LA ANSIEDAD

La ansiedad

La ansiedad es un mecanismo de defensa natural del ser humano para protegerse de peligros reales y por ello no puede eliminarse. Por este motivo, no debe conducir bajo los efectos de tranquilizantes o antidepresivos: la falsa calma que producen provoca pérdida de reflejos y puede costarle la vida. Por ello, es fundamental aprender a gestionar la ansiedad de forma natural, conociendo sus síntomas y técnicas que permitan gestionarla adecuadamente en el día a día y en todas las circunstancias.

Tobal, M. (1990). señala que: “la ansiedad es una reacción emocional desagradable producida por un estímulo externo, que es considerado por el individuo como amenazador, produciendo ello cambios fisiológicos y conductuales en el sujeto”.

En otras palabras, la ansiedad es una emoción que cumple una función adaptativa en muchas situaciones. Todo ser vivo necesita un mecanismo de vigilancia para asegurar su supervivencia, y la ansiedad juega este papel en muchas situaciones. Por tanto, es normal y deseable que un ser humano tenga miedo ante un peligro real. De hecho, nuestro cuerpo está preparado para aprender a sentir miedo y ansiedad en determinadas circunstancias para prevenir males mayores.

Desde tiempos inmemoriales, millones de personas en todo el mundo han experimentado ansiedad. El papel que ha tenido y tiene dicha ansiedad es diferente según la intensidad con la que se presenta. Por tanto, niveles leves o moderados de estas emociones tienen un efecto beneficioso, ya que facilitan una mejor realización de determinadas actividades.

Esto se debe a que se incrementa la atención y la motivación. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve severa, puede llevar a una depresión total y permanente, con serias complicaciones en algunos casos, tales como: abuso de sustancias, problemas en el trabajo o la escuela, e incluso serios problemas personales y de pareja. Siempre hay un sufrimiento considerable para la persona con el trastorno de ansiedad mencionado anteriormente.

Gonzales, H. (2017) destaca de igual manera los síntomas de la ansiedad:

• Miedo o malestar intensos

• Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca
• Sudoración
• Temblores o sacudidas
• Sensación de ahogo o falta de aliento
• Sensación de atragantarse
• Opresión o malestar en el pecho
• Náuseas o molestias abdominales
• Inestabilidad, mareo o desmayo
• Sensación de irrealidad o de estar separado de uno mismo  
• Miedo a perder el control o volverse loco
• Miedo a morir
• Sensación de entumecimiento u hormigueo
• Escalofríos o sofoco

Por supuesto, la ansiedad y el miedo pueden manifestarse de muchas maneras. Una persona ansiosa o temerosa puede experimentar tensión muscular, palpitaciones, manos o pies fríos, sofocos o escalofríos. También puede sentir la necesidad de evitar personas, lugares o situaciones que le causen miedo o ansiedad. Otros síntomas comunes de ansiedad son irritabilidad, náuseas, mareos, temblores, dudas repetidas, mareos y ansiedad excesiva.

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