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Institucion Penal


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2012  •  2.264 Palabras (10 Páginas)  •  327 Visitas

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Estructuración Psíquica Femenina.

“La mujer, habitante de la frontera, verdadera insensata ante el poder, quizá nunca estuvo mas sola frente a la maternidad y respecto al amor.”

La mujer ha representado unos de las mayores incógnitas para el psicoanálisis. Pues uno de los temas de mayor controversia y análisis, gira entorno a la pregunta por la mujer. Es Freud gestor del psicoanálisis quien -podría pensarse, tardíamente en su teoría psicoanalítica-, se pone a reflexionar sobre la temática de la feminidad, distinguiendo algo enigmático en la mujer, aquellos puntos de dificultad que son el eje de su elucidación. Este escenario lo lleva a plantear la pregunta ¿Qué quiere una mujer?. Freud logra dar un avance en su teorización sobre la sexualidad femenina, llegando a discernir la conflictividad de la relación madre e hija y las dificultades que sobrellevan las mujeres en relación a la feminidad, conjeturando que la mujer desea un hijo del padre. Ulteriormente, Lacan a través de su clínica logra dilucidar, que la mujer, más allá del niño, desea otra cosa, es decir, el falo; de este modo la mujer no se extingue en la maternidad. Dicho autor cristaliza sus interrogantes sobre la mujer, en términos de la siguiente pregunta ¿Cómo goza una mujer? De éste modo, genera el planteamiento del no-toda en la función fálica, a través de las fórmulas de la sexuación, las cuales exponen la lógica de como los sujetos pueden asumir la castración. Lacan logra un gran desarrollo en su teoría y mantiene la idea freudiana de la sexualidad femenina como enigmática, porque las mujeres nada dicen sobre su goce; por lo cual lo teoriza como un goce Otro, más allá del goce fálico.

Para finalizar seria importante destacar que el psicoanálisis argumenta que entiende por mujer y feminidad desde el contexto de la sexualidad, reflexionando que las posiciones sexuales trascienden lo biológico, lo sociológico y lo cultural, para articularlas a lo psíquico inconsciente.

II. 1. 1 La Estructuración Psíquica de la Mujer desde Freud

Después de haber realizado una revisión panorámica del papel que cumple las teorizaciones sobre la mujer para el psicoanálisis, resulta necesario referirse con mayor profundidad a las concepciones freudianas respecto a la estructuración psíquica de la mujer, y de sus manifestaciones en el curso del Complejo de Edipo, para luego hacer alusión al proceso de construcción de una subjetividad específicamente femenina.

II. 1.1.1 El Complejo de Edipo.

Entendemos al complejo de Edipo como el conjunto de las investiduras amorosas y hostiles que el niño hace sobre los padres durante la fase fálica . Proceso que debe conducir a la desaparición de estas investiduras y a su reemplazo por identificaciones.

Freud en 1900 expone el complejo de Edipo, arma su descripción en el caso del varón, considerándolo más simple y con menos zonas de sombra que el de la niña. Freud en un primer momento, conjetura que existe un analogía entre el desarrollo genital del niño y de la niña y que la inclinación especialmente del niño por el progenitor del sexo opuesto, manifiesta los deseos sexuales tempranos. Freud expone: “Llegamos a saber que los deseos sexuales del niño-si es que en este estado germinal merecen tal nombre-despertaron muy temprano, y que la primera inclinación de la niña atendió al padre y los primeros apetitos del varón apuntaron a la madre”.

Las diferencias que establece primeramente no tienen un carácter estructural, sino que son descripciones fenomenológicas. A continuación en su trabajo, estableció una diferencia para ambos sexos.

El niño al principio no experimenta conflicto, halla satisfacción en la descarga pasiva de todos sus deseos hacia la madre, pero mas tarde, cuando ejerce actividad de ellos ,al estar bajo el dominio del complejo de Edipo encuentra a su padre como perturbador, rival, de estos deseos. Será la angustia de castración y el interés narcisista por el pene, lo que permite que la actitud Edipica del varón sea superada, cuando la amenaza de castración (hecha por los adultos) se vuelva significativa, porque el niño pudo observar en la niña las diferencias sexuales anatómicas. De este modo el niño se identifica con su padre; este padre todopoderoso de la niñez se transforma en un poder psíquico interno llamado Ideal del yo. En este sentido podemos definir al complejo de castración, para Freud, como “el conjunto de las consecuencias subjetivas, principalmente inconscientes, determinadas por la amenaza de castración en el hombre y por la ausencia de pene en la mujer ”.

Para finalizar el complejo Edipo en el varón sintetizamos algunas vicisitudes: frente al complejo de castración, sucumbe el Edipo y se inicia el período de latencia. Sin embargo durante la adolescencia, tras el segundo despertar sexual, quedara reeditada dicha conflictiva Edipica.

Posteriormente de haber elucidado por mucho tiempo Freud el complejo de Edipo de la mujer como análogo al del varón, indicó que su prehistoria era diferente.

La niña tiene como primer objeto de amor a la madre, y para poder orientar su deseo hacia el padre, hace falta que se desprenda de esta. El proceso que se da en la niña, por tanto, es mas complicado y mas largo. Dicho proceso se inicia cuando se considera castrada, es decir cuando se siente inferior respecto del varón. Entonces puede desviarse de la sexualidad, o no desistir de su masculinidad o, por último, elegir una tercera vía, por la cual converge la actitud femenina normal final, es decir elegir al padre como objeto. Debido, entonces al complejo de castración, se traza la asimetría del complejo de Edipo entre el niño y la niña. Este pone fin al complejo en el varón, pero al contrario, abre la vía en la niña.

Bajo la influencia de la envidia de pene, la niña se despega de la madre, haciéndola responsable de que ella no este provista del genital masculino. Ulteriormente, la envidia de pene simbólicamente encuentra un sustituto en el deseo de tener un hijo del padre. El padre es tomado como objeto de amor, en ese momento se identifica con la madre, queriéndola remplazar frente a su progenitor masculino, de este modo, frente a la envidia de pene se agregan los celos edípicos.

Freud considera con respecto al motivo de desaparición del complejo de Edipo en la niña, que no esta claro y añade que los efectos del complejo continúan por otra parte haciéndose sentir en la vida psíquica de la mujer.

II.1.1.2 La Elaboración

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