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Enviado por   •  5 de Octubre de 2014  •  1.764 Palabras (8 Páginas)  •  158 Visitas

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1. Persuadir, u obtener acción

2. Informar

3. Impresionar y convencer

4. Entretener

De aquellas discusiones surgió la Fórmula Mágica para la construcción del discurso. Comenzamos a utilizarla en nuestras clases y siempre la hemos utilizado desde entonces. ¿En qué consiste la Fórmula Mágica? Simplemente en esto: comience su discurso detallándonos su Ejemplo, un incidente que ilustre gráficamente la idea fundamental que usted pretende transmitir. Segundo, en términos específicos, claros y definidos, explíquenos su Objeto, díganos exactamente cómo quiere que actúen sus oyentes y, tercero, dénos su Razón, es decir, aclare las ventajas o beneficios que obtendrán sus oyentes cuando hagan lo que usted les solicita.

La Fórmula Mágica constituye un método efectivo de presentar lo que, según usted, debe hacer o evitar su auditorio.

PRIMERO: Ofrezca su ejemplo, un incidente de su vida.

• Fundamente su ejemplo sobre una única experiencia personal.

• Comience su discurso con un detalle de su ejemplo.

• Llene su ejemplo con detalles importantes.

• Vuelva a vivir su experiencia mientras la relata.

SEGUNDO: Enuncie su objeto: cómo pretende que actúe el auditorio.

• Abrevie y especifique su objeto.

• Procure que su objeto sea fácil de llevar a cabo por quienes lo escuchan.

• Exprese su objeto con energía y convicción.

TERCERO: Manifieste la razón o el beneficio que puede esperar el auditorio.

• Asegúrese de que la razón guarda relación con el ejemplo.

• Asegúrese de poner énfasis en una razón, una solamente.

CAPÍTULO 8. El discurso informativo

Muchas veces al día hablamos para informar de algo: dar directivas o instrucciones, explicar o relatar algún hecho. De todos los discursos pronunciados semanalmente en cualquier parte, el informativo sigue en importancia sólo al discurso que tiende a persuadir o inducir a la acción.

La capacidad de expresarse claramente procede a la capacidad de inducir a los demás a la acción.

Éste capítulo contiene algunas sugestiones para ayudarlo a expresarse con tanta claridad y discernimiento que sus oyentes no tendrán ninguna dificultad para comprenderlo. “Todo lo que puede ser pensado- dice Ludwing Wittgenstein- puede pensarse con claridad”. Todo lo que puede ser dicho, puede decirse también con claridad.

PRIMERO: Limite su tema para ajustarse al tiempo de que dispone.

SEGUNDO: Ordene sus ideas una tras otra.

TERCERO: Enumere sus puntos a medida que los expone.

CUATRO: Compare lo desconocido con lo familiar

• Transforme los hechos en imágenes.

• Evite los términos técnicos.

QUINTO: Emplee apoyos visuales.

CAPÍTULO 9. El discurso para convencer

En una ocasión, un grupo de hombre y mujeres encontró un huracán en su camino. No se trataba de un huracán real, pero era lo que más se le aproximaba. Se trataba de un hombre: Maurice Goldblatt. Así es como lo describe uno de los integrantes de aquel grupo.

Sinceridad, entusiasmo, buena fe y una firme determinación de consagrarnos algunos minutos, de la misma manera que él se consagraba año tras año, a su gran causa. Todos estos factores nos llevaron a coincidir con el orador, a simpatizar con él, a sentir interés y voluntad de hacer algo por su causa.

PRIMERO: Gane confianza mereciéndola.

SEGUNDO: Obtenga una respuesta afirmativa.

TERCERO: Hable con un entusiasmo contagioso.

CUARTO: Muestre respeto y estima por su auditorio.

QUINTO: Empiece de forma amigable.

CAPÍTULO 10. El Discurso improvisado

La facultad de coordinar los pensamientos y hablar improvisadamente, es aun más importante, en algunos sentidos, que la habilidad de hablar sólo después de una larga y laboriosa preparación. Las exigencias de los negocios modernos y las contingencias actuales que estimulan la comunicación oral, hacen imperativa la capacidad de agilizar rápidamente los pensamientos y verbalizarlos con fluidez. Muchas de las decisiones que afectan a la industria y al gobierno en nuestros días no han sido tomadas individualmente, por un hombre en particular, sino en torno a una mesa de conferencias. El individuo, aun así, tiene su voz y lo que debe decir tiene que ser forzosamente expuesto ante el grupo. Aquí es donde la capacidad de hablar improvisadamente cobra vida y produce sus efectos.

PRIMERO: Practique discursos improvisados.

SEGUNDO: Prepárese mentalmente para hablar improvisadamente.

TERCERO: Introduzca un ejemplo inmediatamente.

CUARTO: Exprésese con ánimo y vigor (dejarse llevar por las palabras)

QUINTO: Utilice el principio de “aquí y ahora”: para un discurso improvisado obtenga ideas de tres fuetes: el auditorio, la ocasión, los oradores previos.

SEXTO: No hable de forma impremeditada ni pronuncie un discurso improvisado.

CUARTA PARTE: EL ARTE DE LA COMUNICACIÓN

CAPÍTULO 11. PRONUNCIANDO EL DISCURSO

¿Puede creerlo usted? Existen sólo cuatro medios, y solamente cuatro, mediante los cuales nos ponemos en contacto con el mundo. Somos valorados y clasificados por esos cuatro contactos: lo que hacemos, lo que parecemos, lo que decimos y cómo lo decimos.

Descubrí que el tiempo y la energía desperdiciados anteriormente para enseñar a los alumnos a “respirar diafragmáticamente” podrían ser empleados para los objetivos más importantes de liberarlos de sus inhibiciones y de la resistencia general a expresarse con soltura; advertí que de esa manera podría alcanzar

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