Intervenciones Terapéuticas

Julio Cesar Ferrúzca Gutiérrez

16 de Enero 2013

Psicología X

Intervenciones Terapéuticas

América ha producido el modelo sistémico siendo ambos movimientos complementarios y expresivos del surgimiento de un nuevo paradigma que integra coherentemente incertidumbre y complejidad.

El descubrimiento del propio estilo y algunos problemas asociados

La autenticidad de un trabajo terapéutico radica en la espontaneidad que el terapeuta muestre en el vínculo con los pacientes y en la seriedad con que encarne un modelo coherente. Una intervención eficaz depende de que el profesional no se sumerja en imposturas que lo hagan poco creíble y lleven a que la relación se pueble de confusión y desconfianza. Milton Erickson quien subrayó la importancia del énfasis que se aplica a las frases en la utilización del lenguaje hipnótico para alcanzar una adecuada capacidad de sugestión, además de considerarlo central en la técnica de hablar el lenguaje del paciente. La combinación e interacción de factores tales como espontaneidad, estilo personal, responsabilidad, compromiso, ética, creatividad, flexibilidad, experiencia y humildad, son ingredientes necesarios de todo buen terapeuta, y alcanzar tales condiciones implica necesariamente experimentar un tiempo de formación profesional. El miedo, es ciertamente, la evidencia de que el profesional es consciente de su compromiso.

Algunas características disfuncionales del terapeuta

Terapeuta obsesivo: sigue al pie de la letra lo que indican los libros sobre un determinado modelo terapéutico.

Terapeuta racional o intelectual: se caracteriza por darle preminencia al pensar, postergando cualquier elemento de corte emocional.

Terapeuta clon: consiste en identificarse al máximo con su formador, supervisor o maestro en psicoterapia, remedando sus gestos, posturas, intervenciones y hasta tono de voz y tics verbales.

Terapeuta imponente o desvalorizado: es aquel que muestra sentimientos de ineptitud y auto descalificación con respecto a ron profesional, aunque su inseguridad no alcance a movilizarlo, si consigue disminuir su soltura, generando ideas y fantasías de no poder llevar adelante su labor terapéutica.

Terapeuta aterrado: es el tipo de terapeuta que sucumbe frente a su propio miedo, logrando desarrollar un blindaje que lo inmoviliza.

Terapeuta omnipotente: es el que posee la defensa más estructurada, puesto que, frente a los sentimientos de inseguridad e impotencia, desarrolla una actitud que expresa su antípoda, es decir la omnipotencia.

Terapéutica todo vale o pseudocreativo

Aparentemente lejos del miedo, aplica estrategias indiscriminadas, en nombre de valorizar el estilo personal y de no adherirse a ortodoxia alguna.

Terapeuta bombero: es el que siempre se coloca en las situaciones más difíciles del ejercicio, se caracteriza por atender casos graves, disponible sin importar horarios y fines de semana.

La posibilidad de definir al estilo terapéutico como un modelo de psicoterapia que se hace carne en la persona del profesional se basa en que este haya adquirido cierto grado de seguridad realizando un aprendizaje riguroso que haya que seguir y alcanzado una cota razonable de madurez experiencial en el trabajo clínico, sobre todo si posee suficiente inteligencia emocional.

LA TEORIA

Construir realidades patológicas

Los terapeutas deberíamos de aprender mucho no solo de aquello que acontece en nuestras consultas si no sobre todo de lo que sucede en las usuales interacciones, aprender a observar. Cada persona crea su propia realizar sobre la base de lo que hace guiada por la perspectiva que asume en la perfección de la realidad con la cual interactúan.

“No existe una realidad verdadera, si no tantas realidades como se puedan inventar”

El

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