el desarrollo de valores de convivencia que proliferan las buenas relaciones entre los individuos de una sociedad. Genera un sentido crítico, que les permite desenvolver procesos de carácter analítico no superficiales.

Ahora, si por un momento pensáramos en la aplicabilidad de estas ventajas que propicia la educación artística, podríamos conceptualizar que su punto de acción se encuentra en prácticamente cualquier situación de la cotidianeidad humana, puesto que las relaciones interpersonales se ven inmersas en toda actividad que desempeñe el hombre, y dentro de ellas están latentes un sinfín de valores que de igual forma son necesarios para la convivencia, y que por ende, también son propiciados por el estudio guiado de las artes.

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