Jean Piaget

LA PSICOLOGÍA GENÉTICA DE JEAN PIAGET

“Inteligencia es lo que usas cuando no sabes que hacer”

Jean Piaget es considerado el padre de la pedagogía, fue alguien capaz de dominar diferentes campos del conocimiento y destaca en ellos con igual solvencia. Su inclinación hacia la pedagogía fue a partir de observar el comportamiento de sus hijos, le surgió el interés por encontrar una aplicación de sus ideas al proceso de aprendizaje ya que lo más importante para él es la construcción del conocimiento.

Piaget considera que en los seres vivos se presentan dos procesos que funcionalmente son invariables: la organización y adaptación. La primera hace referencia a que todo ser vivo requiere de una organización para subsistir, y esta apoya el proceso de adaptación, por ende la inteligencia es un proceso adaptable y también presenta los dos procesos que se mencionaron. El organismo se adapta construyendo formas nuevas para reinsertarlas en las del universo, mientras que la inteligencia construye mentalmente estructuras susceptibles a las del medio.

La adaptación, implica un balance entre la asimilación y acomodación; la asimilación se refiere a la acción de incorporar información a los esquemas intelectuales sin modificarlos, un niño incorpora a sus esquemas previos un objeto, ahí se da la asimilación, por otro lado el niño se ve obligado a modificar esos esquemas para dar cuenta a un nuevo hallazgo, por ende se da la acomodación.

Piaget para aclararnos mejor estos aspectos nos da a conocer unas etapas del desarrollo. Las etapas intelectuales son invariantes al contrario de la edad de modo que es simplemente un indicador cronológico pero no es fijo ni preciso. Estas etapas ella dividió en cuatro y cada una contiene unos estadios: Etapa sensorio-motor, pre-operacional, operaciones concretas y operaciones formales, cada fase contiene su complejidad.

En la etapa sensorio-motora adquiere lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, cuando los niños inician a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a “aparecer”. Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.

La pre-operacional, comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete años. Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente

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