Infancia, Sexualidad Y Amnesia Infantil

En la actualidad, el tema de la sexualidad aunque algunas personas lo nieguen, sigue siendo un tema tabú, más aún cuando se tratan temas como la homosexualidad, y esto es algo que sucede a pesar de la gran cantidad de medios y redes que abarcan este tema sin mayores inhibiciones. Sin embargo hablar de que en los niños hay sexualidad y que en la infancia se desarrollarían sucesos que serían determinantes en lo que es la estructura psíquica de un sujeto en el año 1890 es algo complicado que pocos autores de esa época se han atrevido a abarcar del modo en que Freud lo ha hecho. Cabe destacar que sus postulados eran algo atrevidos para una época en donde la gente atribuía todo contenido sexual a la pubertad u adolescencia, únicamente con el fin de la reproducción y se renegaba de cualquier expresión sexual en la niñez. Sin embargo este rechazo popular hacia la idea de una sexualidad temprana no hacía más que constatar la tesis de Freud, encontrando en este hecho nada menos que la presencia de una “Amnesia infantil” 1, encargada de reprimir todo aquello que tuviera relación con la actividad sexual infantil, un olvido, algo que Freud vería como un suceso análogo a lo que sucede en las neurosis gracias a su más renombrado mecanismo de defensa: la represión. El problema de la sexualidad entonces sería para Freud algo que nos atañe a todos y cada uno de nosotros y encontraríamos precisamente en estas problemáticas a las que nos enfrentamos cuando somos pequeños los esbozos de lo que es nuestra conducta, sucesos que nos definirían en etapas posteriores... “Desde luego, tengo la convicción de que ningún niño -o por lo menos, ningún niño de inteligencia completa o superior- llega a la pubertad sin que los problemas sexuales hayan ocupado ya su pensamiento en los años anteriores a la misma.”2 ¿Pero en qué momento comenzarían a desarrollarse estos problemas sexuales? , para Freud estos problemas iniciarían con una primera circunstancia inquietante en la vida del niño que es encontrar la respuesta a la interrogante ¿De dónde nacen los niños? , esta inquietud surgiría circundando otra situación que tiene que ver con la pregunta acerca de la propia existencia, algo que sin duda alguna todos nos hemos cuestionado en alguna etapa de nuestra vida.

1- Freud se refiere con profundidad a la amnesia infantil en su texto “Tres ensayos para una teoría sexual” (1905) y la describe como un fenómeno que oculta a los ojos de los seres humanos la infancia hasta el séptimo u octavo año de vida.

2- FREUD, Sigmund- Sobre las teorías sexuales infantiles, O.C, Vol., IX, 1908, Amorrortu Editores Buenos Aires- Madrid, pp. 188.

El niño comenzaría a cuestionarse, empujado por un fuerte egoísmo que lo remece al ver la llegada de un hermanito que le quita la atención absoluta que antes poseía, de no ser así siempre habrá ocasión para que el niño note esta situación en otros hogares, pero el hecho es que es gobernado por estas pulsiones egoístas que sumándose al retiro de la atención de la que gozaba antes por parte de sus figuras protectoras, despiertan en él sentimientos que lo incitan a buscar respuestas. “Entonces bajo la incitación de esos sentimientos e inquietudes, el niño pasa a ocuparse del primer, grandioso problema de la vida y se pregunta de dónde vienen los hijos”.3 El niño inicia entonces la búsqueda a la respuesta de su interrogante recurriendo de primer momento a las figuras paternas que representan para él la fuente del saber, sin embargo no obtiene más que falacias y descontento con la respuesta investiga por su cuenta. El niño descontento se da cuenta de que el vientre de la madre tiene un niño adentro, pero este acierto deviene estorbado por las falsas teorías que Freud dice son impuestas al niño por su propia sexualidad. En esta ocasión me interesa más que nada referirme a la primera teoría que en el niño surge, que consiste en atribuir a todos los seres humanos un pene, aún a las mujeres. El hecho de que el niño atribuya a todas las personas parecidas a su Yo un pene e incluso en ocasiones a objetos, se debe a la alta estima que el niño da a su miembro como principal objeto auto erótico que le brinda placer, reflejo de su conducta narcisista que no hace otra cosa que limitarlo, creando en él una incapacidad para representar sin pene a otra persona. El niño se ciega, reniega de lo que sus ojos le muestran cuando ve a una hermanita o compañerita desnuda, cae víctima de su narcicismo y se niega a aceptar que no posee su mismo miembro, generándose en él una percepción falsificada, fenómeno que Freud denomino como desmentida 4. Por otro lado podría suceder que el niño atribuya la falta del pene de su hermanita o compañerita a un castigo que asocia a la obtención de placer que obtiene al tocarse, y es precisamente es a este punto al cual deseaba llegar y detenerme.

3- FREUD, Sigmund- Sobre las teorías sexuales infantiles, O.C, Vol.,

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