Influencia De La Educación En El Feminismo

Influencia De la Educación en el feminismo.

Atreves de la línea del tiempo, las mujeres siempre han estado en ese proceso histórico, en el cual ellas han estado en ese lugar ocultadas por una sombra, sombra en la cual sociedades androcéntricas las han llevado, siendo por esto un atraso en el proceso sociocultural del género femenino ya que al siempre ser vistas como “una herramienta de hogar” reduce siempre las condiciones de aceptabilidad en la sociedad. Pero aunque se hayan presentado desde tiempo atrás y todavía hoy estas condiciones, las mujeres han logrado poco a poco ser reconocidas como seres humanos con igualdad de condiciones por ende con igualdad en derechos; pero esta lucha constante contra el machismo e igualdad de géneros las ha llevado a buscar mecanismos de cómo lograr sus objetivos y lograron encontrar en la educación esos mecanismos y esas herramientas que eran necesarias para llevar su larga pero constante lucha con las sociedad y culturas androcéntricas. Y al adquirir diversos conocimientos las mujeres tienen más conciencia de sus acciones y la vez de que van ganando estas batallas deja de ser esa parte invisible y empiezan a entender y participar en los procesos de construcción social, de la cultura, la política y la economía entre otros.

Hace no más de 174 años atrás, en los años 1837, cuando desde Francia emerge la expresión feminisme, la cual busca apoyar los derechos del género femenino en esta sociedad que ya empezaban a tener un sistema en el cual iniciaban un proceso de histórico por la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. De este pensamiento liberal ha llevado a que las mujeres luchen incansablemente para lograr obtener y defender aquellos derechos que eran negados por sociedades machistas en el cual seguían creyendo que el hombre era el centro y el todo primordial en la sociedad, y tratar de reducir las fuerzas de ese pensamiento falocrático y patriarcal, para obtener un reconocimiento en la sociedad como parte fundamental de la misma.

Cuando empezamos a observar el ambiente sociocultural el cual nos rodea y forja parte de nuestras ideologías, nos damos cuentas que aunque las mujeres se han ganado un respeto sigue estando esa huella que las orienta en la parte del hogar, por esto es que es común escuchar cierto tipo de expresiones como “Papá yo quiero ir a la universidad. Para que si tú te vas a casar y te van a mantener hija!” el cual representa una exclusión que se ve marcado en el ámbito educativo, creando orientaciones y barreas sicológicas que limitan al género femenino a estar sumergidas al ámbito doméstico al estar condicionadas a tener reducidas opciones de vida como “te casa y te mantienen” o “ve al convento”.

Las mujeres se fueron abriendo poco a poco en los espacios de la educación, entendiendo que el acceso de estos espacios en la antigüedad era exclusividad de pocas mujeres, la cuales el acceder a los conocimientos de la época era exclusividad de aquellas mujeres que pertenecían a familias adineradas y en ciertos casos con pensamientos religiosos predominantes en sus épocas y ciudades en que residían o eran hijas de aquellas grandes mentes que recibían ese conocimiento de manera clandestina. Claro ejemplo de ello es recordar a personajes como Sor Juana Inés de la Cruz, Emilia Pardo Bazán, Marie Curie, Virginia Woolf, Emmeline Pankhurst.

Lenta y tenazmente las mujeres buscaron sus espacios para llegar al saber y el conocimiento. Por esto es que la historia ha marcado a las mujeres por su represión, a ser vistas como amas de casa o se representadas como sexo débil, distinciones que han venido transformando de manera en que se vuelven visibles estas mujeres que por su conocimiento e influencia han logrado aportar a la historia de los movimiento por la lucha del género femenino, ganándose también el respeto de las sociedad a medida de que el mundo va transformándose en todos los ámbitos.

Es como habla Gabriela Mistral de Sor Juana Inés de la Cruz para llegar a el saber

“Fué primero el niño prodigio que aprende a leer, a escondidas, en unas cuantas semanas; y después, la joven desconcertante, de ingenio ágil como la misma luz, que dejaba embobados a los exquisitos comensales del Virrey Mancera. ¡Pobre Juana! Tuvo que soportar ser el dorado entretenimiento del hastío docto de los letrados. Seguramente a ellos les interesaban menos sus conceptos que su belleza; pero allí estaba Juana, respondiendo a sus retorcidas galanterías” (Mistral, Gabriela. La tierra tiene la actitud de una mujer; 1999:p138)

Es como Marie Curie llego a adquirir esa gran sabiduría, la cual de manera clandestina se acercó al conocimiento y adquirió ese saber que la llevo a ser merecedora del Premio Nobel de Física (1903).

Es también como Virginia Woolf acompaño ese pensamiento feminista, brindando aportes como su ensayo “Una habitación propia” donde exponía ciertas problemáticas de las mujeres y de igual manera Emmeline Pankhurst apoyo la lucha feminista por la igualdad de condiciones y derechos como lo referente al voto.

La educación ha llegado a dar un gran cambio y ha orientado de manera correcta, la lucha que de la liberación femenina, dando grandes aportes y grandes personalidades al feminismo. En esta constante

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